Def Leppard en Stgo Rock City: Un broche de elegancia
Pese a la muy lamentada carencia de Aerosmith para esta noche de cierre (que sin duda repercutió en la asistencia de la gente) los que tuvieron la responsabilidad de hacerse cargo del broche de la jornada fueron los ingleses de Def Leppard, quienes, a punta de un sonido impecable, una espectacularidad visual incandescente, la destreza de sus músicos y un puñado de hits incrustados en el memorial rockero, dieron una verdadera clase como epílogo musical del evento.
Con mucho frío (ya la lluvia había cesado hace un buen rato) y con un Estadio Monumental mucho más concurrido, la banda arrancaba incluso antes de lo presupuestado. Fue con ‘Let’s Go’ que le dieron un declarado vamos a un show cargado a los clásicos, reverenciando un poco su trascendencia, los 30 años del «Hysteria» (sonaron 7 de aquel disco) y que, pese a ser una banda que derivó su sonido más heavy en sus inicios hacia el soft y las baladas, siempre ha mantenido un séquito fiel debido a que el rock sigue fluyendo por las venas de sus músicos, como quedó demostrado anoche con impecables solos de bajo, batería y guitarra que sacaron ovaciones y aplausos.
‘Animal’, ‘Let it Go’, ‘Foolin’ pasaban mostrándonos a una banda sonando a todo cañón, que sumado al espectacular juego de luces e imágenes despertaban la emoción y sorpresa de la gente. El turno para una infaltable como la intensa ‘Love Bites’ terminó por convencernos, haciéndola sonar a la perfección. Joe Elliot, en sus 58 años, por lo demás muestra vigencia en su voz que tuvo casi nulos puntos bajos y la prestancia y actitud del guitarrista Phil Collen (sin polera prácticamente todo el show como es su característica, y pese al frío imperante) de verdad fue digno de aprecio y admiración por protagonismo y solidez al instrumento.
‘Armaggeddon It’, ‘Rock On’, seguían la fiesta de nostalgia y rock en el Monumental que estaba algo hipnotizado con la performance. «40 años celebramos como banda» decía Elliot con sombrero en copa ahora preocupado de ir repasando temas de ‘High ‘n’ Dry’ o ‘Pyromania’ además, y quien en algo de español interactuaba con la audiencia pese a disculparse por no hablarlo a la perfección. ‘Rocket’ era lo que seguía para hacer cantar a un público entregado y que devolvió el gesto con gritos y aplausos. «Muchas Gracias» decía Elliot, para después pasar a los solos notables de los guitarristas y al de batería de la figura de Rick Allen, quizá todo un símbolo de auto superación en el rock, tras el magro episodio de perder un brazo en un fatal accidente automovilístico, pero aun así rehabilitándose y continuando en la batería de los de Sheffield.
‘Hysteria’ era una que se esperaba y esos coros sonaron a gran escala por la banda y asistentes, Elliot, quien además pidió por la recuperación de Steven Tyler de Aerosmith, mencionó a las otras bandas presentes en el festival, y en este tema aprovechó de hacer un guiño a ‘Heroes’ de Bowie.
Lo que se acercaba en la parte final era un remate de clásicos y hits de primera factura. ‘Pour Sugar on Me’, ‘Lets Get Rocked’ y para el regreso del encore dos infalibles como ‘Rock of Ages’ y ‘Photograph’, todo para abrochar un show que de verdad se hizo corto, pues también quedaron afuera cosas como ‘Make Love Like A Man’ o ‘Two Steps Behind’, entre otras, pero que en cuanto a contundencia, rescate clásico y variedad fue un más que digno número para cubrir la dolida ausencia de Aerosmith.
Por Patricio Avendaño R.
Fotos: Miguel Fuentes