"Toxic Garbage Island" de Gojira nos habla de la brutalidad humana, expresada con la visceralidad…
Cancionero Rock: “Only Happy When It Rains” – Garbage (1995)
La lluvia es un símbolo nacional en Escocia, país de origen de la extraordinaria Shirley Manson. Sin embargo, nada de ese sentimiento de costumbre frente al agua que cae sin clemencia sobre nosotros, que a veces arruina pasatiempos o, en casos peores, genera depresiones estacionarias, fue la inspiración para uno de los singles insignia de Garbage. En septiembre de 1995, la banda lanzó su oda cargada de ironía y la hizo sonar muy fuerte, para que la escucharan los destinatarios de su mensaje y que estaban, preferentemente, en una ciudad: Seattle.
La canción, leyendo bajo sus líneas, se burlaba de las letras deprimentes de las que hacía eco el grunge y el rock alternativo que dominaron los ’90. Al principio, era difícil comprar esta interpretación, ya que el mismísimo Butch Vig había sido cerebro de uno de los emblemas de esa corriente norteamericana que terminó con el glam e inició el protagonismo de Seattle como cuna de un movimiento que se inspiraba en la desesperanza. Con el tiempo, Shirley Manson suavizó el tono sobre esa explicación y señalaba que el mensaje central del tema es sobre anhelar amor, aun sabiendo que la vida siempre estará llena de obstáculos. Ese tono pesimista, incrustado en cada estrofa, se enraizaba con la melodía contagiosa y ritmo primitivamente alegre de la canción, cuya producción equilibró muy bien el fondo pesado y nostálgico que desprende.
“Solamente nos estamos burlando de nosotros mismos. Hacemos mofa de la supuesta angustia inmersa en el grunge y rock alternativo, como si fuésemos transparentes con el corazón y nos exhibiéramos al escribir canciones tan oscuras” decía Steve Marker a la desaparecida «Addicted to Noise», pero más allá de si Cobain y compañía inspiraron esta mirada mordaz del sufrimiento de esa juventud, lo cierto es que “Only Happy When It Rains” prevaleció por la inmensa voz de tono frío y, a la vez, alegre, de la exuberante Shirley Manson, la cual se escucha como si la lluvia estuviera cayendo sobre su rostro lleno de risa.
La crítica la recibió muy bien y la consideró un testimonio bien armado y que daba brillo a la tristeza y a las emociones grises. Así, el desaliento era convertido, por Butch Vig y compañía, en oro puro y, sin quererlo quizás, “Only Happy When It Rains” se convirtió en un regalo para toda una generación y ayudó a definir la década.