Cancionero Rock: “Still Loving You” – Scorpions (1984)
Dentro de su carrera, la fórmula Scorpions siempre rindió buenos frutos: sembrar, de manera certera, algunas lentas entre su conocido material pesado. Ejemplos hay varios, como Born to Touch Your Feelings (1977), Always Somewhere (1979) o No One Like You (1982). Pero la que resalta a todas luces es parte de su noveno disco de estudio, publicado en 1984: el multi platino Love at First Sting. Aquel mismo que los terminó de consolidar como una banda de clase mundial.
Estamos hablando del mejor legado de los alemanes, y que de paso terminó de conquistar el mercado estadounidense —que tan esquivo le había sido. Una placa a la que no le entran balas, que de por sí es un grandes éxitos. Bad Boys Running Wild, Rock You Like a Hurricane, Big City Nights; por nombrar lo más trascendente de aquella entrega. Pero no se contentaron sólo con ello, porque la última pista es la inmortal Still Loving You.
No existe otra power ballad tan icónica como esa, tan transversal a todos los gustos; que apenas comienza a sonar las primeras notas de la guitarra, puede ser identificada por cualquiera. Con un ritmo delicado, y una lírica sumamente endulzada; se deja entrever la angustia del locutor, intentando convencer a alguien que el romance de ambos no ha terminado.
Aunque también queda abierta a la interpretación, como doble lectura, de que se refiere a Alemania Occidental y Oriental —por aquella época todavía dividida por el Muro de Berlín; por versos como “Tu orgullo creó un muro tan fuerte que no lo puedo atravesar, ¿realmente no hay más posibilidades de volver a empezar?”, o “El amor, sólo el amor puede derribar el muro algún día”.
Su origen data de los últimos años de los 70’s, archivado en carpeta como material inconcluso —referido en entrevistas que estuvo dando vueltas, sin siquiera ser grabada, alrededor de seis años. Rudolf Schenker, de modo paulatino, se encargó de la música —y él, de manera excepcional, es quien toma el rol principal en el solo de guitarra; tanto en estudio como en vivo, hasta el día de hoy.
El crédito compositivo de la letra recae en el vocalista, Klaus Meine, tras un día de excursión a la nieve. Resulta destacable el hecho de que en ningún momento de la canción se nombra el título de la misma, hasta recién la parte final donde asoma siete veces —en el último par de minutos.
Debutó como el segundo single promocional del álbum, en julio de 1984, acompañado de un videoclip con tomas de un concierto en Dallas —acortado en un tercio, de los seis minutos y medio de la versión del LP. Terminó valiendo dividendos millonarios, más en Europa que en Estados Unidos, considerándosele pronto como un emblema de la banda; y dicho sea de paso, ganó un lugar vitalicio en concierto donde jamás puede faltar.
Volvió a hacerse presente el año 2010, en formato de secuela, para la placa Sting in the Tail. Allí, SLY pasa desapercibida como otra power ballad del catálogo —volviendo a la ya mencionada fórmula Scorpions. Con el mismo ritmo lento y dulzón, de una romántica, se aborda la relación con una mujer del mismo nombre. Pero lo cierto es que se trata de un acrónimo, formado por las iniciales de Still Loving You —según ellos mismos se referían, para homenajearla tras 25 años uniendo parejas. Pero esconde un hecho puntual: la explosión de natalidad, en que Francia se vio envuelta el verano de 1985 —nombrado textualmente apenas en la segunda línea.
El guitarrista se refiere a ello: “Estábamos en un show de televisión francés, y el conductor que nos entrevistó nos dijo: Oigan, muchachos, ¿sabían que ustedes son los responsables de aquel baby boom? Nos reímos como locos. Y sí, fue medido por el gobierno. Es increíble”. Por ello no resulta extraño que en la letra, se le refiera a esta SLY como “mi alegría y mi orgullo”; tal como si se tratase de una verdadera hija —y que, desde mediados de los 80’s, terminó siendo un nombre femenino recurrente en territorio galo.