Cancionero Rock: «Fake Tales of San Francisco» – Arctic Monkeys (2006)

Cancionero Rock: «Fake Tales of San Francisco» – Arctic Monkeys (2006)

You’re not from New York City, you’re from Rotherham.

Alex Turner trabajaba en una sala de conciertos de Sheffield, la cual alojaba shows de muchas bandas que “querían ser” californianas y se presentaban con  una puesta en escena que remitía a Estados Unidos. Esto fue antes de que Alex Turner se convirtiera en un músico prodigioso, aquel que se quejaba borracho en los Brit Awards de 2014, o que era expuesto por la prensa por evasión fiscal. Antes de escribir y tocar canciones que han alumbrado el rock del siglo XXI, era un joven que observaba y participaba de una escena sin identidad, abandonada por los acordes del britpop noventero y que buscaba nuevas inspiraciones en un incipiente movimiento llamado indie pop o bien, mirando al otro lado del charco.

Cuando los planetas se alinearon, Turner y compañía comenzaron el viaje a través de un garage rock desértico, que estaba angustioso de nuevas figuras; así, sus primeras composiciones fueron muy fieles al movimiento indie que emergió en Reino Unido, con acordes rápidos y bailables. Eran jóvenes pero tenían determinación, tal cual ha dicho el productor Jim Abbis, quien cuenta que en el estudio fueron inflexibles sobre las canciones que querían grabar, igual que un escritor que encuentra la estructura precisa para su historia. Así nació el EP Five Minutes with Arctic Monkeys, el cual contenía la canción ‘Fake Tales of San Francisco’. Si bien  su estructura no exhibía un depurado talento musical, igualmente era  agradable de escuchar y destellaba un estilo que, de a poco, fue posicionando esas imperfecciones como parte del encanto lírico de Turner.

Esta canción fue fácil de componer porque explora un tema familiar para Alex, ese que dice que las bandas intentan copiar a otras, en lugar de hacer lo suyo, tal cual lo observó muchas veces en aquel bar donde trabajaba siendo adolescente. Irónicamente, el riff de guitarra principal recuerda el riff de ‘I’m Bored’, de Iggy Pop, aunque la melodía vocal rápidamente evitaba la confusión. El significado  de ‘Fake Tales of San Francisco’, ese de dar cuenta de sus conciertos en los bares de Sheffield y la comparación con bandas norteamericanas, era un atrevimiento que delataba a un autor más avezado y no a un chico de dieciocho años porque había destellos de sabiduría y también de tristeza, sobre todo cuando se compara al amor con el ser ciego y sordo. Turner renovó una frase conocida y le dio un nuevo significado uniéndola con la reflexión de que una banda debe conectarse siempre con sus raíces, con aquello que la mueve por naturaleza y no crear una idea falsa de aquello sobre de lo que está hecho.

Escuchar  ‘Fake Tales of San Francisco’ valida el comienzo de la banda, es el demo ideal de esa primera etapa, ya que sus guitarras a destiempo y la voz poco desarrollada atrajeron a los fans que se iniciaban en el mundo de internet y, curiosamente, la prensa le dio valor a la crudeza, a la carencia de producción y experiencia como parte de la más bella experimentación, una que se enmarcó perfecta en un posterior primer disco repleto de frenesí y urgencia.

Tantos años después, la canción aún se aprecia como muy interesante, dentro de un disco fantástico y que asestaba un golpe de talento al mentón del rock del siglo XII. ‘Fake Tales to San Francisco’ nos mostró solo diamantes en bruto, tanto en lírica como en estilo, y aunque el sonido de la banda cambió sustancialmente, este tema permanece como una de esas obras que capturó, en todo su esplendor, a un grupo de jóvenes con gran competitividad y listos para desarrollar una exitosa carrera en la música.

Macarena Polanco

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