Cancionero Rock: «No Remorse» – Metallica (1983)
Es solo una más dentro de la cantidad de bombazos del thrash speed metal del más puro que ofrece el gran debut oficial de Metallica «Kill ‘Em All», un disco que suena fresco hasta el día de hoy y que fue clave para el movimiento de la Bay Area en el estilo, pese a que Metallica tal como conocemos hoy en día haya variado tanto su estilo.
«No Remorse» fue construida como un grito de guerra enfurecido, de actitud y confrontación muy llevado al grado de lo violento y que habla de enfrentar con fiereza a tus enemigos en combate, y por ahí radica más o menos la controversia en que estuvo metida. Con letra furiosa y a veces muy malinterpretada, estuvo en el ojo del huracán debido a lamentables hechos ocurridos en Estados Unidos en 1984.
El tema y la controversia crecieron cuando Troy Albert Kunkle, alias «No Remorse Killer» (adivinen por qué) y tres compañeros condujeron de San Antonio a Corpus Christi y vieron a un tipo llamado Stephen Horton caminando, a quien «le ofrecieron un paseo» y le exigieron que entregara su billetera. Kunkle le dijo a uno de sus amigos que matara a Horton. Cuando este se negó, Kunkle tomó el arma y le pegó en la cabeza a Horton y le dijo: «Vamos a llevarte de aquí y hacer volar tu cerebro».
Después de que uno de sus compinches esa noche condujera hasta detrás de una pista de patinaje, Kunkle le disparó a sangre fría a Horton en la cabeza y robó su billetera. Abrieron la puerta del automóvil y empujaron el cuerpo hacia afuera.
Después del disparo, Kunkle citó la línea de «No Remorse» «Another day, another death, another sorrow, another breath,” («Otro día, otra muerte, otra pena, otro aliento») y le dijo a su «equipo» que el asesinato había sido «hermoso».
La policía y la justicia norteamericana no tardó en apresarlo y condenarlo, pues ese mismo año en 1984 fue sentenciado a pena capital a través de la inyección letal. El cómplice principal Lora Lee Zaiontz recibió una sentencia de cadena perpetua y los otros tipos que lo acompañaron Russell Stanley y Aaron Adkins fueron sentenciados a 30 años por asesinato.
Lo más curioso es el estado de indiferencia humana de «No Remorse Killer», pues en plena corte el tema de Metallica fue escuchado como prueba para revisar sus letras en momento en que se decidía si iba a ser sentenciado a pena capital o no, y Kunkle no encontró nada mejor que escuchar el tema y hacer el característico «air guitar», como no preocupándole nada más que disfrutar la canción que tanto le gustaba.
James Hetfield y la banda tuvieron que salir en su defensa por tal tema: «Supongo que este chico se lo tomó a su manera. Por supuesto, estamos devastados, pero quiero decir que no teníamos nada que ver directamente con él».
Un temazo que se vio opacado por una lamentable situación, lo que no es primera vez en la historia del rock y metal, por cierto, cuando las malas interpretaciones entran en juego con las drásticas decisiones de la mente humana y poco tienen que ver con el real sentido del tema.
