Cancionero Rock: «Everything in Its Right Place» – Radiohead (2000)
Es la canción de apertura de Kid A que nos destapa el cerebro ante todo un mundo nuevo de lo que le veníamos conociendo a Radiohead hasta ese entonces, porque si creíamos que en esa gran obra maestra llamada «Ok Computer» iban a agotar todos sus recursos experimentales, estábamos muy equivocados y para suerte nuestra. Tras una especie de conexión extraterrestre, entre los sonidos de alguien que se quiere comunicar desde una galaxia a miles de años luz, Thom Yorke aparece para cantar en pequeñas frases cosas sobre depresión, cambios, confusión y el estado del mundo, en una conversación con su propia conciencia mientras trata de encontrar un lugar en una existencia confusa dentro de esta pequeña gran suite electrónica. La carta de apertura de Kid A sin duda llega con unos de sus tracks más sorprendentes, una especie de mantra al que la banda y Yorke con su poseída interpretación nos somete.
Los órganos Kraftwerkianos, las letras despojadas provienen de la etapa en que Thom estuvo experimentando con diferentes técnicas de escritura para combatir un supuesto bloqueo creativo tras la rigurosa gira de su disco anterior OK Computer. Por lo que empezó a anotar frases que se le venían a la cabeza junto con empezar a probar con los sintetizadores, pianos, cosas improvisadas, y reconociendo que era primera vez que trataba de hacer algo con estos instrumentos, lo que plasmó en una entrevista citando a otro grande: «Recuerdo esta cita de Tom Waits de hace años, que lo que lo mantiene en marcha como compositor es su completa ignorancia de los instrumentos que está usando. Así que todo es una novedad. Esa es una de las razones por las que quería entrar en computadoras y sintetizadores, porque no entendía cómo mierda funcionaban» dijo al medio Radiohead1 dedicado a la información de las canciones de la banda.
El tema que parece divagar en el tiempo y el espacio fue elegido para la banda sonora de Vanilla Sky, ese trip cinematográfico que encuentra a un hombre que sufre un terrible accidente que lo deja desfigurado, un día despertando siendo otra persona, identidad adquirida en un surreal escenario donde tú mismo podías «tener otra vida» a través de un sueño en un programa de una misteriosa compañía, todo muy extraño sucediendo en aquel estupendo thriller sicológico de tintes futuristas. «Con esta película escuchamos mucho Radiohead porque nos encantó «Kid A», dijo el director Cameron Crowe. «Había algo en que Radiohead tocaba mientras Tom [Cruise] hacía su escena que era realmente genial. Abre la película y se suponía que debía hacerlo. Pero siempre teníamos a los Beatles en nuestras mentes, y luego, en última instancia, pensamos en preguntar si Paul McCartney quería escribir nuestra canción principal y lo hizo».
Thom toca un sintetizador, mientras que Jonny usa un set especial de DJ para cortar las letras de Thom y reproducirlas al revés como ruido de fondo, que son esas voces muy codificadas que escuchamos. «Todas estas cosas que dábamos por hechas ahora se sentían nuevas y emocionantes», dice el crítico Steven Hyden en anticipo a un interesante libro, que tiene fecha de salida para septiembre de este año: This Isn’t Happening: Radio ‘Kid A’ and the Beginning of the 21st Century, que será toda una serie de documentos dedicados exclusivamente a este disco, que fue uno de los primeros álbumes importantes de música que la gente experimentó en línea. La gran proeza de los temas de «Kid A» es que Radiohead también los ha sabido llevar a los shows en vivo de forma tanto o mejor que su atrapante versión de estudio.
Por Patricio Avendaño R.