Cancionero Rock: “Let the Music Do the Talking” – Aerosmith (1985)
Llevaban un lustro cojeando, desde la partida del guitarrista Joe Perry a fines de los 70’s. Como reemplazo estuvo el bajo perfil Jimmy Crespo, con el que lanzaron dos trabajos no muy memorables —Night in the Ruts (1979) y Rock in a Hard Place (1982), al que este último se le restó la presencia del otro insigne de las seis cuerdas: Brad Whitford. Aunque, ya a mediados de los 80’s, terminó reuniéndose la formación original; y para la ocasión hubo disco de regreso: Done With Mirrors (1985), con Ted Templeman tras las perillas, el histórico productor de la primera etapa de Van Halen.
Pero no rindió como se esperaba, alejado de los inmortales firmados por Aerosmith; terminando con el rabo entre las patas. No obstante, de esa colección de temas destacó uno por encima de los demás, el que fue el primero de los singles promocionales: Let the Music Do the Talking, lo que mejor se le recuerda a esa placa; y que hasta la fecha aparece de cuando en vez en vivo. Se trata de una canción que no le falta personalidad, que desde el primer momento la apertura desenfrenada de las guitarras hace entrar en sintonía; decantando en la lascivia clásica de los oriundos de Boston.
No es casualidad de que fuese el gran punto alto, por sobre el resto, ya que fue escrita antes de que Perry abandonase la banda en 1979; él mismo encargándose del grueso de la composición —y que al año siguiente fue grabada por su cuenta, en su recién formado proyecto solista; aquella dando la sensación de que apenas se tratase de un demo, eclipsada por la versión llena de groove de Aerosmith, junto con un brillante Steven Tyler tras el micrófono.
El video, en tanto, tampoco tuvo mejor fortuna; relegado casi al olvido, tras el ninguneo de MTV —que recién posaría sus ojos para 1986, con el clip en conjunto de Walk This Way en que compartieron con Run-DMC. Pero la cadena televisiva sería parte vital del segundo aire de su carrera; con la exitosa tríada de Permanent Vacation (1987), Pump (1989) y Get a Grip (1993). Sólo debían dejar que la música hablase por ellos.