Disco Inmortal: Snot – Get Some (1997)
Geffen, 1997
Corría 1988 y AC/DC sacaba su undécimo álbum de estudio llamado “Blow Up Your Video”, Bad Religion lanzó el legendario “Suffer”, Bon Jovi homenajeaba a su ciudad natal con el LP “New Jersey”, los metaleros de Death engendraban el “Leprosy”, Guns N’ Roses editó su placa “G N’ R Lies” y The Ramones recopilaba su carrera en el “Ramones Mania”. Un año bastante productivo en el ámbito de la música en inglés, sin olvidar que por acá, muy lejos del primer mundo Soda Stereo hacía lo propio con el “Doble Vida”. Entre tanta música y discos editados ese año, en Santa Bárbara, California, se formó una agrupación de integrantes tanto de la Costa Este como de la Oeste que daría que hablar en los años 90 por su influencia y estilo musical ecléctico y poderoso.
Snot hacía sus primeras incursiones en el underground californiano de la mano de Lynn Strait, Lethal Dose y Mike Dolling. Los tres integrantes tuvieron un largo recorrido antes de sacar su primer trabajo. Diferentes actuaciones en bares y lugares de mala muerte dieron sus frutos para que los de Santa Bárbara firmaran por el sello Geffen Records que tenía entre sus filas un catálogo bastante humilde con Elton John, Peter Gabriel, Neil Young, Guns N’ Roses, Sonic Youth, Tesla, Aerosmith, Whitesnake y Nirvana, por solo nombrar a algunos.
El debut de Snot en la escena predominante del Nu metal llegó con uno de los mejores discos del movimiento: “Get Some”. El álbum debut tenía de todos los estilos que habían influenciado a la agrupación y lo lanzaron sin tanta parafernalia el 27 de mayo de 1997 cuando Korn y Deftones dominaban los festivales junto a la vieja guardia del rock.
El track #1 fue titulado simplemente Snot. La canción contiene toda la carga explosiva y la mescolanza de sonidos que los haría diferenciarse del resto de las bandas. La guitarra de Doling es peligrosa y con tintes de funk que hacen una dualidad increible. El LP de los liderados por Strait fue difícil de encasillar en algún estilo en particular y es por ello que el mismo vocalista se encargó de definir la sonoridad de la agrupación. “Nos gusta llamarlo ‘lounge-core’. Debido a que es algo así, a veces, como un núcleo duro. Creo que cae en el género del Nu metal, aunque no lo sé porque la mitad de nuestra banda es de la Costa Este y la mitad es del Oeste, por lo que nos considero una banda ‘americana’. ¿Sabes a lo que me refiero? Porque realmente no tenemos un estilo de la Costa Este o de la Costa Oeste. Tocamos algo de punk rock, algo de metal y algo de funk, y es como si no tuviéramos ninguna idea preconcebida de cómo se supone que debe sonar Snot”.
A continuación, una de las mejores canciones del álbum con “Stoopid”. Acá, claramente, demuestran con grandeza la vistosidad en el manejo de los instrumentos para mezclar sonidos tantos del metal, hardcore y funk. Sin embargo, la voz de Strait es agresiva y los gritos contienen la furia de los apartados y discriminados, sobre todo de aquella generación que por vestirse de una forma o escuchar un estilo de música en particular era mirado como un “queers”, o sea, algo extraño o poco usual para una sociedad californiana que estaba dominada por el modelo que impuso por largos ocho años el gobernador republicano Peter Barton Wilson desde 1991 a 1999.
«Spray the masses with gunfire / Foreign pigs will live in fear / They never learn / Light the match / Flames burn higher / I need to exterminate the queers / My stomach turns / Would not heed your worthless cries / Strike with fear / Cause I won’t wait / Your misery / Stick your fingers in my eyes / Just like somebody blind by hate They cannot see» («Rocié a las masas con fuego / Los cerdos extranjeros vivirán con miedo / Nunca aprenden / Enciende el fósforo / Las llamas arden más alto / Necesito exterminar a los queers / Mi estómago gira / No prestaría atención a tus inútiles gritos / Huelga con miedo / Porque no voy a esperar / Tu miseria / Mete tus dedos en mis ojos / Al igual que alguien ciego por odio, no pueden ver»).
En el video podemos observar parte de lo que expresa la letra en la forma que van mirando al Lynn, sin antes mostrar al alma de la banda que, sin lugar a duda, se robaba las miradas: Dobbs, el perro que fue fotografiado para ilustrar la caratula del disco.
Dejando de lado el single de la banda y con el cual más influenciaron a sus fanáticos, nos encontramos con la canción que dio nombre al disco, “Get Some”, donde tenemos ritmos silentes y con los arpegios de explosividad que tanto le desagradan a Henry Rollins, pero que, en contra parte, fue una de las características de una ola musical que demostró a través de esta particular forma una de sus características. “Deadfall”, puede ser la canción más power que ostenta la banda y con la cual hacían arder sus presentaciones, es en ella donde apreciamos que los californianos no se cerraron a ningún estilo y que tiene mucho de lo que utilizó en sus antiguas bandas el guitarrista Lethal Doose. El sonido tiene todo lo punk posible en el inicio para luego variar a los sonidos más sureños del gran Estados Unidos, pero de forma irónica. ¡Bienvenidos al slam y al pogo más agresivo del Nu Metal!
Las adicciones de Lynn fueron la tónica durante gran parte de su vida. Enmendar la vida que lo llevó a estar en la cárcel le costó muchos años y malos momentos hasta que fundó Snot. Es por ello, que muchas de sus canciones y letras poseen sonidos violentos. Sonidos que lo llevaron a redimirse para encontrar una salvación que buscó por años y que mediante la música volvió a encantarse con la vida. Sin embargo, a pesar de exonerarse de las drogas, nunca perdió la forma de ir de frente y en contra de los que hablan mierdas a las espaldas.
Así es como llegamos a “Mr Brett” donde tienen como invitada especial a Theo Kogan, la cantante de punk y electrónica para hacer añicos al guitarrista de Bad Religion Brett Gurewitz y propietario del sello Epitaph. La mala onda con Gurewitz provino, según Lynn, cuando visitaba a Snot y los alababa por la música que realizaban para luego “hablar mierda” de ellos cuando se juntaba con otros músicos. En una entrevista realizada a finales de los 90, Lynn se refirió en extenso a esta controversia y también, si algunas bandas del sello del guitarrista tomaron represalias por haberse referido así a Brett: “soy amigo de algunas personas en Epitaph y conozco a Brett Gurewitz (no he hablado con él en mucho tiempo). No, no que yo sepa. Le dije, antes de que saliera el álbum, a un par de personas de Epitaph sobre eso y se lo conté a los chicos de NOFX. Y dice en la canción que me gustan las bandas de Epitaph y que no hay nada sobre ellas. Es una canción punk y las canciones punk tienen que ser sobre hablar mierda y él era solo un candidato, simplemente estaba allí”.
Snot con este único disco inspiró a varias bandas para lo que fue el sonido del Nu metal de fines del siglo XX y principios del XXI. No obstante, Incubus y otros como Ozzy Osbourne le rindieron mucho respeto a una banda que, si bien es de culto, es una de las mejores que dio la generación que dominó Korn, Deftones y Limp Bizkit.
Luego de la muerte de Lynn Strait en un accidente automovilístico, la banda no volvió a ser la misma y el golpe fue muy grande para todos los integrantes. Sin embargo, habían escrito y trabajado en un amplio material musical el cual aprovecharon invitando a diferentes vocalistas para sacar un disco homenaje para el neoyorquino nombrado “Strait Up”.
Sin lugar a dudas, Snot es una de las grandes bandas que no son reconocidas al nivel que deberían estar por el público en una escena que fue masificada por MTV y donde los de Santa Bárbara solo fueron seleccionados para salir un par de veces en el programa 120 Minutes que exponía a las bandas más emergentes e indie de la industria. Una banda completamente necesaria de revisitar, moshear, e inmortalizar.
Por Bastián Cifuentes