Cancionero Rock: «La conquistada» – Los Jaivas (1975)
Qué podríamos decir de «La conquistada» de Los Jaivas. Poco y mucho a la vez, porque mucho se ha dicho. Es una canción que pese a su tono ensombrecido está compuesta de valores pletóricos y se encuentra muy bien encapsulada en un sentimiento de nostalgia, de aquella felicidad reprimida o extirpada de cuajo, algo que te hizo sentir pleno en algún momento de tu vida, pero que irremediablemente es un lazo que no volverás a vivir: «ella no existe más», como un sueño enterrado, sepultado pero jamás olvidado, y donde aunque ‘ese sol que brilló alguna vez se haya escondido en el horizonte de tu mente’, nos deja la sensación de que puede volver a ponerse en aquel mismo horizonte en algún momento. Si la miramos de forma optimista, como Los Jaivas suelen siempre darle esa vuelta de tuerca a sus canciones, y en esta ocasión a aquel sentimiento triste.
Porque sí, como todo sol, que se esconde en algún momento tiene que volver a salir. Es entender que después del fin del mundo al que sobreviviste viene un apocalipsis necesario de esperanza, el que todos tenemos ante una situación límite, y del que —como nos ha enseñado la humanidad—, podemos levantar cabeza, tratar de encontrar la salida. Las bellas palabras, la prosa y la inspiración del «poeta jaiva», el gran Eduardo Parra, para este temazo de su tercer disco homónimo o «El Indio» de 1975, nos remece el corazón. Se habla metafóricamente de una nostalgia enraizada en Chile cuando estaban en el autoexilio en Argentina, en que nuestro país estaba en la peor de las situaciones—lejos la peor—, que nublaba el avance cultural y artístico y pensando en las cenizas de lo que quedó en 1973, una serie de momentos felices que auguraba un futuro esplendoroso para la cultura en Chile, pero que se terminaba de forma abrupta a manos del cañón militar, aplacado por la fuerza y destilando el derrame de sangre de muchos de sus colegas músicos e idealistas.
Contemplando en mi memoria
hacia aquel lugar
En el horizonte de mi mente
se ha escondido el sol
como un recuerdo que me llega
de su corazón
ella no existe másComo un recuerdo que me llega
de su corazón
ella no existe másElla es una nube que el viento conquistó
La música también lo es todo para comprender el tema, lleno de matices, porque si ya la interpretación sublime de «Gato» es gran cosa, la construcción, hermanada con los hermosos pianos en tono de una especie de cueca melancólica, crece y crece mas hasta llegar a la inmensidad del solo de guitarra, en un tema que también alude, en la leyenda, a un viejo amor de Eduardo Parra que se fue a la guerrilla, del Tupamaru, un grupo guerrillero de Uruguay.
A lo largo de los años su redescubrimiento y relecturas no han hecho más que seguir venerándola, incluso en una encuesta convocada por el propio grupo, fue sindicada como la mejor canción de todos los tiempos de los viñamarinos, cosa que es muy difícil sentenciar ante su gigantesco cancionero lleno de inspiradas letras y musicalidad totalmente universal y enriquecedora, pero que da cuenta de cómo ha llegado profundo al corazón de la gente.
Por Patricio Avendaño R.