Aisles, banda nacional de rock que cultiva una fusión bastante interesante entre lo progresivo, space…
Coheed & Cambria: progresivo, fantasías y virtuosismo
Rock progresivo y con tintes alternativos; álbumes conceptuales con tramas llenas de fantasía y una virtuosidad musical en cada uno de sus temas es lo que notamos al aproximarnos a Coheed And Cambria. Banda estadounidense formada hacia 1995 con el nombre original de Shabütie y que posteriormente sería rebautizada gracias a la creatividad compositiva y lírica de su líder, el guitarrista y vocalista Claudio Sánchez. Hoy es momento de que comentemos de esta agrupación.
Coheed & Cambria es de esas bandas con una carrera prolija, canciones atractivas, buenos discos, presentaciones en vivo memorables, pero que, lamentablemente y por una serie de factores no son tan avasalladores en términos de popularidad y ventas en comparación con otras bandas del circuito.
Aun así, lo presentado hasta la fecha por esta banda no es más que una apabullante cantidad de música de excelente factura. Además, el carisma y talento de esta banda es lo suficientemente atractivo como para darle una oportunidad. Con un líder carismático como Claudio Sánchez como la personalidad más reconocible de la banda, es difícil no detenerse en la propuesta de Coheed & Cambria. Una apariencia y capacidad musical sacada de un Guitar Hero, es justo decir que lo realizado por esta banda hasta la fecha merece un reconocimiento mayor.
La discografía es extensa. Con la no despreciable suma de nueve álbumes, es necesario dar ciertas pistas y referencias para digerir de buena forma y tener una aproximación adecuada a esta agrupación.
Sin dudas, los dos primeros álbumes de Coheed & Cambria son una buena alternativa para tener un acercamiento recomendado. The Second Stage Turbine Blade (2002) y In Keeping Secrets of Silent Earth:3 (2003). Dentro del primer álbum, obras como “Time Consumer”, “Everything Evil”, y “Delirium Trigger” tienen un groove, sentido del ritmo y consistencias cautivantes. Algo similar pasa en el segundo álbum, donde los temas imperdibles serían “In Keeping Secrets Of Silent Earth”, “21:13”, “The Crowing” y “Cuts Marked in the March of Men”.
Es justo decir que comenzar a escuchar a Coheed & Cambria requiere cierto tiempo, ya que puede llegar a ser demasiado progresivo, virtuoso y estrambótico para quien escucha esta banda por primera vez. La voz aguda de Claudio Sánchez puede ser dificil de digerir de buenas a primeras. A esto hay que sumarle que cada uno de los álbumes de esta banda son obras conceptuales, llenas de historias de fantasía; elemento no menor al momento de poder disfrutar o no una banda.
Es tanta la atención puesta a las historias contadas en los discos de esta banda que algunas de sus publicaciones funcionan como secuelas a algún álbum anterior, tal cual como si se tratase de una película. Ejemplo de esto puede ser el disco The Afterman: Ascension (2012) y su continuación “The Afterman: Descension (2013).
Para tener un panorama más claro, puede decirse que la propuesta musical de Coheed & Cambria se asemeja a ratos a lo hecho por Rush y Porcupine Tree; solo por nombrar algunas bandas como referentes.
Otro aspecto a considerar y destacar es la consistencia en la sección de las guitarras. A pesar de ciertos cambios en la formación a través de los años, Coheed & Cambria siempre se ha mantenido con dos guitarras; una que hace el trabajo rítmico y otra más dedicada al aspecto melódico y solista. El trabajo en conjunto de las dos guitarras a través de la discografía de esta banda puede ser tomado como un excelente ejemplo de composición y consistencia musical, ya que la virtuosidad y creatividad expuesta es tremendamente destacable.
Aspectos como el anterior, sumado a las voces agudas, potentes y progresivas baterías y bajos hacen de Coheed & Cambria una banda muy atmosférica y que juega mucho con la tensión en la generalidad de sus canciones. Con momentos de máximos éxtasis, solos de guitarra intrincados y un despliegue de talento tal que es difícil quedar indiferente si le damos una oportunidad a conciencia.
Otra canción reconocida de los norteamericanos es “Welcome Home”. Obra que funciona bien si no conocemos esta agrupación y queremos escucharlos por primera vez. Lo mismo puede aplicar a “Ten Speed”. Obras reconocibles, icónicas y de las más reproducidas dentro de la discografía de Coheed & Cambria.
El punto de inflexión y cambio en la calidad de la producción viene en el tercer álbum de la banda. “Good Apollo, I’m Burning Star IV, Volume One: From Fear Through the Eyes of Madness” (2005) es un cambio en la facturación del sonido en la banda. Los arreglos y calidad en el sonido cambian para mejor, así como también el volumen de las canciones adquieren un mayor peso y momentos de mayor virtuosismo se vuelven una generalidad. Elementos que también se reflejan muy bien en el disco secuela Good Apollo, I’m Burning Star IV, Volume Two: No World for Tomorrow (2007).
Desde aquellos discos en adelante, Coheed & Cambria siempre mantuvo aquella identidad de álbumes conceptuales, progresivos, llenos de solos guitarrísticos, ritmos y melodías complicadas. Junto a ello, ésta siempre ha sido una banda con álbumes extensos, donde lo normal es ver de doce a quince canciones por publicación sin tapujos ni complicación alguna.
Coheed & Cambria no es para todos. Pero es cuestión de paciencia para poder rescatar aquellas canciones que difícilmente nos dejen sin reacción. Aunque las historias conceptuales llenas de épica y fantasía no sean del agrado de todos, el aspecto musical y creativo de esta banda la hacen atractiva a cualquier fan de la música en general. Lo inspirador y nutritivo que nos puede parecer esta propuesta hacen de Coheed & Cambria una experiencia digna para tener en nuestro mapa de referencias musicales. Una banda que en cada uno de sus discos conceptuales busca contar historias en vez de crear hits. Historias donde los elementos musicales sirven de atmósfera, tensión, acentuación y dramatismo. Una manera diferente, más sensible y elaborada de hacer música.