Conciertos que hicieron historia: Red Hot Chili Peppers en Slane Castle (2003)
¿Qué es lo que mejor define a RHCP? El haber atravesado varias barreras musicales con gran originalidad, lo que les permitió crear su propio estilo, definido como un rock “explosivo” y acuñado desde su formación, basado en la cultura underground de inicios de los ‘80 en California. Este movimiento se caracterizaba por la recuperación de grandes clásicos del funk y una incipiente cultura hip hop; y si bien demoraron años en saltar al estrellato, en definitiva lograron un éxito mundial que se grafica en este concierto, definido por ellos mismos como uno de los mejores de su trayectoria.
Para 2003, los Peppers estaban en pleno tour del disco “By the Way”, pero decidieron interrumpirlo para realizar un concierto especial que sería llevado a DVD, el segundo de un show en vivo. El recital se llevaría a cabo en Slane Castle (Irlanda) frente a 80.000 personas y serían teloneados nada menos que por Foo Fighters. La fecha escogida fue el 23 de agosto de 2003.
La apertura fue un gran Jam por parte de Frusciante, Flea y Smith. El público se notaba extasiado y sin mediar cortes comenzó una enérgica versión de “By the Way”, cargada de efectos visuales de alta calidad. Con el ambiente en plena efervescencia comenzó “Scar Tissue”, con un genial Frusciante en los coros y en el tratamiento a su guitarra, especialmente en el solo final. En “Around the world” el que se luce es Balzary, haciendo un impresionante solo de bajo que te deja asombrado. El tema termina con Frusciante y una de sus versiones solo, en aquella ocasión con “Maybe”, de The Chantels. Después de tocar “Universally Speaking”, vino la intro de “Latest Disgrace”, de Fugazi, para empezar con “Parallel Universe”, y aquí cada miembro dejó todo en el escenario: Anthony cantó de manera gigante, Flea hizo zumbar el bajo y Chad apoyó el estupendo solo de John.
El ambiente ya estaba lleno de energía para escuchar “The Zephyr Song” y debemos decir que nunca antes la escuchamos tan potente como en este show en Slane Castle: Kiedis a full y Frusciante desatado en las seis cuerdas. La vocalidad para el tema sonó maravillosa. En “Throw Away Your Television” transmiten el disfrute que lograron con las notas del bajo, lo que provocó una fiesta sobre el escenario. Siguió el show con “Havanna Affair”, un grandioso cover de Ramones que salió rítmico, pausado al inicio, pero con un gran trabajo vocal. Flea, ya sin polera, conversó con el público y sus compañeros para dar la entrada a “Otherside”, la que fue tocada de manera perfecta. Anthony llegó alto en las notas y Frusciante hizo unos coros extraordinarios, los que salieron mejor que en el propio disco!. Purple Stain” fue uno de los momentos más funk del show, con perfecto trabajo de guitarras y un despliegue de Flea a gran altura. “Don’t Forget Me” siempre ha sido uno de los temas que más destacan en vivo, pero en este caso hay que resaltar la presentación descollante de John en la guitarra, absolutamente extraordinaria y provocando una gran emoción. Ya nos acercamos a la recta final del show; la banda nos ha dado pura calidad, gracias a un setlist preciso.
Sigue en la lista “Right on Time”, pero que al inicio sonó con la intro de “London Calling” de The Clash; así, se dio paso a una ejecución que fue una ráfaga de energía. Llegamos a uno de los momentos más álgidos cuando entra “Can’t Stop”. El público estalló al momento de escuchar el inconfundible riff de introducción. Notamos que el bajo estuvo casi a la par de la guitarra y Flea lanzó sobre la mesa sus extraordinarias habilidades, brindando una excelente presentación. “Venice Queen” sonó estupenda, con producidos sonidos de guitarra, para rematar con una acústica rasgada; excelente trabajo de cuerdas para una ejecución que elevó este tema como uno de los momentos más logrados instrumentalmente. Ya es de noche y el público aún salta con ánimo, lo que es bueno porque lo mejor estaba por venir.
Era obvio que todo se vendría abajo al sonar la intro inconfundible de “Give It Away”, la que aparece después de un dueto entre Flea y Smith. El final es un deleite de instrumentalización, de sacarle brillo a cada nota; el juego de luces aportó lo suyo y dio un toque de magia. Este tema es sinónimo de electricidad, juventud, como aquella que elevó a la banda a la gloria, en 1991. La guinda de la torta fue la intro de guitarra y bajo antes de “Californication”. Los instrumentos se equilibraron perfectamente. Esta versión se pone a la par de la original, y después de un par de escuchas podrías llegar a encontrarla superior a la del disco. Kiedis bailó, se movía como ninguno y se detuvo al momento que la musicalidad del tema lo requería. Pocas veces una canción tan importante sonó mejor, con tanta personalidad.
Y llegó el momento de la portentosa “Under the Bridge” y no hay mucho qué decir; es un tema tan exquisito, sublime en vivo. El público gritó al primer acorde, acompañó con las palmas y, por supuesto, se la cantaron toda. El coro fue maravilloso, te deja helado el momento de intimidad que lograron construir cuando bajaron las luces y John se sentó en el borde del escenario. Una canción que es un as de espadas para la banda y que nos recuerda todo el power contenido en “Blood Sugar Sex Magik”. Para terminar, revivieron la clásica “Power of Equality”, demostrando que son una fábrica de éxitos. Un gran cierre para un concierto redondo.
Luego de seguir su carrera, da la impresión que los RHCP dieron, ese día, su mejor en vivo. Si sumamos la belleza de aquel castillo, la energía de la gente y que la banda estuvo en una tarde inspirada, damos con el show ideal. Frusciante brilló por su virtuosismo, Chad Smith se lo disfrutó todo, Flea saltó y conversó mucho y su bajo sonó de maravillas. Y la actitud de Kiedis fue de un derroche de talento en la interpretación. La esencia de los Peppers en un concierto irrepetible.
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