Cancionero Rock: «Trani» – Kings of Leon (2003)

Los Kings of Leon desde sus inicios fueron una banda cristiana, quizá ahora demostrado más que nunca en sus letras y en sus shows. Un asunto de familia para una banda de familia. El núcleo de los hijos de un predicador pentecostal, compuesta por los tres hermanos Caleb, Nathan y Jared Followill y su primo Matthew.

Pero en las letras de sus primeros discos la cosa no iba tan fervientemente religiosa, digamos que todo lo contrario, habían cosas bastante ‘terrenales’, historias de sexo, drogas, alcohol inundaban en los manuscritos de la banda, y “Trani” es un claro ejemplo de ello.

Y claro, el padre de los KOL fue predicador, pero también fue expulsado de la congregación debido a sus problemas con el alcohol (sin ir más allá, fue compañero en rehabilitación del legendario Alice Cooper), algo que de alguna u otra forma recaló en la forma de abordar el rock y la lírica de los KOL.

Quizá fueron los tiempos más taquilleros de la banda de Nashville, “Trani” de su debut de 2003 «Youth and Young Manhood», entra algo así como en clave, en un tema de reminiscencias blues, penetrante, lánguido y aletargado, pero con mucho sentimiento. El título del tema hacía referencia al diminutivo para los transistores de frecuencia radial, pero también a la forma coloquial de referirse a los transexuales.

Es curioso el paralelo en este sentido, hablando del “White noise sound” o ruido ensordecedor que emiten las frecuencias mal sintonizadas, pero también de lo que según esta historia algo sórdida que se cuenta de “Trani”, revolcándose en el suelo emitiendo gemidos y alaridos. Dentro de la ambigüedad las letras de Followill tienden a defender ese miedo a la elección, al prejuicio social para con los transexuales. “Los chicos tienen la cabeza hecha todo un lío, no saben lo que aman o lo que merecen conseguir, con ese gusano en la entrepierna, no saben a qué pez morder esta noche” canta Caleb en la decidora letra del tema.

Suena triste y algo reivindicatorio, producto de lo que veían ellos mismos en sus noches de juerga en los suburbios y un tema poco tocado en la música, de hecho; por otra parte, una de las canciones más brillantes compuestas por el cuarteto y en una época dorada donde lograban sin duda su primer certero paso hacia el estrellato.