Cancionero Rock: “Noche en la ciudad (Fiesta!)” – Los Prisioneros (1990)
Pese a que fue lanzado poco tiempo después que Aylwin ostentaba la banda presidencial, el cuarto disco de Los Prisioneros —Corazones (1990), todavía tenía discursos que apuntaban a la dictadura de Pinochet. Es el caso de la penúltima canción de aquella entrega: Noche en la ciudad (Fiesta!) —que le tomó prestados elementos sonoros a Blue Monday, de New Order. Una que no fue sencillo promocional, pero que de todas formas disfrutó de buena rotación radial.
Ya sin Claudio Narea, y su guitarra en la ecuación, la placa se orientó al synthpop; cortesía de los teclados cada vez más protagonistas —en vivo cubiertos por Cecilia Aguayo. Usando la misma dinámica que la brillante Corazones rojos, con sarcasmo de sobra, para abordar los toques de queda; triste medida impuesta, de forma intermitente, en suelo nacional entre 1973 y 1987.
“Hombres honrados y sin vicios, mujeres castas y piadosas; fuera de la ciudad los que no son de fiar. ¡Orden! ¡Moral!”, despacha casi de entrada Jorge González tras el micrófono; haciendo el alcance de lo que se esperaba de una población sumisa y adormecida. Una letra que remarca las puertas adentro, y toma vuelo tras el discotequero inicio; normalizando el “Sin moteles, sin borrachos, sin ociosidad, sin mentira, ni el engaño, ni la falsedad; y a las 12:00 todos deben reposar, para mañana en la mañana madrugar”. Dando a entender, entre líneas, cuál era la razón de fondo: la nula libertad de circulación.
Algo que en este punto veíamos como tan lejano y ajeno; un verdadero orgullo de nuestra democracia, que prescindió de esta labor del Ejército por más de tres décadas. Pero que sólo unas pocas horas después del estallido de descontento social; debido a la pésima lectura por parte de la autoridad, no se dudó en volverlo a convocar —entre el 19 y 25 de octubre pasado; como para el éxtasis de políticos de extrema derecha, que al menor percance siempre imploran por militares a las calles. Y nuevamente, no por la razón que quisiéramos, debemos recordar a Los Prisioneros y su mensaje que sigue siendo contingente.