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Disco Inmortal: Cocteau Twins – Treasure (1984)
4AD, 1984
Todo comienza en 1979, en el pueblo de Grangemouth, Escocia, cuando el guitarrista Robin Guthrie y el bajista Will Heggie forman The Heat, banda post punk cuyo nombre rápidamente cambió a Cocteau Twins, en honor a una canción de Simple Minds del mismo nombre. Poco tiempo pasó para que se uniera Elizabeth Fraser, una introvertida joven de prodigiosa voz. Influenciados por bandas como The Birthday Party o Siouxsie and the Banshees, rápidamente lograron diferenciarse del resto de la escena emergente y captar la atención de Ivo Watts-Rusell (productor y fundador del sello 4AD), gracias a la voz etérea y sensible de Fraser y el amor que Guthrie tenía por la electrónica, la distorsión y los pedales de efectos. Nace así una banda pionera y poseedora de una sonoridad totalmente singular, a partir de la cual derivaron nuevos estilos musicales como el ethereal wave, el dream pop y el shoegaze.
Reclutados por 4AD, la banda grabó su disco debut Garlands en 1982 y posteriormente Head Over Heels en 1983, año que también marcó la partida de Heggie, extenuado por las largas giras de promoción de la banda por Europa. En 1984 y bajo la misma casa discográfica, nace Treasure, tercer álbum de estudio de la banda que además significó grandes cambios, comenzando por la llegada del multi intrumentista Simon Raymonde. El disco se fue moldeando, no sin encontrar dificultades en el camino; inicialmente pensado para ser un disco producido por Brian Eno, terminó con este último dando un paso al costado para otorgar la anhelada libertad y mayor control de Guthrie en la grabación de su sonido particular. Debido a la gran presión que significó el hecho de ser sus propios productores, Fraser experimentó problemas para encontrar las líricas correctas, de esta forma nació la idea de utilizar las palabras de una manera más fonética, abandonando el significado literal. Sin preverlo, creaban el sello que marcaría a la banda para siempre.
“Peep-bo, peachblow Pandour, pompadour (…)” es parte de la lírica de ‘Ivo’, canción que da inicio al disco y que deja al descubierto una voz de texturas celestiales de difícil imitación. Gracias a la utilización de un E-MU Drumulator y su kit de samples Rock Drums (con los golpes de batería de John Bonham de Led Zeppelin), el sonido durante todo el disco exhibe un toque synth pop, característico de las bandas británicas de mediados de los 80’s. ‘Lorelei’, por su parte presenta sonidos empapados de reverb y oscuridad cercana al post punk, pero que se dejan entrelazar con bellas armonías vocales. En ‘Beatrix’, el bajo melódico de Raymonde y el juego de voces de Fraser consiguen un sonido atípico y atemporal. ‘Persephone’, con la distorsión al máximo, es claro ejemplo de un sonido multicapa, creación de Guthrie. Amante de la experimentación y de la utilización de un sinfín de efectos en sus guitarras, señaló en una oportunidad: “(…) We never use any sort of straight instruments really, I always think it’s much more interesting to fuck’em all”. Una genuina sonoridad que llegó incluso a influenciar a sus coterráneos de The Jesus and Mary Chain en su álbum Psychocandy de 1985.
Con calidez, ternura y emotividad se dejan caer ‘Pandora (Song for Cindy)’, ‘Amelia’ y ‘Aloysius’, llenando los ánimos de melancolía y quietud. Las líneas de bajo notoriamente melódicas en ‘Cicely’, parecieran ser la pista para ingresar a un estado de ensoñación, mientras las guitarras reverberantes abren atmósferas inquietantes. En ‘Otterley’, la voz susurrada y de aire gélido de Liz Fraser nos encamina a las aguas de un mar oscuro y denso, dejando a nuestra voluntad si queremos salir de él o no. ‘Donimo’, tema que da fin al disco, juega con atmósferas que nos transportan a la luz de nuestra propia inmensidad.
Considerado por los mismos integrantes de la banda como un trabajo “no terminado”, o más drásticamente definido por su guitarrista como un “aborto”, Treasure es indiscutiblemente el punto crucial en la carrera de Cocteau Twins, ya que a partir de él se gestó un sonido que se transformó en referente de la escena alternativa a partir de entonces. Una banda amada por muchos y que fue pilar para agrupaciones de su misma generación y luego, para bandas posteriores. Desde The Cure, pasando por The Jesus and Mary Chain, The Smashing Pumpkins, hasta Seefeel o Slowdive, por nombrar algunas.