Cancionero Rock: “Endless Eyes” / “Spider» – Alain Johannes (2010)
La historia de la música nos ha demostrado que desde la pena, el dolor y la pérdida salen grandes cosas. Es más, el rock como tal quizás fue concebido así, teniendo sus raíces en el blues y por la forma como sufría la raza de color debido a la esclavitud y segregación de principios de siglo XX, de ahí podríamos decir que viene más o menos todo, e historias de grandes canciones salidas de la tristeza, de carencias o por perder a un ser querido hay por montones desde esa época hasta nuestros días. La verdad es que la música ha servido como escape y gran vía de desahogo para este tipo de situaciones difíciles.
El caso de este par de temas es bastante simbólico, Alain Johannes y su particular historia comenzó en Chile, siendo familiar de ilustres de la música de la nueva ola chilena (su padre Danny Chilean y su tío Peter Rock), pero de muy niño se trasladó a varios países como Suiza y México, para luego llegar a Estados Unidos donde sus primeros pasos musicales llegaron a ser el germen de lo que conocemos como Red Hot Chili Peppers en las bandas Chain Reaction y What Is This, que integró junto a Hillel Slovak, Flea y Jack Irons. Luego de ello pasó algo que le cambiaría su existencia por siempre: conocer a la mujer de su vida, con quien incluso había soñado un día antes de conocerla; así de mágico arrancó el romance con Natasha Shneider, una talentosa mujer de origen ruso con quien compartió su corazón y carrera artística: primero en Walk the Moon y luego en los sólidos Eleven, una banda con tintes grunge, pero que tomó interesantes directrices con influencias clásicas para separarse un poco del nicho del común de las bandas de Seattle noventeras.
Fueron años increíbles para la pareja, de romance fulminante y de mutua admiración, incluso hasta su logo con el nombre Eleven estilizado como dos personas juntas simbolizaba cuan el uno para otro eran. Varios discos notables se sucedieron desde los ’90 hasta 2003, participaciones en las Desert Sessions y participaciones en discos clave con Queens of the Stone Age, pero un destino fatal y lamentable le esperaría a esta talentosa pareja: el diagnóstico de cáncer a Natasha, enfermedad que no demoró en causarle la muerte en 2008, impactando profundamente en el mundo del rock, a sus seres queridos y por supuesto, a Alain, quien quedó absolutamente devastado.
Durante ese período el chileno vivió un calvario: se entregó al alcohol y empezó a viajar por exóticos lugares tratando de entender la maldición que había caído sobre él, y entre todo eso salió «Spark», su primer disco solista, que fue su especie de disco homenaje a Natasha y de alguna forma su intento de sanación al dolor que le produjo la muerte de su amada. Es así como vemos que esa «guitar box», su singular guitarra acústica en tal disco desata la rabia y furia de los infiernos, pero también una dulzura melancólica y de nostalgia por el recuerdo de ella. No hay tema del disco en donde sus letras no la invoquen muy emocionalmente. «Endless Eyes» se refiere a los ojos profundos e intensos de Natasha (pues además era muy bella) y «Spider» debido a que era un apodo que ella tenía: «Me llaman araña por como muevo los brazos en el escenario cuando toco muchos instrumentos» recordaba ella misma en una entrevista.
La primera es una canción casi violenta, llena de fuerza y rabia, donde desata infinitas pasiones con su acústica, en la gran apertura del disco:
«Oh mi corazón
Que robaste hace tanto tiempo
Me ha devuelto este día
Tan lleno y vacío»
La segunda es una belleza llena de arpegios y de pasión emotiva, sin duda una de las mejores composiciones de Johannes, donde le habla dulce y tristemente a su querida ‘Araña’