Disco Inmortal: Dio – Holy Diver (1983)
Warner Bros. / Vertigo Records / Mercury Records, 1983
Que Dio es un peso pesado cuando hablamos de grandes voces del metal, eso es innegable. Y si Ozzy encauzó su carrera con el soporte monumental de Randy Rhoads, el gran Ronnie afianzó su leyenda con el apoyo de Vivian Campbell, y aunque la historia cuenta que nunca lograron congeniar del todo, cuando se fusionaron con Jimmy Bain al bajo y Vinny Appice a la batería, el resultado ayudó mucho a Dio para que se graduara de imprescindible. «Holy Diver» sacó lo mejor de cada uno, siendo un disco apoteósico. Editado en mayo del ’83, su calidad y fuerza permitirían dejar en el olvido la confusa salida del ex Rainbow, de Black Sabbath.
Era una prueba difícil para Ronnie lanzarse con una banda que girara en torno a él cuando venía de ser partner de baluartes como Iommi o Blackmore. Como fuera, Dio merecía su propia carrera y «Holy Diver» era la oportunidad para demostrar que en cualquier proyecto llegaría a la cima. El debut solista no pudo ser más espectacular, sobre todo cuando arranca con ese riff incendiario, metalero hasta decir basta, acompañado de una melodía y una letra que demuestran hasta qué punto el dueño de esa voz tan rutilante tenía gran parte del mérito de sus trabajos anteriores.
En «Stand Up and Shout» nos invita a gritar como bestias, no basándose en solo subir el volumen para ser aplaudido. Este mensaje, que en manos de otras voces del estilo podría incitar a romper todo alrededor, en voz de Ronnie produce pura energía. El riff de «Holy Diver» va en la onda de «Heaven and Hell» y logra graduarse como una pieza grande del metal; hay un gran trabajo de batería, una voz sinuosa y todos los elementos de un tema inmenso para el estudio y para un show. «Gypsy» tiene feeling y una interesante apuesta vocal, parecida a «Caught in the Middle», cuya conexión con Rainbow es innegable por la perfección que alcanza la melodía, simplemente brillante. «Don’t Talk to Strangers» es un clásico absoluto, no solamente porque sigue la línea de la anterior, sino porque se volvió un tema modelo para muchas bandas que emergían, las que se dejaron llevar por ese mediotiempo y una lírica refrendada en la superación y el valor.
Las cuerdas alcanzan un nivel máximo. «Straight to the Heart» en cambio, conecta con el sonido Sabbath y esparce poéticos mensajes de contraposición entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, punto en común de casi toda la letra que expresaría este trabajo. El cierre del disco es por lo alto, gracias a «Rainbow in the Dark» y sus teclados que soportan una letra maravillosa; y qué decir del coro…simplemente histórico, no hay generación posterior al ’83 que no haya gritado este estribillo y vibrado con el riff. Y «Shame on the Night», apabullante, firmada por los cuatro miembros de la banda y que con su vibra amenazante reviven la magia de los mejores puntos de «Heaven and Hell».
La portada del álbum causó mucha controversia pues mostraba a un demonio castigando a un sacerdote que, encadenado, parece condenado a desaparecer en el mar. En esa imagen, la figura esgrime el famoso gesto de la mano cornuta, la que popularizó Dio desde sus días en Black Sabbath y que cooperó para volverlo inolvidable.
«Holy Diver» fue una gran presentación para Dio, sin los apoyos superlativos que suponían grabar con Tony Iommi o Ritchie Blackmore. Hoy, es un álbum de culto y que se sigue destacando por su sonido contundente y melódico, repleto de solos que sentaron cátedra y de un mensaje tan positivo como solo el gran Ronnie James podía dejarnos de herencia.