Metallica en sus inicios probablemente ni se imaginaba en la tremenda corporación del metal en…
Cancionero Rock: “Seek & Destroy” – Metallica (1983)
No solo por ser el debut, “Kill’em All” encapsula mucho de la esencia de Metallica. Allí está el aliento primitivo, la idea inicial que guiaría el destino de una gran carrera. Y si bien, todas las piezas del álbum encajan y son muy queridas por la fanaticada, muchos concuerdan con que “Seek & Destroy” reúne casi todos los elementos que han distinguido a la banda tras décadas de música.
Metallica pudo grabarla después de haberla interpretado en directo por más de un año. Y como la habían probado tanto en vivo, sabían perfectamente qué provocaba en la gente, conocían de su rabia y su fuerza.
Su origen se remonta a “Dead Reckoning” de Diamond Head, uno de los temas que más influenció a Metallica en esos años adolescentes. Así lo confirmó Lars Ulrich en 1993 agregando, incluso, que el thrash existe gracias a la famosa banda inglesa. El riff de “Seek & Destroy” es uno de los más reconocidos en el mundo metal, tomando esos acordes como trampolín para posicionar su sonido, junto con ser de las notas más reconocibles de su primer álbum. Hetfield logró que el discurso y su energía se grabaran en nuestras mentes, tanto así, que nos han acompañado toda la vida, y por más que pase el tiempo, parecen no envejecer. La canción tiene muchos recursos distintivos, siendo uno de ellos, el solo impregnado de velocidad, a pesar que no busca precisamente ser speed, lo que se debe a la influencia de Dave Mustaine por aquel entonces; el actual Megadeth le otorgó un gran protagonismo a la guitarra, la cual evoca reminiscencias de los inicios de Iron Maiden; aunque Kirk Hammett no se demoró nada en adoptar la propuesta. Cliff, por su parte, se pasea con su destreza en el bajo y sabe cómo introducir su atmósfera, sobre todo hacia la mitad del tema, cuando cambia el arreglo y acelera la canción, dando paso a otro de los riffs emblemáticos de James y un patrón de batería interesante de Lars, un solo que siempre ha sido anunciado en vivo.
La letra habla sobre el impulso de matar, pero no literalmente como un asesinato a otro. Es una historia de persecución, de rastrear y buscar al enemigo para, después, destruirlo. Otra interpretación que ha tenido, es que podría referirse a la autodestrucción de la sociedad en la que vivimos:
«…No hay escape y eso es seguro. Este es el fin, ya no lo tomaremos.
Dile adiós al mundo en el que vives. Siempre estuviste tomando y ahora estás dando…».
“Seek & Destroy” prácticamente nunca ha salido del setlist y Metallica le ha sacado todo el jugo posible. Es impresionante cómo la han ido acomodando a medida que han ido quemando etapas; la impronta del tema cambió desde cuándo era interpretada por Jason Newsted, quien la volvía una ola death metal, gutural incluido, hasta llegar a ser el final de la fiesta, con pelotas gigantes para el público. Ha pasado de los casi siete minutos de su versión de estudio, a los dieciocho de la gira 1993 y que se encuentran registrados en el CD “Live Shit: Binge & Purge”, pero sea cual sea el momento en que la viste en vivo, seguro fuiste parte del coro “searching… seek and destroy”, el que se escuchan hasta la última fila de donde sea que la banda esté tocando. Y como si todo esto fuera poco, en la línea inicial, James siempre menciona la ciudad en la cual se están presentando: “scanning the scene in the Santiago tonite”, lo que involucra a la gente para ser parte de la canción desde que comienza.
“Seek & Destroy” es el primer grito que enarbolaron los primeros fans de la onda thrash metal y es obvio que la banda la tiene como favorita, de las fijas, casi a la altura de obras seminales como “Master of Puppets” o “Creeping Death”. Ha sido interpretada casi 1300 veces en vivo y en el torneo “Some Kind of Bracket”, la votación que la propia banda viralizó por Facebook e Instagram para que los fans escogieran su mejor canción, “Seek & Destroy” llegó hasta cuartos de final y solo fue abatida, de cara a semifinales, nada menos que por la superventas “Enter Sandman”. A estas alturas, es imposible imaginar un show de Metallica sin el “busca y destruye”, el que representa los cimientos firmes sobre los cuales la joven banda de 1983 construyó su imbatible historia.