Es innumerable la cantidad de veces que lo hecho por Los Prisioneros sigue siendo aplicable…
Cancionero Rock: “Postmortem” – Slayer (1986)
Muchos coinciden que 1986 fue un año determinante en la historia de Slayer y del metal en general. Nacía Reign In Blood, un disco de media hora de duración, cargado de violencia y furia, de puro thrash!. Muy pronto se convirtió en clásico, hizo crecer la legión de fans de la banda porque contenía himnos gloriosos del género, como ‘Angel Of Death’ y ‘Raining Blood’. Sin duda que ambos temas se imponen en cualquier ránking que se haga respecto a las grandes batallas sonoras que dejó esa era dorada, pero al ser tan grandes y sumamente difundidas, opacaron a otras igual de singulares y asombrosas. Una de esas es ‘Postmortem’.
Reign In Blood está cargado de la historia de Slayer, la que había permitido enganchar mucha juventud con Hell Awaits al mantener su porte emocional, combativo, con expresiones artísticas que impresionaron a esos jóvenes al escuchar historias del infierno y del demonio, sin embargo, en esta ocasión los de California tocarían otra temática, la de la muerte, y ‘Postmortem’ adhirió a esa línea narrativa logrando uno de los momentos cumbre del disco.
¿Quieres morir?
Las ondas de sangre se están acercando
Golpeando en las paredes de las mentiras
Apagar mi cordura
Volviendo a mi mente
Cuerpo que no se levanta de la tumba
Mostrando nueva realidad
Lo que soy
Lo que quiero
Sólo estoy después de la muerte
‘Postmortem’ se inicia con un riff sencillamente genial, acompañado de timbales y platos que hacen el camino para desembocar en un medio tiempo de thrash puro y duro. Un tema memorable que en su cúspide muestra un crescendo que otorga esa última parte brutal, la cual, debido a un fallo en la masterización en su edición de CD, entró a formar parte de la pista de la siguiente canción: ‘Raining Blood’. Se nota la mano de Jeff Hanneman en la atmósfera densa y lúgubre que logra, mientras que Kerry King se fue más a la segura y añadió la dosis correcta de brutalidad. Como en otras canciones, se mantienen en un tono constante hasta que el ritmo cambia súbitamente y empieza el juego entre las guitarras. El sonido de la lluvia y los tres golpes de batería más reconocibles del metal son otro instante de máxima lucidez de la banda porque…¡Qué grande está Lombardo en todo el disco y en esta canción!, la que muchos han encasillado incluso como metal progresivo también, sobre todo cuando se escucha la introducción comparada con el fin. Y el bajo se oye fantástico porque Tom Araya es un bajista de enormes proporciones, y aquí lo demuestra junto a su interpretación, que va desde el canto lento e inquietante de la primera mitad, hasta los cien kilómetros por hora que escupe en los segundos finales.
‘Postmortem’ es un tema imprescindible de esos años, ya que reúne muy equilibradamente las secciones lentas y la más pesada. Sin embargo, es el puente que hace con ‘Raining Blood’ la que da el corolario a toda esta oda a la muerte que se pregona en el disco. Incluso podríamos hablar del tándem ‘Postmortem/ Raining Blood’, porque debería haber sido una sola canción al quedar, la primera, como en puntos suspensivos, para darle la entrada a ese otro himno que la dejó invisibilizada, pero nunca olvidada. Jamás será tarde para descubrir y darle su merecido aprecio a una creación de tanta factura como ‘Postmortem’, con sus riffs inmensos y la voz de Araya que le dio un enorme carácter.