Disco Inmortal: Dead Kennedys – Fresh Fruit for Rotting Vegetables (1980)

Disco Inmortal: Dead Kennedys – Fresh Fruit for Rotting Vegetables (1980)

Cherry Red Records / Alternative Tentacles / Faulty Productions, 1980

Fueron tildados de fascistas, de matones, antipatriotas, entre otras cosas. Cuatro jóvenes punk de california liderados por Jello Biafra en el micrófono; junto a East Bay Ray en la guitarra; Klaüs Flouride en el bajo y simplemente Ted en la batería eran entendidos de manera literal con sus letras agudas y no como ellos querían, donde se entrometían en asuntos políticos y de contingencia con una sonoridad explosiva y sátira hacia la clase dirigente imperante. Las leyendas de un movimiento propio e inspirados por Sex Pistols y Ramones hacían una aparición peligrosa en 1980 con “Fresh Fruit for Rotting Vegetables” e instaurando un nombre polémico en Estados Unidos: Dead Kennedys.

Corrían los últimos meses de 1980 y Ronald Reagan estaba inscrito como la carta del Partido Republicano para ser el próximo Presidente de los Estados Unidos. Sí, leyeron bien, el mismo actor de películas como Bedtime For Bonzo (1951), This Is The Army (1943) o Kings Row (1942), estaba quemando sus últimos cartuchos para gobernar al país del Tío Sam. Justamente, en esos mismos meses Dead Kennedys sacaba su primera placa de estudio para mostrarle al gobernador por California que la vida liberal que pintaba era solo una ilusión para los estadounidenses.

La campaña del que sería Presidente, le dio mucha inspiración a los liderados por Biafra y alejados de los tres acordes de Ramones, inician el «Fresh Fruit…» con ‘Kill The Poor’, una canción en forma de sarcasmo que fue interpretada por muchos como una canción que quería eliminar a los pobres del país. Cantando “Jobless millions whisked away/At last we have more room to play/ All systems go to kill the poor tonight” (“Millones de personas sin trabajo quitados de en medio/Al fin tenemos más sitio para jugar/ Todos los sistemas van a matar a los pobres esta noche”), Jello Biafra y el guitarrista East Bay Ray, atraídos por los textos de Jonathan Swift, específicamente, por «Una Modesta Proposición» mandaban un mensaje irónico adornado por una musicalidad de sobresaltos y rapidez para ser catalogados como una canción de “mal gusto” al igual que lo fue la obra de Swift en 1729 por los críticos.

 

‘Holiday In Cambodia’, iba más allá de ser una canción dedicada a los jóvenes de clase media alta (yuppie) que fue simbolizada de manera idónea en la obra de Bret Easton Ellis en American Psycho y que posteriormente sería encarnada por un papel brillante de Christian Bale y dirigida por Mary Harron. “So you been to school/For a year or two/ And you know you’ve seen it all / In daddy’s car / Thinkin’ you’ll go far / Back east your type don’t crawl” (“Has ido a la escuela / Durante un año o dos / Y sabes que lo has visto todo / En el auto de papá / Pensando que llegarás lejos / De vuelta al este, tu clase no se arrastra”), golpeaba fuerte y directo a los ejecutivos de 20 a 43 años que predominaron en Estados Unidos en los primeros destellos de los ochenta y hasta ese fatídico Lunes Negro de octubre de 1987. Con una letra invadida de parodias a una vida llena de lujos y arrogancia por parte de una sociedad que caía en excentricidades y estatus, el panorama de los Kennedy era más certero que ese séquito pensaba en adorar.

Biafra ya había incursionado en política a finales de los setenta como candidato a alcalde por San Francisco con el ánimo de enlodar a los otros postulantes y ridiculizar el proceso electoral. Con 6000 votos y quedando cuarto en la papeleta comienza a cimentar lo que sería un controvertido sencillo: ‘California Über Alles’. ¿Controvertido? Exacto. ¿Por qué? La juventud de extrema derecha californiana toma la canción literalmente y se enorgullece más por hacer referencia a una extinta estrofa del himno alemán en el Tercer Reich y que Sebastián Piñera, en su primer mandato, recuperó y anotó en el libro presidencial germano en el 2010 donde se puede leer «Deutschlandüber alles» («Alemania sobre todo»), generando polémica mundial por el penoso suceso. Los adolescentes rayaron y acuñaron el término generando gran repudio en la colectividad y dando notoriedad a la banda que terminó realizando sus conciertos vigilados por fuerzas policiales y tildados de fascistas por la ignorancia imperante.

El Presidente Jimmy Carter y el Gobernador Jerry Brown fueron sus víctimas preferidas en California Über Alles reprochando sus conductas en el país y en el estado, catalogándolos de ser unos “fascistas zen”. “Zen fascists will control you / 100% natural / You will jog for the master race / And always wear the happy face” (“Fascistas Zen te controlarán / 100% natural / Serás sacudido por la raza superior / y llevarás siempre una cara feliz”) escribieron los Kennedys para agredir artísticamente a los políticos. No obstante, no se quedaron solo en eso, sino que William Shakespeare y George Orwell también fueron citados para barrer a estos dos personajes, pero, este último, con su clásica novela 1984 y dejando leer entre líneas el poder del Gran Hermano lo analizan como un Presidente (Jerry Brown) que andará con su policía secreta arrestando y matando a las personas en cámaras de gases venenosos.

 

Finalizando el disco, encontramos ‘Viva Las Vegas’, sencillo escrito por Doc Pomus y Mort Shuman para luego ser reconocida por Elvis Presley, pero arreglada posteriormente por los Kennedys en sus primeras presentaciones en vivo, sacando parte de la letra e incluyendo una historia de un jugador cocainómano parecido a lo que fueron Johnny Depp y Benicio del Toro en la mítica cinta de Terry Gilliam Fear and Loathing in Las Vegas inmersos en tiempos de guitarra y batería más rápidos que su predecesor.

Grabado en los Mobius Studios de la Bay Area, Dead Kennedy desata una banda sonora política, agresiva y combativa contra las clases superfluas en casi 33 minutos. Bajo el arte de las ilustraciones de Annie Horwwod, el punk de estos californianos es una de las mayores obras de la escena, tanto por sus letras como musicalidad, pues pocas bandas han sabido sacar un arma tan punzante que traspasara los límites y apuntara directamente a la clase dirigente de un país donde la panorámica desoladora era el pan de cada día para un pueblo que no necesitaba vivir en una sociedad futurista esgrimida en discursos utópicos y distópicos.

Por Bastián Cifuentes

Nacion Rock

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