Disco Inmortal: Dream Theater – Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory (1999)
Elektra, 1999
Corría el año 1998 y eran tiempos difíciles para Dream Theater, la disquera de aquella época (Elektra Records), había influido creativamente en su anterior trabajo Falling Into Infinity (1997) empujándolos a buscar un sonido más cercano al mainstream alternativo, en medio de tanta presión por aquel entonces Mike Portnoy y John Petrucci encontraron una válvula de escape en el proyecto de Prog instrumental Liquid Tension Experiment junto a Jordan Rudess (Teclados) y Tony Levin (Bajo). Como resultado de la buena química musical y personal con este último, se decide la salida de Derek Sherinian entonces tecladista de Dream Theater para incorporar a Jordan Rudess a la banda, a su vez Portnoy y Petrucci obtienen el control creativo frente a la disquera.
Como resultado de estos tiempos de crisis, la banda comenzaría a trabajar en su disco conceptual más exitoso Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory.
La historia del disco parte como secuela de una canción del también aclamado Images and Words, Metropolis Pt. 1: The Miracle and the Sleeper. Durante algún tiempo los fans estuvieron preguntando si habría una segunda parte para dicho tema, por lo que la banda decide finalmente trabajarlo como un álbum conceptual completo.
“Cierra tus ojos y comienza a relajarte…” con estas palabras comienza “Regression”, primer tema ubicado en la epoca actual con la voz del psicoterapeuta aplicándole una especie de hipnotismo al joven Nicholas, mientras suena un arpegio de guitarra acústica en el fondo con notas que luego podrán oírse en las demás canciones. La invitación a sumergirse en la historia parece también aplicarse al oyente mientras el narrador cuenta de 10 a 1.
«Overture 1928», segundo tema instrumental que como su nombre sugiere nos sirve de introducción a lo que será el resto del álbum además resaltar desde ya el virtuosismo de Petrucci, Portnoy, Rudess y Myung. El final se conecta inmediatamente con Strange Deja Vú cuya melodía muestra a Nicholas relatando visiones que tiene durante sueños con una misteriosa joven de principios de siglo XX, todo al ritmo del prog-rock con tintes a King Crimson y Yes, pero igualmente mezclándose con patrones sincopados que recuerdan a Iron Maiden, una de las cualidades de este disco es que a pesar de su inspiración en el Metal Progresivo sirve para darle espacio y presentar al entonces nuevo tecladista Jordan Rudess que es quien precisamente prepara el ambiente para “Through My Words” próximo tema con nada más que su piano y la voz de James Labrie en la que finalmente Nicholas se cuestiona sobre las visiones que tiene con la joven Victoria.
A partir de acá el disco da rienda suelta a todo el Prog Metal clásico de DT con “Fatal Tragedy”. La primera relata el destino final de Victoria entrelazada con armonias vocales entre Labrie y Portnoy convirtiéndose en un clásico coreado por fans en sus shows, y completada por la virtuosa sección instrumental con métricas irregulares sello de la banda, esta “revelación” termina con las palabras del hipnotista que introducen «Beyond This Life”, otro tema de corte Prog Metal donde se relata las circunstancias del asesinato de Victoria, o al menos la versión oficial, cargada con riff y ritmo frenéticos cuenta cómo termina la chica víctima de su amante quien termina suicidándose también, la sección central tiene una clara influencia de Yes, Zappa, King Crimson y mucho prog rock clásico de los 70s.
“Through Her Eyes” es muy similar a nivel melódico a “Through Her Words” y en esta balada Nicholas decide visitar la tumba de Victoria para entender un poco más la conexión entre la tragedia y él.
Con estos 6 temas componen el Acto I o la primera mitad del disco.
El Acto II comienza con “Home” que viene a ser uno de los singles del disco donde a nivel musical tiene un ritmo bastante Hard Rock, sin embargo a nivel estilístico guarda estreha relación con Metropolis Pt. 1 de Images and Words tanto en la melodía como en la letra, en cuanto a la historia comienza a mostrar detalles del triángulo amoroso entre Victoria con los hermanos Edward (The Miracle) y Julian (The Sleeper).
“The Dance of Eternity” es otro de los clásicos de este disco que a pesar de ser instrumental resulta inmediatamente conocida dentro del repertorio de la banda por sus métricas irregulares y por ser una de sus piezas más complejas a nivel técnico, 6 minutos de puro virtuosismo. Los dos siguientes temas son un par de baladas también bastante habituales en el setlist de la banda “One Last Time” viene a ser interpretada mayormente por el personaje de Victoria haciendo referencia a su último encuentro amoroso con Edward y esto sirve para que en el presente Nicholas consiga aclarar las verdaderas circunstancias que rodean el misterioso crimen sucedido hace más de medio siglo. “Spirit Carries On” es quizás una de las más emotivas de este disco por el mensaje de su letra donde indica que luego de la muerte el espíritu continuo viviendo, en el caso de la historia es Victoria quien le revela a Nicholas que él es su forma reencarnada.
En “Finally Free” nos encontramos con el protagonista siendo despertando abruptamente de su trance en el presente por el hipnotista, para luego ir a su casa a procesar toda la información nueva que ha recibido, también a través de la letra y envolventes efectos como sacados de una película nos cuenta la verdad detrás de la noche en que fue asesinada Victoria, para darle un final épico Mike Portnoy destaca con un solo de batería por encima de la melodía para el outro. Y como escena post-crédito nos encontramos a Nicholas en el presente llegando a su casa para luego ser sorprendido por el hipnotista que resulta ser Edward reencarnado quién termina asesinándolo tal como hizo en el pasado con Victoria.
La historia ideada principalmente por John Petrucci y Mike Portnoy fácilmente califica para una especie de adaptación cinematográfica ya que los detalles están muy bien cuidados, cosa que luego intentarían replicar sin el mismo impacto con el álbum “The Astonishing (2016)”, en lo musical la presencia de Jordan Rudess se amalgama perfectamente con la banda y en general eleva el virtuosismo melódico que ya venían desarrollando en anteriores entregas. Scenes from a Memory sería para Dream Theater lo que 2112 fue para Rush ya que no solo los redimió con su disquera, sino que los catapultó musical y comercialmente. De hecho todo el disco fue lanzado en el DVD Metropolis 2000: Live Scenes from New York (2001) con actores interpretando a los personajes y las escenas dirigidas por el mismo Portnoy.
Por Alain Villarroel