La banda ícono del rock chileno celebra en estos días los 40 años de la…
De la Cordillera al Mar con Los Jaivas: 40 años del increíble Alturas de Machu Picchu
El estadio San Carlos de Apoquindo ofició de escenario para la conmemoración por los 40 años desde la publicación del álbum más reconocible e icónico de Los Jaivas; Alturas de Machu Picchu. Aquella obra que ronda en el imaginario colectivo del país al relacionar a la banda tocando en las ruinas, imponentes estructuras y naturaleza circundante de la ciudad inca de las alturas.
Una tarde inusualmente nublada y helada para diciembre y un ambiente principalmente familiar pudo presenciar el Alturas de Machu Picchu en vivo. Un 11 de diciembre en que Los Jaivas invitaron a Javiera y Los Imposibles, Los Tres y al multiintrumentista argentino David Lebón para amenizar la tarde con presentaciones correctamente ejecutadas. Todo tranquilo, todo apacible. Una tarde donde la congregación de familias fue la tónica entre el público; desde niños a gente mayor de tercera edad, todos juntos como hermanos amenizando las horas hasta la presentación final, el plato de fondo que todos fueron a disfrutar.
A eso de las 21.30 aproximadamente Los Jaivas irrumpieron en el escenario investidos en sus ya habituales trajes blancos. Entre los más entusiastas del público los saltos y gritos no se hicieron esperar. Otros, más discretos, se deshacían en aplausos. En el ambiente el olor a marihuana era esporádico, el entusiasmo constante y la atención e idolatría hacía quienes estaban en el escenario fueron la tónica durante todo el concierto.
El comienzo con «La Poderosa Muerte» no hizo más que encantar al público cual hechizo mágico. El respeto por la trayectoria y la calidad musical se percibía entre los presentes. Y así fue durante dos canciones tocadas al hilo, hasta que Mario Mutis aprovechó el momento para entregar un mensaje social y político utilizando de ejemplo la experiencia de exilio que sufrió la banda durante los 70’s en Argentina. Citando a Mario Mutis el mensaje caló hondo en el público: «llegamos a Argentina con una mano por delante y otra por detrás, pero nos recibieron como amigos y hermanos (…) ojalá cuando vean a algún inmigrante se acuerden de esto y lo puedan ayudar». Ante ello los aplausos y gritos de admiración inundaron el ambiente. Luego de la euforia y los cálidos aplausos se hicieron presentes los primeros mensajes desde el público. «¡Voten 1!» gritó alguien (en alusión a la candidatura de Gabriel Boric), recibiendo el aplauso generalizado de los presentes. «¡Grande el Gato Alquinta, siempre presente!», gritó otro entusiasta, recibiendo aun más aplausos y aprobación.
El concierto prosiguió con un homenaje a Violeta Parra. El mismo Mario Mutis invitó al escenario a la nieta de la cantautora, Javiera Parra, para interpretar «Run Run se fue pal norte», una de las obras más icónicas de Violeta. Quizás el momento más emotivo de todo el concierto. La voz melosa de Javiera y el cariz musical tenue de esta canción hizo que el publico se cautivara por completo.
Y luego de tan bella interpretación se invitó al escenario a Álvaro Henríquez para tocar y cantar «Mira Niñita», canción que si bien no es parte del Alturas de Machu Picchu ya es un imperdible en cada presentación de Los Jaivas. El público se daba por pagado, el entusiasmo de jóvenes y mayores era total. Ánimo que se mantuvo cuando comenzaron los primeros redobles de «Hijos de la Tierra». Canción que hizo erizar los vellos ante la voz de Carlos Cabezas en los coros. El seguimiento de la letra por parte del público sumado a la calidad en la ejecución instrumental hizo de aquellos minutos los más álgidos y animosos de todo el concierto.
Pero quedaba más. Ante la felicidad del público se prosiguió a invitar al escenario a David Lebón para tocar la reconocida «Pregón para Iluminarse», canción que además de ser seguida en cada estrofa por el público, se logró un momento de éxtasis musical en el solo de guitarra que se compartieron Alan Reale y el artista argentino.
La pausa antes del final fue utilizada por Los Jaivas para agradecer una vez más la presencia del público y manifestar su alegría por volver a un concierto en vivo «con gente disfrutando por aquí y músicos tocando por acá, como debe ser», en palabras de Mutis. Fue así como en la interpretación de «Todos Juntos» se realizó de manera literal, puesto que se volvió a invitar a escena a Javiera Parra, Álvaro Henríquez y a los músicos de David Lebón para darle un cierre vistoso a tan memorable concierto.
El carisma y talento de Claudio Parra sigue incólume, así como la tremenda capacidad de Juanita Parra en la batería. Mario Mutis en el bajo, Carlos Cabezas y su increíble ejecución multiinstrumental y vocal, sumado a Alan Reale en la guitarra eléctrica y Francisco Bosco otorgando colores y armonías en teclados, órgano y saxofón. Una banda que es un verdadero patrimonio en la música chilena. Artistas que junto a su icónico álbum Alturas de Machu Picchu son parte del imaginario colectivo hace décadas. Logro único en un país que a ratos es tan esquivo con sus propios artistas. Un concierto que si bien estuvo alejado de una multitud desbordante debido a los aforos por la pandemia del Covid, sin dudas será recordado y atesorado por los afortunados que se hicieron presentes en la conmemoración de los 40 años de uno de los álbumes más emblemáticos del rock latinoamericano. Aquel rock progresivo, latino, folclórico y lleno de fusiones musicales que solo Los Jaivas han sido capaces de crear y replicar.
Fotos: Francisco Aguilar