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Clase metalera de 1991: los discos de metal que cumplen 30 años
Continuando con nuestra serie de revisión de discos que cumplen 30 años (ya hemos dejado una lista especial con los que son de rock), y reafirmando que 1991 se forjó como un año de recambio en el estilo sin duda, es hora de echar mano al metal. Y si bien fue año «bisagra» o en que el thrash ochentero iba de capa caída, el metal en general dijo presente y bastante. Al contrario de ese thrash tan explosivo de la Bay Area algo obsoleto en movimiento o como el glam imperante en los ochenta que definitivamente estaba en sus últimos estertores, se continuó la buena senda de bandas nacientes a fines de los ochenta con grandes exponentes del estilo. Algunos que reafirmaron carreras, otros que propusieron cosas novedosas y otras bandas de más longevidad que optaron por el cambio de rumbo en señal de unos tiempos en que los sonidos buscaban innovar en todos los estilos, dando vida al nacimiento de algo sumamente transformador para la creciente década.
Acá seleccionamos algunos discos que ya se han ganado el sitial de esenciales en la categoría, transformándose muchos en discos de culto y que no han abandonado-pese a los años y los cambios categóricos y subestilos creados a partir de éstos mismos -nuestra discoteca, reproductores móviles o nuestro cariño por ellos. Discos de sonido rotundo, progresivo, muchos brutales, y otros que quizá pudieron quedar un poco en el olvido para los que no son/fueron puristas pero más que la pena vale rescatar. Al final de la lista dejamos un playlist con todos los mencionados.
Paradise Lost- “Gothic”
Gothic, es la pionera segunda obra de estudio de los británicos Paradise Lost. Un disco que sentó los cimientos del metal gótico y que además llevó a la banda a transformarse en maestros precursores del doom/death. Si bien en este disco PL no abandona sus mórbidas raíces death metal, es posible apreciar un giro musical y una madurez en composiciones, gracias a arreglos mucho más elaborados, fuertemente enfocados en las melodías. La inclusión de diversos elementos (principalmente desde el rock gótico), el uso de voces femeninas, o el apoyo en teclados, ayudan a generar lúgubres atmósferas y situar al oyente en una extrema y brutal melancolía. Gothic ostenta de principio a fin, un fenomenal trabajo en guitarras gracias al dúo Mackintosh–Aedy, destacando en especial las primeras guitarras de Gregor Mackintosh; desbordantes de un talento sin igual y que en piezas como Gothic, Shattered, Eternal o Angel Tears, pareciera rescatar las gélidas sonoridades de legendarias bandas góticas como The Sisters Of Mercy o Christian Death. Una experiencia excepcional, que se suma a la sólida ejecución rítmica de Matthew Archer en baterías, Steve Edmondson en bajo, y a la voz crudamente áspera, por momentos bajo-barítono, de Nick Holmes. Sin duda una pieza crucial que ha sido y seguirá siendo una inagotable fuente de inspiración para todos aquellos amantes del metal más extremo y de raíces sombrías.
Death- “Human”
Esa batería ascendente, casi tribal que abre el disco provoca una sensación de intriga, suspenso y, sin embargo, tienes la certeza de lo que está por venir. Y no te equivocas, llega el sonido de Death arrasando con todo a su paso. Brutal, agudo y misterioso, pero en esta ocasión agrega un toque progresivo que dará las directrices al sonido que se avecina en sus trabajos futuros. En el Human, Chuck toma un camino conceptual muy diferente a lo que había hecho hasta ahora. Sus letras son introspectivas, adiós a la violencia como recurso lirico; sin embargo, esta restricción se limita al contenido de sus canciones. En la parte musical, la agresividad se mantiene constante durante todo el disco. Esta combinación magistral de música extrema, con un componente progresivo que te hace más difícil el “headbanging” y una lírica reflexiva provoca un contraste que no podía ser más necesario. Ciertamente, una pieza imprescindible y otra joya más del gran Chuck Schuldiner, quien nos sorprendía en cada entrega, superándose a sí mismo de una forma increíble. Era el hombre que intentaba salir de la onda mientras todos querían entrar.
Armored Saint- “Symbol of Salvation”
En pleno boom de Metallica, de Nirvana, y a pocos meses del auge absoluto de Pantera, Armored Saint lanzaba su cuarto disco y con más ganas que nunca. “March of The Saint», “Delirious Nomad» y “Raising Fear” eran maravillas que quedaban pequeñas en comparación a lo que la banda de Joey Vera y John Bush planearon para este trabajo, el que trajo un sonido enorme en las guitarras, una producción ideal , una banda entregada y que se escuchaba moderna, al tiempo que inconfundible. Armored cedió ante la presión de la escena y entregó un disco que les gustó a todos, desde el metalhead que se rompía el cuello, hasta al que esperaba cierta sofisticación. Por decirlo de algún modo, esta fue la época “Black Album” de Armored Saint…heavy, diseñada para agradar, pero igual de garrera e inolvidable.
Carcass-“Necroticism-Descanting the Insalubrious”
Disco que filtra a todo aquel neófito que quiera husmear qué significa este sonido, y deja dentro solo a los ya iniciados en el death y grind. La música de Carcass está blindada, protegida de la curiosidad bajo decenas de gruesas capas de horror puro. “Inpropagation” debe ser una de las mejores canciones death de la galaxia, “Corporal Jigsore Guandary” recuerda a Sodom porque éstos buscaron, en los ’90, sonar como los de Liverpool; “Pedigree Butchery” y “Carneous Cacoffiny” son el símbolo de un álbum conceptual, demostrando que Carcass no solo ha sido influencia para toda banda grindcore que se respete, sino que también lo ha sido para el thrash y el death. Base rítmica de locura, destellos técnicos en los solos, inmensa calidad en Michael Amott y Bill Steer , y un trabajo metal muy cercano a lo que uno definiría como obra maestra.
Entombed- «Clandestine»
Hay que aplaudir de pie a Uffe, Alex, Lars y Nicke, por haber creado “Left Hand Path” y “Clandestine”. Hay cambios de ritmo, hay precisión, hay gritos desgarradores y hay caos en cada nota; las guitarras están brutales y la sensación de rabia es notoria en cada compás; es vértigo y velocidad 100% Entombed. “Clandestine” es una pieza de relojería donde todo se engrana, no hay nada que sobre en esta avalancha de canciones que se complementan a la perfección.
Authorize- «The Source of Dominon»
Total agresión al oyente, con maldad y oscuridad que huele al mejor old school sueco. Es cierto que hay sintetizadores, pero su fin no es suavizar la atmósfera, sino que acrecentar aún más la sensación de opresión que atraviesa el disco. No hay medias tintas y desde el inicio sabemos qué se avecina…una “Darkest Age” que se erige como absoluto himno, o la funeraria “God of Christianity” y la fantasmal “Mindless Confusion” recuerdan los inicios de Paradise Lost, dando cuenta que para comprender esta propuesta (y varias más del género) hay que tener el oído curtido en otras batallas. Disco valiosísimo que trajo consigo un inhóspito mundo de sombras, pero que vale la pena todo el rato.
Massacre- «From Beyond»
De esos discos que marcan el terreno desde el primer segundo. Abrasivos estribillos, en el que la guitarra de Rick Rozz cobra un relieve mayor en comparación al resto, mientras que la voz de Karm Lee es apoteósica, y le saca brillo a esa leyenda que dice que fue el forjador de lo guturales en la escena. Cierto o no, es su voz intimidante la que entrega el aura clásica a cada tema de este compilado donde se suceden solo himnos imprescindibles, que hicieron que la banda fuera referencia obligada para el que se precie de ser un buen deather.
Corrosion Of Conformity- «Blind»
Blind, tercer disco de estudio de los norteamericanos Corrosion Of Conformity, destacó por ser el comienzo de una interesante metamorfosis en la carrera de la banda. Con nuevos integrantes, partiendo por el debut (y despedida) de Karl Agell en voz principal, y el reclutamiento de Pepper Keenan en guitarras rítmicas, hizo de éste un disco sumergido en las sonoridades más clásicas del Heavy Metal de los años 80’s, pero fusionadas con sonidos propios y emergentes. Como un perfecto acople al trabajo de Woody Wheatherman, primera guitarra y único miembro permanente de la banda, la participación de Keenan en guitarras y su interesante incursión en voces, terminaron por asentarlo como frontman de lo que sería una nueva era COC; etapa en la que la banda comienza a desengancharse de su sonido Hardcore punk original (que ya venía tomando elementos del Trash), para iniciarse en nuevas variantes, como el Stoner rock y Sludge Metal. Cargado de variados matices, Blind es una especie de disco-transición que exhibe ciertos atisbos de lo que estaba por venir en términos de la sonoridad de la banda, señales muy palpables en piezas como la anti sistémica Dance of the Dead, la cautivadora Shallow Ground, la arremetedora Vote with a Bullet, los colosales riffs de Great Purification y White Noise o los ritmos más templados de Echoes In The Well. Blind es sin duda un notable lanzamiento que marcó la carrera de COC y de igual forma, se transformó en un fiel reflejo de la evolución del metal a partir de la década de los 90’s.
Sepultura- “Arise”
Extremo, oscuro, y agresivo: eso es “Arise”; cuarto álbum de estudio de los de Belo Horizonte. Grabado con un mayor presupuesto que sus anteriores trabajos, denota una mayor calidad en cuanto al sonido, además de algunos elementos que no habían sido utilizados previamente, sobre todo en lo que a percusión se refiere. “Arise” logró darle a Sepultura el reconocimiento que hace rato venían buscando, restregándole al mundo que en Latinoamérica también hay metal y del bueno. La fórmula de “death-thrash” que venían labrando encontró su punto cúlmine en este álbum, lo que lo convierte en una obra que no puedes dejar de oír. Desesperanza, visiones apocalípticas y locura, son el hilo conductor en este violento viaje, que a pesar de la constante brutalidad y crudeza, también cuenta con pasajes muy emotivos e inspiradores que son un pequeño respiro entre tanto poder y desenfreno. Sin duda un disco fuerte y decisivo en la carrera del grupo y la industria en general, un trabajo emblemático y de calidad que demostró que hay metal en todo el mundo, “incluso en Indonesia”.
Cannibal Corpse- “Butchered At Birth”
“Butchered a Birth” es sin duda uno de los álbumes más honestos de Cannibal Corpse. En esta segunda placa podemos empezar a escuchar la identidad del sonido de Cannibal en pleno, ya distanciándose un poco de las influencias de bandas thrash como Slayer o Kreator como ya lo escuchamos en su opera prima “Eaten Back to Life”. Jack Owen y Bob Rusay dan cátedra de cómo hacer sonar sus instrumentos retorcidamente brutales, acompañados del extremo Paul Mazuriewicz, un maestro del doble bombo y el blast, junto con Alex Webster en bajo. La voz de Chris Barnes es expresamente gutural y el nivel técnico de la banda es superlativo, entregándonos desde su ruidosa y expectante intro un disco lleno de temas considerablemente potentes como “Metal Hook Sodomy”, “Gutted, “Vomit the Soul” (con la colaboración de Glen Benton de Deicide) o “Rancid Amputation”. Cosa aparte es su controversial portada a cargo del artista Vincent Locke, que nos muestra una sádica imagen de un par de zombies devorando a una mujer y su hijo. No por nada el álbum estuvo prohibido en países como Alemania hasta el 2006. Un disco con un sonido totalmente auténtico, mostrando lo extremo que puede ser el contenido y lo sonoro, soltando toda la rabia y potencia en sus casi 40 minutos de duración. Una joya que ya cumple 30 años.
Metallica – «Metallica»
El álbum “Metallica” marcó un antes y un después en la historia del metal. En el ´91 muchos fans de la banda no estuvieron muy contentos con la música que este disco proponía. Se incorporaron diversos cambios tanto en el sonido como en la música. Pero hoy podemos ver como con el tiempo el título del disco (“Metallica”) no pudo haber sido mejor escogido. El sonido es finalmente (hoy) el más representativo, tanto en música como en temáticas. La voz y los riffs de James Hetfield son perfectos, Kirk Hamett compuso los solos de guitarra de manera impecable para cada tema, la batería de Lars Ulrich suena con un peso muy potente, precisa y con el bombo marcando mucho más, y el bajo de Jason Newsted se revindica sonando como un cañón. La producción del legendario Bob Rock les aportó un sello a los de L.A, entregándole un sonido maduro, un poco más comercial (si se quiere) pero de primerísimo nivel. El disco está repleto de himnos, partiendo por “Enter Sadman”, un temazo que quedará para siempre en nuestros oídos y retina. “Sad But True”, “The Unforgiven”, “Wherever I May Roam”, “Nothing Else Matters” nos dan una lección de lo que es buen metal, y por qué no decirlo buena música. El álbum “Metallica” (o “The Black Album” como se le conoce) obviamente se convirtió en el más exitoso de la carrera de la banda, catapultándolos a lo que hoy son, una verdadera institución del metal, una banda de talla mundial que se atrevió a apostar por algo distinto hace 30 años.
Anthrax-“Attack of the Killer B’s”
Un álbum compilatorio con canciones en vivo, covers y rarezas del grupo, muy divertido de escuchar, dinámico y con esa fuerza característica de Anthrax que te induce a subirle todo el volumen y entregarte al desenfreno. El disco tiene mucho de qué hablar: uno de los primeros grupos que quiso juntar el metal con el rap, de la mano de Public Enemy trayendo “Bring the Noise” tema que se convertirá en inspiración para una nueva generación de bandas. Versiones en vivo que suenan más poderosas que en su versión original, covers muy bien logrados, que vale la pena mencionar “Protest and Survive” de Discharge, “Parasite” de Kiss, “Sects” de Trust, banda francesa y un elogio al clásico tema de surf rock “pipeline”. La banda también se sumó a la extensa lista de agrupaciones que cantaban en contra del “Centro de Recursos Musicales para Padres” (PMRC, por su sigla en inglés), aportando con una crítica dura pero muy graciosa en contra de la institución, y que a pesar de la simpatía de su construcción es un himno a la libertad de expresión. El cierre es una sátira a las bandas que se valían de sólo un meloso hit para hacer crecer su popularidad, dejándonos con un Joey conmovido por semejante balada. Anthrax sabe hacer llegar su mensaje a través de su música, abarcando desde el comic hasta lo social, muchas veces con un humor que se agradece porque te hace disfrutar mucho más a estos grandes del thrash.
Overkill- “Horrorscope»
Overkill en un concepto: es la esencia del thrash metal. Una banda que se ha mantenido fiel a sus valores, como un estandarte de la vieja escuela y en cuanto a discografía, una de las más prolíficas. El Horrorscope continua una sucesión de álbumes clásicos, donde existe sólo un componente principal: thrash puro y duro, mejorado sí, pero tan honesto y comprometido con el estilo como la banda misma. El cambio en la alineación, (entra Merritt Gant y Rob Cannavino) provocó incluso una mayor simetría entre las guitarras, aportando una energía desbordante y aún más agresividad a un disco que, si se trata de poder, se para solo. En esos mismos años, las caras más visibles del estilo estaban dando un giro más masivo a su música, abriéndose a nuevos esquemas, nuevos públicos y probando diferentes ingredientes en sus respectivas recetas, lo que les valió más notoriedad y regalías. Sin embargo, Blitz y su tripulación se subieron al barco del thrash más primigenio y si se hunde, se hunden con él, sin miramientos. El Horrorscope, es una obra fundamental, imponente y un monumento al metal y a sus fieles seguidores. Sin duda, una de las joyas más brillantes de la corona del thrash norteamericano.
At The Gates- «Gardens of Grief» EP
La primera muestra de visceralidad de los determinantes maestros del metal melódico de Gotemburgo. «Gardens …» es una pieza de música death metal bastante ambiciosa, que rápidamente capta sentimientos bastante específicos y distintos de otras bandas. Esto se puede escuchar después de la apertura de «Souls Of The Evil Departed», y ya con el avance realmente mucho más. El primero se distingue por su ritmo rápido, el siguiente «At The Gates» y «All Life Ends» por un clima abrumador y una diversidad considerable, y «City Of Screaming Statues» por la mejor melodía (no sin razón, fue la única que apareció más tarde en el debut). La producción también profundiza la buena impresión, por lo que en general el conjunto es relativamente fácil y agradable de escuchar. «Gardens Of Grief» funciona bastante bien como un anticipo de su primer álbum. . Tal vez un poco corto y ligeramente diferente estilísticamente, pero aún así, una excelente primera dosis de buen death melódico.
Suffocation- “Effigy of the forgotten”
Brutal, intransigente y original, este LP supera casi todo lo que se presentó en 1991 a través de la escena brutal del death metal. Napalm Death estaba a la altura de ‘Harmony Corruption’ de un año antes, pero este se podría decir fue un poco más lento en comparación, no mucho. Disco que iluminó el camino hacia la escena del death metal con el recién nacido Entombed (unos años antes) y Deicide. Pero Suffocation tiene su propio sonido aquí, que seguirá siendo uno de sus mejores álbumes, si no el mejor. Todo parecía encajar y los riffs son increíbles. Es todo denso con un tono pesado y distorsionado. Las voces son uno de los pináculos del álbum, solo que las cosas parecían estar más o menos en tándem con lo que debería ser un álbum técnico brutal de death metal. Una gran influencia en la escena y el metal en general. La música es brutal e implacable. Ese tambor simplemente late en tu cráneo y tiene cuotas de perversión abismantes.
Morbid Angel- «Blessed Are The Sick»
Una erupción caótica de solos de plomo que destruye todo atisbo de sensación de tranquilidad y paz. Por dar un ejemplo, «The Ancient Ones» funciona solo como un epitafio infernal, moviéndose a un ritmo enérgico, sin ser realmente tan rápido. Y, por fin, este monumental álbum concluye con el sombrío instrumental de piano, «In Remembrance». El sentimiento aquí es de finalidad. Se acabó. No hay vuelta atrás. Sin segundas oportunidades, sin resurrección. El dolor es tuyo, hasta el final de tu inútil existencia. Incluso entonces, no hay salvación; ningún santuario para albergar tu alma miserable. Es a la gran nada a la que pertenecerás. En el enorme abismo, caerás hasta que no quede nada. En el lado opuesto, «Fall From Grace» comienza con riffs de ritmo medio que transmiten una sensación de fatalidad y desesperación. Los tambores de Sandoval hacen bien en aplastar cualquier pedacito de esperanza de tu alma marchita. En poco menos de un minuto, el ritmo se acelera y se hace evidente que la voz de David Vincent se ha alterado, hasta cierto punto. Todavía son, fácilmente, reconocibles y un poco más profundos que antes. Blessed Are the Sick es el clásico por el que es aclamada esta banda. Este álbum siempre será un testimonio de la brillantez que una vez fue Morbid Angel.
Slayer -“Decade Of Aggresion”
Por solo ser un álbum en vivo de Slayer, es simplemente genial. Pero cuando también se considera el momento de su lanzamiento y cómo sonaban otros álbumes de thrash metal en vivo, es incluso casi perfecto. En esta etapa habían bandas magníficas grabando discos en vivo pero la producción de esos discos era casi insoportable. Por alguna razón, las mejores grabaciones en vivo de thrash metal hasta entonces fueron lanzamientos en VHS (¡Oidivnikufesin!), Pistas sueltas o EP (Testament, Sacred Reich y Forbidden at the Dynamo, por ejemplo) y este fue el primer álbum en vivo completo que también sonó digno. Por lo tanto, Decade Of Aggression también puede verse como un testimonio del apogeo del thrash metal. La gira Clash Of The Titans, la última explosión del thrash metal como una de las escenas de metal más grandes de los ochenta antes de que los noventa tomaran el control y la escena del metal se hiciera añicos en decenas de subgéneros.
Dismember-«Like an Ever Flowing Stream»
«Like an Everflowing Stream» fue el álbum debut de la banda de Swedeath, Dismember, y fue un debut increíble. Lo primero que escuchas cuando presionas play es una intro algo aburrida… pero después de esa intro aburrida, obtenemos un riff de selección de poderosos trémolos y algunos tambores implacablemente rápidos, seguidos de riffs más pesados y voces guturales (un poco similar al estilo de Max Cavalera durante la Sepultura de los 80). Todo el disco va más o menos así, con riffs pesados que en ocasiones se vuelven melódicos y recuerdan mucho más al heavy metal tradicional, pero sin perder el toque del death metal, acompañados de esos tambores agresivos con toques de doble pedal. El álbum es muy caótico y todavía muy influenciado por el thrash metal, por lo que las canciones están muy desorganizadas y tienen estructuras irregulares. Los riffs aparecen de la nada y desaparecen para no volver a escucharse en el resto del disco. Los solos de guitarra no son muy técnicos ni largos (excepto en algunos casos, como en la intro de Dismevered), pero son bastante agradables, ya que no son solo trituraciones sin sentido o notas aleatorias a veces fuera de escala (la mayoría de los tiempo al menos). El bajo no tiene ningún papel importante en el álbum aparte de su función obvia, ni ningún otro instrumento excepto las intros / outros donde a veces se puede escuchar un piano o sintetizadores. Las letras tratan sobre la muerte y otras cosas «malvadas» sin mayor sentido, pero crean el clima de caos general en el álbum.
Atheist- “Unquestionable Presence”
Como el LP anterior de Atheist, Unquestionable Presence es realmente algo más poderoso. Brutal. El álbum anterior también fue al borde de lo ridículo, pero este tomó ese concepto y lo amplió a un nivel insondable. Acá suenan tan progresivos en este álbum como lo hicieron en Piece of Time, y elaboran más sobre sus influencias de jazz que antes. Esto es especialmente evidente en temas como “Mother Man” y “An Incantation’s Dream”, así como, por supuesto, en cualquier otro tema del álbum. Además, este álbum es uno de los álbumes con el sonido más original que se había escuchado hasta entonces y muestra completamente lo que Atheist eran realmente capaces de hacer.
Voivod- «Angel Rat»
Un aura espacial, a veces sombría, impregna todo, y las tendencias extrañas de la banda permanecen, pero esto tiene todos los sentimientos de un trabajo de transición. Las letras parten de la saga de los sorprendentes canadienses Voivod para observaciones más directas, fácilmente identificables, pero inteligentemente construidas del aislamiento social, la negatividad redundante de los medios y las alteraciones ambientales destructivas, tratadas con la perspicacia e imaginación que es identificable con la banda, solo simplificada en armonía con el música más accesible, que, a pesar de su aparente atractivo para las convenciones dominantes, mantiene la consistencia y la unidad conceptual característica de la banda, y por eso resulta engañosamente perdurable. Técnico, progresivo, más hard rock, pero en su gran parte aún metalero.
Para volver a retumbar nuestra cabeza con los más potentes álbumes de metal lanzados hace 30 años, adjuntamos playlist: