Desde soul a metal: La música no sería como la conocemos ahora sin Prince

Desde soul a metal: La música no sería como la conocemos ahora sin Prince

I Wanna Be Your Lover, 1999, Kiss, o Pop Life fueron temas que irrevocablemente condenaron la etiqueta de Prince como un exponente en el pop, pero basta con escuchar la que le daría el apodo de ‘The Purple One’ (Purple Rain) para no quedar indiferente al legado que dejó en la escena del rock; y que tuviera entre sus mayores influencias a Jimi Hendrix algo tenía que significar.

De hecho, en una carrera que duró 40 años (1976-2016) desplegada en cerca de 50 álbumes de estudio -de los cuales algunos quedaron en el baúl-, el proveniente de Minneapolis, Minnesota, no sólo exploró pop y rock a secas sino que también funk, soul, R&B, jazz, hip-hop, trip-hop, blues, country, reggae, ska, psicodelia, rock progresivo, glam rock, ópera-rock, avant-garde, heavy metal, industrial, entre otros, en ocasiones en el transcurso de una misma canción o álbum; fue así mismo como se le atribuyó en el inicio de su carrera fundador de la fusión de funk, rock, new wave, synth-pop y psicodelia bajo el nombre de Minneapolis Sound. Y tal como es la extensión y variedad de la música, es la variedad de artistas que tanto en su contemporaneidad como hoy en día se lo deben todo al Símbolo, sea en lo concreto de los estilos, la artisticidad y la ejecución o en moda, visión y pensamiento.

Todo comenzó cuando en el contexto de su primera firma con un sello discográfico, de alguna manera su luz convenció a Warner Bros. para que dejaran al que en ese entonces tenía sólo 19 años con completo control sobre la música, resultando un debut [For You, 1978] en el cual es él el único a cargo de la composición y escritura, producción, arreglo e interpretación de los 27 instrumentos que se logran oír ahí: una característica que volvería a aparecer en la mayoría de los siguientes álbumes y que en el año 1988 inspiraría a Trent Reznor (Nine Inch Nails, How To Destroy Angels) a iniciar una carrera musical con esas mismas cualidades.

Los 80s se transformaron en la cúspide del músico, donde no solo fue mentor y mente orquesta detrás de The Time, Morris Day, Vanity 6 y Sheila E, sino que también una enorme influencia para Janet Jackson, Chaka Ckan y para los que de forma recíproca tuvieron efecto en Prince como lo son Etta James, Aretha Franklin, Nina Simone y Earth, Wind & Fire. Sussudio de Phil Collins y Guns In The Sky de INXS se sienten como insinuaciones de amor a las canciones 1999 y Sign O’ The Times del multiinstrumentista, respectivamente, y si no lo son, de todas formas la última fue posteriormente hecha cover por Nina [Simone], Simple Minds, Muse y Steven Wilson (Porcupine Tree), insistiendo en ese legado que dejó particularmente la música de aquella década y que por cierto se vio invadido el año 1984 por el lanzamiento del largometraje y soundtrack Purple Rain.

Purple Rain sin embargo no sólo tuvo sus luces: el track Darling Nikki aunque haya rendido sus frutos evidentes en interpretaciones por Foo Fighters el 2003 y 2020 y por Rihanna el 2011, fue pionera en la implementación del “Parental Advisory” que actualmente vemos en muchas portadas de discos, esto por causa de sus explícitas letras a propósito del verso “I met her in a hotel lobby masturbating with a magazine. She said: How’d you like to waste some time, and I could not resist when I saw little Nikki grind”.

Los 90s trajo consigo turbulentos cambios en cómo Prince se daría a conocer al mundo en el contexto de su emancipación de Warner Bros. y su identificación entre 1993 y el 2000 con un símbolo impronunciable definido como un símbolo de amor – love symbol, The Artist Formerly known as Prince para los fans y prensa. Por otra parte, esta década también daría paso a las inquietudes que el ahora “love symbol” tenía frente a la revolución del Internet; el año 1999 durante su discurso en el “Second Annual Yahoo Internet Life Magazine Online Music Awards expresaría:No se dejen engañar por el internet (…) no dejes que la computadora te use, (…). Hay una guerra en marcha, el campo de batalla está en la mente y el precio es el alma”, pero algunos años más tarde sería precursor en la descarga vía internet de la música al enviarle a sus fans suscriptores del “NPG Club” links para descargas a través del correo. 

Era importante para él sentir que era parte de lo que estaba sucediendo (…) le daba energía saber qué estaban haciendo otras personas y crear conexiones, nuevos amigos e improvisar con otros músicos” serían las palabras de Lianne La Havas para destacar el apoyo que Prince siempre le otorgaba a otros músicos, recalcando la reciprocidad en el encuentro y que no se trataba de ser mero mentor para otros sino que los otros por más de que tuviesen 10 o 30 años de diferencia en la trayectoria fuesen un aporte para el proceso creativo de él mismo. De esos jammings salieron cosas sabrosas y que no son del todo conocidas. Con sólo un álbum, Lizzo ya estaba plasmando su voz en “Boytrouble” de la placa “Plectumelectrum” (2014) que el pionero del Minneapolis Sound trabajó con su banda de apoyo de ese entonces 3RDEYEGIRL. Lenny Kravitz en una reciente entrevista con Zane Lowe de Apple Music dio a conocer la instancia en que se reunió con Prince y Michael Jackson para grabar unas cositas, a pesar de la rivalidad que se creía que había entre el chico púrpura y el Rey del Pop. Dave Grohl para cuando se hizo el “Grammy Salute to Prince” el 2020 comentó de cuando él en la batería tocó tras bambalinas con Prince en el bajo, resultando ser una de esas experiencias que nunca olvidará.

Alicia Keys junto a su interpretación de “How Come You Don´t Call Me [Anymore]” incluida en su debut “Songs in A Minor” (2001), Beyoncé, D’Angelo, Janelle Monáe, Justin Timberlake, Pharrel Williams, Kanye West, Mark Ronson, Bruno Mars y Kendrick Lamar en la escena R&B, soul y hip hop, St. Vincent y Brittany Howard (Alabama Shakes) de la escena más alternativa, Timbaland, Frankie Knuckles, Daft Punk, y Ben UFO en la música electrónica, o, H.E.R. que debutó el 2016, son algunos otros que en los últimos 25 años han expresado su incesable amor por el autor de “Strawberry Beret”; la última artista mencionada impregnándose de la influencia más allá de la música en sí si es que consideramos que también se hace cargo de la completa composición y producción y es una virtuosa guitarrista, pianista, baterista y bajista.

Chris Cornell (Soundgarden, Audioslave) con su propuesta de “Nothing Compares 2U”, Anneke Van Giersbergen interpretando en una ocasión “Alphabet Street y “I Could Never Take The Place of Your Man” o “Little Red Corvette” como parte de su gira de 2016 “De Nieuwe Madonna”, Evanescence, Corey Taylor (Slipknot, Stone Sour) y Jordan Rudess (Dream Theater, Liquid Tension Experiment) versionando por separado “Purple Rain” el 2016, Kirk Hammett y Robert Trujillo haciendo un extracto de “When Doves Cry” durante un show de Metallica en su paso por Minneapolis el 2018 podrían tratarse de sorpresas, pero que en realidad sólo hablan de lo lejos que Prince impactó en otros géneros. Steven Wilson no sólo hizo ese cover de “Sign O’ The Times” -más de una vez-, sino que en su podcast actual “The Album Years” junto a Tim Bowness, cada vez que el episodio es coincidente con algún álbum de Prince, siempre se toma el tiempo para elogiarlo con todas sus letras; escuchar “Luminol” y “No Twilight Within The Courts of The Sun” en relación a “She Spoke to Me” y “East” en su respectivo orden son momentos en que el aficionado por el rock progresivo le debe el arte al compositor de “Nothing Compares 2 U” más de lo que podrías pensar.

Sobre enseñanzas que quizás van más allá de la música, Kandace Springs manifestaba que el ecléctico autor era un fiel creyente de la idea de que la música debería ser lo más orgánica posible: sin disfrazar la voz, con músicos e instrumentos reales, y de que si podías hacerlo, lo hicieras con todo traspasando esa barrera del miedo. Frank Ocean por su parte encontraría las influencias en ámbitos identitarios al decir que la imagen de género fluido que Prince proyectaba le entregaría libertad y mayor comodidad al proceso de cómo en la actualidad se identifica sexualmente. En efecto, citando un comentario de la web: “Prince era de los únicos que podía aparecer con maquillaje en su rostro, pantis de mallas, tacones altos y aún así ser lo más heterosexual posible”, y que además de radicar en el hecho de que la apariencia de uno no depende de lo que pueda atraerte y él ya lo venía manifestando 40 años atrás, el love-symbol con el cual se identificaría desde 1993 es de hecho la unión de lo masculino y femenino.

Quizás la gente seguirá recordando más a Michael Jackson, Freddie Mercury o David Bowie, pero bien podríamos decir que Prince es la persona más influyente en la historia de la música.

There are many kings, but there is only one Prince – Alicia Keys

Vicente Andrade

Anneke Van Giersbergen es mi statement artístico

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