Corrosion of Conformity en Chile: En el nombre del stoner
Desde su presentación en Metal Fest 2013 con Pepper Keenan de invitado que se esperaba un nuevo show de los míticos Corrosion of Conformity en Chile como el cuarteto que se graduó de maestros con los transcendentales ‘Deliverance’ y ‘Wiseblood’; dos discos que describen muy bien la esencia stoner y cruda de la banda oriunda de Carolina del norte.
Los elegidos para abrir la jornada fueron los nacionales Yajaira quienes han sembrado excelentes críticas de su último disco ‘Post Tenebras Lux’. El actual trío santiaguino demostró oficio y con un sonido demoledor dejaron claro porque son merecedores de este tipo de actos. El bajo de Comegato y la batería de Pin Pon conformaron una base que hacía temblar el centro de Santiago ante cada sacudida sónica de su pesado doom metal y los riffs de Maquieira le daban la incertidumbre necesaria a un momento de rock cargado al stoner y misticismo.
Luego de la presentación de los nacionales, Blondie recibiría a los más atrasados que no querían perderse ningún minuto del regreso de Keenan y sus compañeros. Mike Dean sería el primero en aparecer en el escenario, el bajista que nunca abandonó la formación de COC, y quien se hizo cargo de las voces de COC en la ausencia de Pepper, es quizás el bastión sagrado del sonido que amalgama Corrosion como un estándar del stoner. Los acordes de ‘Bottom Feeder (el que come abajo)’ anuncian el comienzo de una noche onírica, el gran instrumental de ‘Wiseblood’ es el acto de apertura idóneo, aunque no fuera tocada integra. ‘The Luddite’ arremete con sus pesados riffs y la demoledora base de Dean y John Green (el batero que reemplaza a Mullin) alientan a un público expectante. ‘Broken Man’ y ‘Señor Limpio’ nos llevan de viaje a 1994, un tiempo en que COC consolidó su propuesta como cuartero de rock setentero alejándose un poco de la resaca hardcore que la banda había tomado como identidad hacia finales de los años ochenta. ‘Long Whip Big America’, ‘Wiseblood’ y ‘Who’s Got the Fire’ le dan un tono más festivo y no tan doom, al repertorio de los americanos y como pertenecen al setlist noventero son bien recibidas por el público que ya estaba inserto en el mundo COC a esas alturas de la noche.
La previa de ‘Seven Days’ fue animada por Keenan con la pregunta si queríamos escuchar algo realmente heavy, inmediatamente llego el clásico de Deliverance, ya en ese momento no hubo asistente que no disfrutara tamaña pieza de rock melódico a la usanza de bandas emblema como Thin Lizzy, el disfrute era total. ‘Paranoid Opioid’ fue la única que tocaron de ‘In The Arms of God’, una letal muestra de que el COC hardcore y cabreado sigue vivo y feroz. ’13 Angels’ reposa y entibia las aguas y destilados que animaban a los presentes, sin embargo en ‘Vote With a Bullet’ un himno a estas alturas del gran ‘Blind’ se desató nuevamente el fervor, y es que ante el peso y onda de similar canción nadie quedó indiferente. ‘Wolf Named Crow’ destaca por el trabajo de guitarras de Keenan y del insigne Woody Weatherman, otro indiscutible en la formación clásica de COC. ‘Albatross’ y cómo no, ‘Clean My Wounds’ con jam incluido cerraron el show de COC que quizá por el largo periodo de actividad de la banda y con distintas etapas, se podría pedir un setlist más rebuscado, con más canciones de ‘Blind’ o algo del olvidado pero indispensable ‘Animosity’, sin embargo, lo presenciado se atesorará como un gran capítulo de COC con una de las audiencias más letales de Sudamérica.
Por Nelson Silva A.
Fotos: Cristóbal Alcaíno