Disco Inmortal: Foo Fighters (1995)
Roswell Records / Capitol Records, 1995
Entender la carrera de Foo Fighters sería imposible de no existir el álbum debut de 1995. Su antecedente directo es casi un centenar de cassettes que Dave Grohl registró en secreto, en su grabadora de ocho pistas, desde que tocaba en Nirvana. Tras la muerte de Kurt Cobain en Abril de 1994, el baterista de 25 años pensó en retirarse de la música, pero una invitación de Mike Watt (del grupo Minutemen) a tocar en vivo para los MTV Video Music Awards, en Junio de ese año, le dio un segundo aire a su carrera. Retomó la costumbre de grabar voces e instrumentos por capas en cada canción, hasta que decidió dar a conocer esos experimentos. Una nueva identidad fue necesaria para que nadie supiera a la primera que se trataba del hombre de Nirvana: Foo Fighters, las denominadas luces que veían los pilotos de la Segunda Guerra Mundial.
Bajo la atenta producción de Barrett Jones, Grohl trabajaba una canción por cada vez, entre sorbos de café, su adicción declarada. Algunas de esas canciones ya existían antes del fin de Nirvana, y se pulieron un poco más para el álbum. El producto final terminaría llegando al mundo un 4 de Julio de 1995, con 12 temas tras la portada que muestra una pistola desintegradora XZ-38 de Buck Rogers. Esa imagen, tomada por Jennifer Youngblood, esposa de Grohl por ese entonces, desafió la sensibilidad de la época (comentario tipo “¿Cómo puedes mostrar la foto de una pistola en tu disco, siendo que tu compañero de banda perdió la vida de un disparo?”). Un detalle que no opaca la genialidad que el ahora cantante y compositor muestra en esta docena de canciones. Salió al mundo vía Capitol Records a través de Roswell Records, el sello que fundó Grohl.
El debut homónimo de Foo Fighters parte con “This is a Call”, una declaración de principios que abre con el sonido de una guitarra conectándose al amplificador. Si bien parte sólo con la voz y la guitarra, toma fuerza con el resto de los instrumentos en casi cuatro minutos. Tras la apertura se presenta “I’ll Stick Around”, esa constante descarga de energía donde Dave Grohl grita “I don’t owe you anything”. Como dato noventero, fue un tema comentado por Beavis & Butt-Head mientras veían ese videoclip en la serie de MTV. Esta pieza audiovisual era el soporte, al igual que los conciertos, para que Grohl presentara a su banda: desde Sunny Day Real Estate llegan el bajista Nate Mendel y el baterista William Goldsmith, y completó la formación con Pat Smear, a quien vimos con su guitarra tricolor en el Unplugged de Nirvana grabado para MTV en Nueva York, 1993.
El tercer tema, “Big Me”, suena algo más amable en poco más de dos minutos, con una dulce melodía sin mayores estridencias. Mención aparte para el memorable videoclip, una sencilla idea basada en un comercial de Mentos (llamados Footos para estos efectos). Un dato: 22 años después de la publicación de “Big Me”, 5 de Diciembre de 2017, Dave Grohl acordó con Krist Novoselic, durante un concierto, que su bajo fue la colaboración para el sencillo. El cuarto tema, “Alone + Easy Target”, retoma la fuerza en las guitarras y la batería. Más acelerado se viene el tempo en la siguiente canción, “Good Grief”, con la complejidad de sus letras rematada en un “I hate it, I hate it” al final de cada estrofa.
El sexto track, “Floaty”, parte con guitarra acústica, para después seguir en un ambiente guitarrero constante que se torna un poco más pesado en los estribillos. Un poderoso riff abre “Weenie Beenie”, con la voz de Dave Grohl procesada por un efecto de distorsión que apenas hace entender las letras (“Tear it off, but not a lot, only so much you can take”). Ya con la voz despojada de efectos, sigue el track 8, “Oh, George”, evocando con un poco más de intensidad el ambiente de “Big Me”, donde Grohl se da el lujo de incorporar un solo de guitarra. La dinámica “quiet-loud-quiet” (que popularizaron Pixies y posteriormente Nirvana) se hace presente en “For All the Cows”, sonando más fuerte en los coros. Esa alternancia fue razón para ser uno de los singles en los Estados Unidos.
En el décimo track, “X-Static”, Dave Grohl cuenta con la colaboración de Greg Dulli (del grupo The Afghan Whigs), el único músico invitado por el multiinstrumentista, en segunda guitarra, ambientando una voz en tonos graves. Es más, Dulli estaba al tanto del proceso compositivo de Grohl en este álbum, a lo que el ex Nirvana le pidió colaborar. Seguimos a toda velocidad con “Wattershed”, que en poco más de dos minutos, Grohl no da respiro con su intensidad en guitarra y batería, pegándole fuerte a los tarros como en los tiempos de Nirvana. El debut de Foo Fighters cierra con “Exhausted”, el track más extenso del disco, con cinco minutos y 45 segundos. Fuerza puramente rockera que inicia con distorsión, las letras de Grohl en la primera parte del tema y un quiebre con la experimentación en guitarra, alargando las notas, para volver a la dinámica del comienzo. El músico nacido en Ohio (y residente en Virginia) ha regalado un viaje sonoro de diversas emociones en 44 minutos y 24 segundos que dura el álbum.
El álbum debut de Foo Fighters alcanzó el #23 del Billboard 200, el ranking de los discos más vendidos de 1995; y llegó a ubicarse en el #2 de esa misma lista en Nueva Zelanda. Recibió además el Disco de Oro en Australia y el Reino Unido, y el Disco de Platino en Canadá y Estados Unidos.
La crítica alabó a Dave Grohl por su impresionante capacidad compositiva en este debut, demasiada labor para una sola persona, pese a que él consideró las letras “sin sentido”. Su rango vocal abarca desde la furia hasta la dulzura, su marca registrada que se extiende por toda su discografía. A casi 23 años de este primer batatazo de Foo Fighters, el disco se convirtió en un imprescindible para la fanaticada y para la crítica. Y visto desde la actualidad, nos hace pensar cómo evolucionó Dave Grohl desde esas cintas grabadas en secreto hasta la reciente gira mundial de Foo Fighters. Superación, perseverancia y talento son las claves del éxito del músico en ese álbum debut y en toda su carrera.
Por Carolina Plaza Vilches