Cancionero Rock: “Killing in the Name» – Rage Against the Machine (1992)
Una explosión. Un llamado sublime a resistir, el que te golpea de entrada con ese riff demencial y presentación en grande de Zack de la Rocha como uno de los frotman más impresionantes del rock. “Killing in the Name” es el primer single de Rage Against the Machine, publicado en su álbum debut homónimo y lanzado en noviembre de 1992.
La canción nació como una crítica al racismo de la policía y demás organizaciones encargadas de la seguridad de su país. Cruzada por el tono de denuncia, enarbola la protesta más férrea a la brutalidad del ejercicio del poder en las calles. Fue compuesta 6 meses después del caso Rodney King, un taxista afroamericano que fue golpeado por la policía de Los Ángeles en marzo de 1991; acusado de conducir en estado de ebriedad, fue arrestado y atacado por varios oficiales, quienes finalmente fueron absueltos. La injusticia de esta decisión provocó la ira de las comunidades, dando lugar a días de incendiario conflicto entre los ciudadanos y la policía.
La banda puso el acento en la hipocresía inherente a la autoridad, extendiendo las críticas a la clase política y la sociedad misma. Desde las primeras líneas es evidente que Rage Against the Machine denuncia que los agentes policiales son los mismos que rompen el orden social. Con solo dos versos la banda habla, de manera clara y directa, sobre la segregación y los prejuicios raciales que han marcado la historia de su país, pero que son transversales y se duplican en otras latitudes.
“Some of those that work forces, are the same that burn crosses”
Matar pero ¿en nombre de qué?. El título sugiere que un asesinato siempre es mandatado por algo, ya sea por una creencia política, religiosa, de negocios, por dinero, o de otro tipo. La atmósfera de miedo generada por la violencia policial y la forma en que las personas son reprimidas cuando se cuestiona la autoridad conduce a una obediencia ciega y, en los versos de la canción, RATM intentan desesperadamente “despertar” al oyente, expresando el punto de vista de los agresores y la forma en que piensan y actúan.
Hacia el final, la banda no titubea en agregar el ingrediente del desafío a la autoridad, con ese verso que Zach escupe subiendo el nivel de su voz hasta llegar a la furia absoluta, para darle el aura contestataria y de protesta a un tema que ha soportado el paso del tiempo, porque las sociedades solo han aumentado sus niveles de violencia.
“Fuck you, I won’t do what you tell me”
Killing in the Name es la canción más famosa de Rage Against the Machine, reconocida en cualquier lugar por su salvaje riff de guitarra, por un bajo que sonaba como una legión rítmica, propulsada por una de las baterías con más groove de la historia, y por el tono desafiante de Zach y su llamado ferviente a la resistencia, a cualquier precio. Han pasado décadas y en la era de Trump parece estar más vigente que nunca. Punk, metal y hip hop, géneros en guerra que en “Killing in the Name” son una combinación absolutamente de guerrilla. Canción con vida propia, un himno del rock rebelde para quienes están en la primera línea tratando de cambiar el modelo que los gobierna.