Dimmu Borgir en Chile: Sinfonía pagana
Dimmu Borgir cumplió. Después de seis años, los legendarios noruegos volvieron a Chile para celebrar un cuarto de siglo de black metal sinfónico y oscuro. Con un show cargado a lo que es su última placa “Eonian”, los originarios de Oslo demostraron por qué son unos de los mejores grupos para ver en vivo del estilo.
Fue una noche agradable y tenue en el gran Santiago. La fanaticada de los noruegos se dejó caer temprano en la discoteque que se encuentra en el metro Unión Latinoamericana para presenciar la vuelta de la banda a tierras nacionales. Habían pasado más de seis años desde que tocaron por última vez, y eso, para los chilenos, fue una eternidad en la más recóndita de las tinieblas.
20:45 y el público ya tenía lleno el recinto de Alameda. Impacientes, pero sin dejar de lado unas buenas cervezas, la gente comenzó a pedir la pronta salida de la banda liderada por ‘Shagrath’ y ‘Silenoz’ al escenario. Al parecer, los muchos años en los cuales no pasaron por estas tierras, fue el argumento necesario para que la desesperación fuese más grande.
21:00 y el conjunto salía a cumplir una fecha más del tour que los llevó a cumplir 25 años de vida. Sí, un cuarto de siglo en la escena black metal. La marcha fúnebre comenzó con “The Unveiling”, canción de la última placa, que tiene las armonías precisas para dar el vamos a una noche lúgubre. El público se dedicó a mirar el desplante de Stian Thorensen que salió con una túnica parecida a la que ocupaban los Sith en la Guerra de Las Galaxias. Con el puño en alto, mirando hacia la cancha, gritó “¡Santiago!”, para dar paso a “Interdimensional Summit” y “The Chosen Legacy”, encendiendo la pira de una noche calurosa y siniestra.
La banda maneja un profesionalismo notable y son estudiosos a la hora de interpretar sus papeles en el escenario. Shagrath se roba todos los flashes y nos hace recordar aquella noche de marzo del 2012, en la cual -con fiebre- brindó una descomunal presentación en el Teatro Teletón. Los creadores de discos tales como “Enthrone Darkness Triumphant” o “Abrahadabra” no apelaron tanto a la nostalgia en esta ocasión, sino que tocaron varias canciones de su último LP lanzado en mayo de este año. Los fieles recibieron con muchos aplausos y exalto estas nuevas composiciones de los noruegos.
Lo que Dimmu Borgir sabe a la hora de hacer sus presentaciones en este país ubicado al fin del mundo, es darle a la gente lo que quiere. “The Serpentine Offering” hizo estallar a los devotos con los teclados majestuosos de Gerlioz. Sin embargo, “Puritania” fue una de las que se llevó la mayor ovación para los místicos de Oslo y finalizar la primera parte del concierto.
La segunda mitad, la abrieron con “Indoctrination”, en la cual, antes de comenzar a tocarla, Shagrath pidió a sus creyentes que gritaran el nombre de la canción con toda su fuerza. El líder de la banda formada en 1993 maneja muy bien a sus seguidores paganos y se acercó, en muchos momentos, a interactuar con ellos e incluso se dio el tiempo de tocar los dedos de una fanática de la primera fila. “Progenies of the Great Apocalypse” fue el preludio para lo que sería un final tétrico y sombrío. “Olé, olé, olé, olé, Dimmu, Dimmu” gritaron durante varios minutos los paganos con chaquetas de cuero para que todos los integrantes del grupo los saludaran e hicieran gestos de que los llevan en el corazón.
Los sintetizadores de Gerlioz empezaron a sonar y “Mourning Palace” fue la elegida por los sumos sacerdotes del black metal noruego para cerrar una noche luctuosa en la capital. Los nacidos en Oslo, sabían que no podían desentonar en la velada que celebraban -junto al pueblo chileno- sus 25 años y lo demostraron con creces. Épicos e intensos, son solo dos adjetivos que ratifican que los noruegos tienen un repertorio brutal y que pueden hacer brillar un recinto plagado de oscuridad con sus composiciones que los han posicionado como una de las mejores bandas de metal sinfónicas del planeta.
Por Bastián Cifuentes
Fotos: Khristian Hernandez