Una de las bandas insignes del metal mundial avisa llegada a Chile, se trata de…
Cannibal Corpse en Chile: Una sordera que durará un par de días
Cannibal Corpse regresó con todo a Chile después de un buen tiempo. Volvieron a pisar suelo nacional tras cuatro años y no decepcionaron, pues hicieron vibrar el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins, en el marco del tour de su último trabajo, Violence Unimagined (2021).
Los chilenos Lefutray fueron los encargados de dar el puntapié inicial al concierto y estuvieron a la altura de las circunstancias a medida que se fue llenando el lugar. La gente se fue prendiendo con su thrash metal con tintes de death y groove y fue un buen aperitivo para lo que vendría después: un Cannibal Corpse que demostró que está más vigente que nunca con un setlist plagado de sus creaciones más recientes, pero sin olvidar esos himnos que perdurarán hasta el fin de los tiempos.
La legendaria banda de death metal estadounidense dejó literalmente sordos a los asistentes. Arrancó su presentación con The Time To Kill is Now (Kill) y Scourge of Iron (Torture), dos canciones que, si bien, pertenecen a dos discos que se lanzaron en 2006 y 2012, respectivamente, ya se convirtieron en himnos de la agrupación oriunda de Nueva York. Cannibal Corpse tuvo un arranque demoledor, para luego exhibir canciones de sus últimos lanzamientos, «Red Before Black» (2017) y «Violence Unimagined» (2021).
El mosh pit fue creciendo progresivamente con el transcurso del concierto y, en algunas ocasiones se puso algo peligroso, ya que la cerveza y sudor empezaron a empapar el piso, por lo que más de uno resbaló y cayó irremediablemente al suelo, mientras sonaban canciones emblemáticas como Fucked with a Knife, Evisceration Plague, Gutted, The Wretched Spawn y I Cum Blood.
No es fácil mantener la intensidad de un concierto como este. Varios se fueron cansando con el correr de los minutos y pedían una cerveza bien helada a gritos. Sin embargo, la simpatía y constante diálogo de George Fisher con el público hacía olvidar las ansias de la sed, que cada vez eran más grandes. «Corpsegrinder» se ve un tipo duro, pero las apariencias engañan, en el fondo solo quiere lo que los demás queremos: rocanrolear.
La gente agarró un segundo aire con el entusiasmo de Fisher y eso se notó claramente en Unleashing the Bloodthirsty, probablemente una de las canciones más significativas de su álbum «Bloodthirst». Increíblemente, esa canción fue una especie de semilla del ermitaño para los asistentes, quienes recuperaron la intensidad y energía, comportándose como si el concierto recién estuviera empezando sin notar que solamente quedaban unos minutos para el fin.
Posteriormente, Cannibal Corpse aprovechó el segundo aire del público para finalizar su recital con varios clásicos A Skull Full of Maggots, Stripped, Raped and Strangled y el legendario Hammer Smashed Face, que terminó de consumar la sordera y dolor de cuello de los asistentes, quienes probablemente sufrirán estas molestias por, al menos, un par de días. Pero vale la pena, ya que siendo objetivos, después del concierto de Metallica, fue el evento de metal más grande en el país desde que inició la pandemia. Cannibal Corpse comprobó que supo renovarse con en el tiempo. No por nada, son una de las agrupaciones más influyentes en la historia del death metal.
Por Álvaro Alfaro
Fotos: Cristian Calderón