Disco Inmortal: Elvis Presley (1956)
RCA Records, 1956
“Amigo, yo era un pardillo comparado con las cosas que hacen ahora”, mencionó en 1972 Elvis Presley cuando su carrera ya estaba más que cimentada y era un sello de consistencia y magia. El debut discográfico del ‘Rey del rock’ fue prácticamente un collage de retazos el cual se elaboró a partir de varias sesiones que comprendieron entre 1954 y 1956. 12 canciones y un álbum que marcaría el rock n’ roll hasta nuestros días.
Siete de las canciones fueron realizadas por Presley en 1956 y las otras, eran, descartes de 1954 y 1955 con el sello Sun Records del productor musical y locutor radial Sam Phillips. No obstante, todos los sencillos que salieron a la luz el 13 de mayo de 1956 fueron recopilados por la casa discográfica RCA, que también obtuvo los derechos de “I’ll Never Let You Go (Li’l Darlin’)” que fue grabada en el sello de Phillips.
La dirección artística, según varias fuentes, la tuvo a cargo William V. Robertson, conocido como ‘Red’, quien en un concierto realizado en Tampa, Florida, el 31 de julio de 1955 tomó la foto. Es considerada una de las mejores fotografías que le sacaron a Elvis y su tipografía es igual de famosa. The Clash, décadas después del lanzamiento del primer disco de Presley, ocupó las letras para decorar la instantánea del “London Calling”, donde sale Paul Simonon a través del lente de Pennie Smith. La fotógrafa incluso dijo que esa portada era la “captura del último momento del rock and roll, la pérdida total de control”.
El trabajo de Elvis en el cual no existe registro de quién estuvo a cargo de la producción que se realizó, podemos apreciar diferentes estilos en el cual, el ‘Rey’ se manejó con bastante holgura. Por un lado tenemos el góspel de “I’m Couting on You” y mucho, pero mucho de la verdadera esencia del ‘Rey’ en el clásico de Ray Charles “I Got a Woman” junto al primer track del disco: “Blue Suede Shoes”, con esos toques tan característicos del rockabilly de los ’50, dándole nuevos bríos a la composición de Carl Perkins.
“Trying to Get You” puede ser tomada como la piedra angular de este disco que rápidamente va demostrando el por qué Elvis fue elegido como el monarca en su momento de todo lo que era el rock. El octavo track contiene una sensualidad inusitada que hacía que las mujeres se descontrolaran a través de la voz y los movimientos de Presley. Sin duda, un acierto en todo sentido el que hayan ocupado la canción de Rose Marie McCoy y Charles Singleton con la voz y efervescencia de Presley.
“Blue Moon” ostenta un halo de nostalgia y de soledad. Juega muy bien con los tiempos para introducir las escalas vocales del oriundo de Memphis a través de un goteo de sonidos que navegan en melancolía pura. Más de 60 años después, la selección de canciones que tuvo en sus manos Elvis Presley para debutar en la industria de la música es sin duda un disco con bastante sustancia a pesar de la inconsistencia en la cual fue producido debido a los retazos que se ocuparon para conformarlo. Con 21 años, Presley estaba escalando montañas rápidamente, sobre todo por el gran hit que no está en la edición original de este disco como es “Heartbreak Hotel”, pero que sí sale en todas las reediciones en cd que le sucedieron. Un poco más de 28 minutos que le significaron tener los número 1 en todo el orbe, enloquecer tanto a mujeres como a hombres y ser influyente de John Lennon, Jim Morrison y Glenn Danzig, entre otros. Transversal, polémico y prestigioso. “All Hail the King”.