«Dead Kennedys: Los primeros años»- El legado incendiario de Fresh Fruit For Rotten Vegetables

«Dead Kennedys: Los primeros años»- El legado incendiario de Fresh Fruit For Rotten Vegetables

El libro, del autor Alex Ogg, cuenta los primeros años de Dead Kennedys y el lanzamiento de su primer álbum, hasta la salida de su primer baterista, Ted.

Eran los primeros días de septiembre del año 1980, cuando una banda de San Francisco, bajo el polémico nombre Dead Kennedys, lanzaba su debut. Un álbum que rápidamente se transformó en un clásico indiscutido del punk, y con justa razón. A pesar de su inexistente estrategia promocional, además de la limitada visibilidad que podían ofrecer los circuitos underground y los sellos independientes, “Fresh Fruit for Rotting Vegetables” se las ingenió para sobrevivir al paso del tiempo e inmortalizarse como una obra única, punzante e incendiaria. ¿Cómo lo lograron?

Parte de esta aventura queda registrada en “Dead Kennedys: Fresh Fruit for Rotting Vegetables. Los primeros años”, del escritor inglés Alex Ogg, traducido por primera vez al español, cortesía de la editorial Santiago Ander. El libro reúne anécdotas de los propios Dead Kennedys, así como de amistades y quienes trabajaron alrededor de la banda. A partir de estos testimonios, se construye un relato sobre los orígenes casi indocumentados de la escena punk de San Francisco, la formación de la banda, el origen del ingenioso nombre, sus primeras giras, y más de alguna palabra cruzada entre sus miembros fundadores. Todo acompañado de una nutrida compilación de afiches y fotografías, que logran sumergir al lector dentro de este recorrido caótico, pero muy bien pensado.

Y es que, tal como se aprecia en el libro, toda provocación de los Dead Kennedys obedece a los códigos sarcásticos que formaron parte de su esencia. Tanto la candidatura de Jello Biafra a alcalde de San Francisco, como la anecdótica interpretación de “Pull My Strings” en los Premios BAMMIE, dejan en claro que no se puede esperar menos de una banda que en su mismísima definición buscaron incomodar y burlarse de la clase dirigente.

Sumado a esta actitud desvergonzada e irreverente, el carácter musical también fue una virtud que los distinguió del típico punk de tres acordes. Ya sea por la variedad en sus influencias, como la preocupación por tocar correctamente sus instrumentos o la relectura que dieron al surf rock, Dead Kennedys demostraron sus pretensiones por hacer algo diferente. Claramente lo lograron, con canciones excéntricas como “Ill in the Head” o “Drug Me”, y las inmortales “California Über Alles” y “Holiday in Cambodia”.

En esta confluencia del sonido y el discurso, el cuarteto de San Francisco fue capaz de mostrar, como nunca se había hecho antes, una macabra manera retratar la realidad, con referencias a la Guerra Fría, los psicópatas en EE.UU., el auge del fascismo, las cartas bomba, o la decadencia del modelo capitalista. En palabras del mismo Biafra: “Sólo intenté que las escenas de terror fueran algo de la vida real, en lugar de vampiros y monstruos”.

En su libro, Alex Ogg nos relata las primeras historias de una banda que contribuyó a la evolución del punk y su devenir en el hardcore, y desafío las expectativas de los oyentes, durante una época en que la crítica y la industria se apresuraban para lapidarlo como un fenómeno efímero que no tenía mucho más que ofrecer. Sin embargo, ahí estuvo “Fresh Fruit for Rotting Vegetables” para demostrar que podían ser los más políticos y extremos entre sus coterráneos, sin perder un ápice de humor, inteligencia y cuidado trabajo musical. A más de cuatro décadas, las llamas que acompañan su mítica portada continúan ardiendo.

Puedes encontrar el libro «Dead Kennedys: Los primeros años» en la tienda de Santiago Ander.

 

Javier Perez

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