Conciertos que hicieron historia: la gira de Nirvana, Red Hot Chili Peppers y Pearl Jam (1991)
Fueron el tridente mágico del grunge y el rock alternativo noventero y vaya en que gran época estaban las tres bandas. Quizá una de las mejores ocurrencias de un promotor de shows por esos años fue haber incluido a Nirvana, Pearl Jam y Red Hot Chili Peppers en un tour juntos durante 1991, en pleno suceso tras álbumes que hasta el día de hoy se han graduado de esenciales: «Nevermind»-Nirvana, «Blood Sugar Sex Magik»-Red Hot Chili Peppers y «Ten»-Pearl Jam, todos lanzados ese mismo año.
Fue un año en que de verdad el rock de los Chili Peppers comenzó a vender como nunca en los principales lugares de todo el mundo, debido a la difusión de singles como la aplastante, funky y seductora «Give It Away» y la enorme balada «Under The Bridge», pero el tour que vendría sería importantísimo en su carrera, como para afianzar todo aquello y no quisieron disfrutarlo solos.
Para las giras durante estos años, RHCP quiso estar con algunas de las bandas más talentosas y prometedoras para apoyarlos, incluyendo a Pearl Jam (hasta el día de hoy McCready agradece a Flea el hecho de haberles permitido estar en su gira), que ya estaban dando bastante que hablar con su debutazo Ten y además The Smashing Pumpkins, otra tremenda banda que debutaba con un gran disco: «Gish».
Esa alineación giró hasta que las fechas obligaron a The Smashing Pumpkins a separarse del grupo, dejando una apertura para otra banda: y ahí es donde entró -para suerte de la historia-Nirvana. Las tres bandas, RHCP, Pearl Jam y Nirvana, giraron juntos durante los últimos días de 1991 y se transformó en algo sumamente épico, que quizá en ese momento no se dimensionaba mucho, pero considerando la trascendencia de las bandas en el rock hoy en día, a más de 25 años, sí que suena increíble.
Las tres bandas comenzaron el tour tocando en el Los Angeles Sports Arena juntos y dándole a los fanáticos del rock alternativo un verdadero lugar en la historia. Aunque las cosas para RHCP no eran muy buenas en backstage (John Frusciante estaba lidiando tenazmente con la nueva fama de la banda y con la adicción a las drogas, lo que llevó a dejar el grupo en 1992), en el escenario demostraban una fuerza única. Y las tres juntas eran una verdadera fuerza de la naturaleza, de energía y desplante poco vistos.
El tour, por ese año, concluyó con un espectacular show de Año Nuevo en San Francisco, CA, un concierto que Rolling Stone calificó de «eclipsar» la celebración del NYE de los legendarios Grateful Dead. «Incluso el observador más casual no habría tenido problemas para decidir de qué lado de la cultura juvenil sería más divertido pertenecer», escribieron en un artículo de febrero de 1992 de la revista. La gira continuó con algunas fechas en 1992.
Por Patricio Avendaño R.