La potencia legendaria de la maquinaria alemana del thrash metal Destruction regresa a Chile con…
Destruction en Chile: Una conspiración siniestra
Nuevamente los alemanes desataron el mosh y la euforia de sus fans más fieles
Fotos: Francisco Aguilar
El thrash metal se tomó el recinto santiaguino de Teatro Coliseo recibiendo la descarga de furia de los alemanes Destruction, los que ya celebran 40 años de amplia trayectoria metalera. Los teutones ya son parte de la casa por sus reiteradas visitas a nuestro país, siempre deleitando con sus mejores riffs y potencia sobre el escenario, enloqueciendo a los fans.
La banda de apertura Cianuro aseguró una presentación sólida para los que ya estaban presentes en Coliseo, demostrando una aplicada demostración del buen thrash de antaño, temas como La Revolución de la Inconsecuencia y Rechazado de su reciente álbum Odio Total, empezaron a calibrar los músculos cervicales de los presentes, Es La Ley y Resistencia ofrecieron un puño letal en la mejillas para los poleras negras y casacas de mezclillas que ya se hacían notar, Tierra de Niebla de su debut de 2016 Crimen Legal cerraban su presentación llena de veneno y consecuentes a su estilo, demostrando que el metal nacional tiene para rato.
Los alemanes Destruction demasiado puntuales abren con el clásico infaltable Curse the Gods, como en los días más áridos de la música extrema, la banda de las profundas orillas del sur y este del Rin, con intrincados florecimientos de riffs entrecortados, concisas y felices secuencias de guitarra de medio tono y solos se presentaban una vez más en nuestro país, Death Trap, The Antichrist y Thrash Attack solidificaban una presentación solo de hits, los versos pasan entre un thrash oscuro y un tono mayor mientras un coro de himnos extiende varias sílabas en un canto largo, después del cual solos inmaculadamente fraseados se laceran sobre los clásicos temas.
Es el turno de Armageddonizer y Bestial Invasion, las actuaciones nuevamente son de primera categoría, con la voz de Schmier un poco más baja y más enojada, y nos atrapa con algunos de sus increíbles gritos agudos. El trabajo de guitarra es simplemente increíble y los riffs son mucho mejores cada vez, más memorables y, en general, mejor interpretados. La batería vuelve a ser excelente y de calidad siendo asombrosa en todos los sentidos.
Ya para el encore, Diabolical, Total Desaster y Thrash ‘Til Death, temas de melodías sucias, el sonido perfecto en su conjunto, te golpea en la cara como un latigazo, chillidos agudos y saturados, letras concisas y directas que hablan de temas realistas y el caótico solo que culmina cada canción y destroza el patrón de las mismas.
Los alemanes nos dejan a todos demostrando que son una banda que todavía sabe cómo encender el motor después de todos estos años y escribir coros masivos, incluso a tempos ridículamente rápidos, su líder el bajista y vocalista Marcel Schmier sigue manteniendo los gruñidos cáusticos y los gritos ensordecedores desde sus inicios y por supuesto manteniendo en alza a la banda, Destruction siguen demostrando un nuevo manifiesto al thrash metal que sigue abrazando sus tradiciones pasadas así como su carácter actual.
