La Serpiente Blanca regresó, en gloria y majestad, al festival de la localidad inglesa del…
Conciertos que hicieron historia: Whitesnake – Live at Donington (1983)
Eran los inicios del Monsters of Rock, efectuado en la localidad inglesa del Castillo Donington, que a posterior se tomó la escena mundial hasta mediados de los 90’s. Las primeras ediciones del mismo todavía guardando cierta mesura, aunque ya daba muestra del potencial que adquiriría. Mucho antes que fuese renombrado como Download Festival, contase con varios días de desarrollo y escenarios simultáneos; era más sencillo. Durante una sola jornada, y en el mismo entarimado, desfilaban las bandas con los lanzamientos más destacados de cada temporada.
Y para la 4ª versión, el 20 de agosto de 1983, la atracción principal le quedó a Whitesnake —secundado por Meat Loaf, ZZ Top, Twisted Sister, Dio y Diamond Head. Era un lugar que el, por entonces, joven David Coverdale conocía bien; habiéndose presentado como número menor en 1981. En aquella nueva oportunidad, la excusa fue la presentación del quinto disco de la Serpiente Blanca: Saints & Sinners (1982) —para ese punto muy cercano a acabar el recorrido promocional.
El show, que endosó la videografía oficial de la agrupación, se dio justo al final de su primera etapa; cargada al blues rock (1978-83). Porque mucho antes del exuberante glam rock por el que se hicieron mundialmente conocidos, las revoluciones estaban mucho más bajas —en un set que bordeó los sesenta minutos de duración, al que el VHS/DVD le recortó tres de los últimos temas. La alineación ayudaba a que fuese de ese modo —con un pequeño lucimiento individual, casi al comenzar, en Rough an’ Ready: los sobrios Micky Moody y Mel Galley en guitarras, el incólume Neil Murray en bajo, y Jon Lord en teclados —aprovechando el hiato por el que pasaba Deep Purple. El único eslabón disruptivo, y que tendría mucha responsabilidad en el consiguiente cambio de sonido, era el portentoso Cozy Powell en batería.
Un inicio que para este punto resulta tan inusual, encomendado a Walking in the Shadow of the Blues, pero suficiente para aleonar cerca de 40.000 asistentes —a la par con Ready an’ Willing. La sólida Lovehunter, una soberbia joya oculta que incluso tituló al segundo álbum. Here I Go Again, antes de hacerse en extenso conocida por la re-grabación de 1987, jugó como la carta fuerte de la nueva producción. Guilty of Love entregando una premisa de lo que sería su primer batatazo a gran escala —Slide It In (1984); Mistreated y Soldier of Fortune como el guiño al pasado púrpura del vocalista —y del tecladista. El cover de rigor, muy presente, que es Ain’t No Love in the Heart of the City, antes del gran éxito que tenían por entonces: Fool for Your Loving.
Que quedase para la posteridad esta presentación, fue una suerte de regalo de despedida antes que escalasen la cima de la montaña —un periodo poco documentado, filmado a nivel profesional, apenas añadiéndosele entre los conocidos un par de inéditos. Viéndoseles, durante este paso de Donington, cuasi tímidos; que sería un gran contraste cuando volviesen a ser el cabeza de cartel ya para 1990.