Cancionero Rock: «Nutshell» – Alice in Chains (1994)
s quizá la más desgarradora canción parida en los ’90’s y un triste himno al hecho de cómo afrontamos la vida en determinado momento: auto cuestionamiento, desolación y un halo de oscuridad interno. Pese a tener algo que se presume ser lleno en tu entorno. Es parte de ese síndrome del rockero, que pese al éxito, fama y dinero, se siente profundamente vacío (y que vaya que ha cobrado vida ultimamente). El caso de Layne Staley, y como se sentía al poner su pluma para esta hermosa canción de Alice in Chains, así lo refleja claramente.
Lo que describe «Nutshell» (cáscara de nuez traducido literal), a grandes rasgos es de sentirse atrapado, lo de no sentir en determinado momento si donde estamos pisando en el camino de nuestra vida es realmente lo que queremos: «We face the path of time» («Nos enfrentamos a la senda del tiempo»), y no estar conforme con aquello: «We chase misprinted lies» («perseguimos mentiras erróneas»). También está diciendo que la soledad es un arma mortífera «And yet I fight, and yet I fight this battle all alone. No one to cry to no place to call home» («y sin embargo lucho esta batalla solo, sin nadie a quien llorar, no hay ningún lugar para llamar hogar»). Sin contar la brutal frase «I’d feel better dead» («me sentiría mejor muerto»), que lo sentencia todo descarnadamente.
Sin duda acá Staley llegaba a un punto que nos estremecía. Es verdad que en el cancionero de AIC hay mucho de esto quizá como «concepto», pero en ésta en particular es la melancolía de su marcha, la interpretación tan honesta y una pena escalofriante que sale de su alma lo que nos llega tanto, más aún después de su impactante muerte por sobredosis en 2002. Este tema, aquella fría noche en que se supo la noticia, resonaba en las cabezas de muchos que admiramos su música por varios años.
Staley era profeta, qué duda cabe. Ya en aquella etapa-e incluso antes-sabía de alguna manera que el gusto a la vida se le estaba diluyendo cada vez más. Constantes recaídas con las drogas, problemas serios en sus riñones (a causa de lo mismo) no lo dejaban tranquilo. Y de alguna forma-la más honesta y transparente posible-nos planteaba su letal futuro. Ni siquiera con segundas lecturas, ni tampoco con mensajes ocultos. Esta canción es una carta abierta y clara de desolación, en lo que, sin embargo, es una de las más bellas composiciones de la banda.
Si bien se conoció en ese gran EP llamado «Jar of Flies», una de las versiones que más estremece es la del Unplugged para MTV también. Recordamos ambas: