Conciertos que hicieron historia: Santana en Woodstock (1969)
Santana es uno de los contados «sobrevivientes» de las actuaciones más legendarias de Woodstock, sin embargo bien pudo no haberlo sido. El músico de origen mexicano esa jornada subió armado de su guitarra y de una banda llena de sangre latina y ritmo, aunque él mismo ha revelado que entró completamente drogado con LSD, pero aun así logró despacharse uno de los mejores conciertos del festival, secundado por su propia fe en sus capacidades como así también por el soporte de una tremenda banda detrás.
Santana ha dado un sinfín de entrevistas sobre esta gran presentación, que llegó en el mismo mes en que presentaba su primer disco al mundo, y las canciones que fueron parte y que se graduaron de emblemáticas: «Jingo» y «Soul Sacrifice» (ésta última de 11 minutos), y en que mostraban un gran desempeño instrumental de la banda mientras el guitarrista estaba tan alucinado que pensaba que su guitarra era una serpiente.
Por lo demás fue significativo en que se le diera un lugar a un latino en este festival, pero razones y méritos habían: el guitarrista nacido en México se mudó a San Francisco en 1961 y formó la banda Santana en 1966. La banda, principalmente influenciada por el blues recorrió extensamente el área de San Francisco en los años previos a Woodstock y fue dirigida por el legendario promotor de conciertos Bill Graham.
La banda era una locura: aplausos, percusiones, influencia africana, fue una de las pioneras en hacer esto de «la música de mundo», aunque este Woodstock ayudó mucho para que el inesperado éxito que estaba experimentando la banda desgarrara a los miembros en diferentes direcciones. El propio Santana deseaba llevar la música en una dirección más jazzista debido a su fascinación con nombres del estilo como Miles Davis y John Coltrane, mientras que los otros miembros deseaban quedarse con los elementos de hard rock en los que el grupo estaba arraigado.
Santana siguió haciendo leyenda durante toda su carrera, aunque lo de Woodstock y «el viaje» aquel frente a miles de hippies sigue siendo una de sus experiencias más inolvidables: