Def Jam Recordings, 1988 El metal siempre buscó ser extremo. Buscó generar reacciones, hostigar, incomodar…
Disco Inmortal: Jane’s Addiction – Nothing’s Shocking (1988)
Warner Records Inc., 1988
Desde sus inicios Jane’s Addiction fue una banda envuelta en un torbellino de controversias. Ya sea por sus disputas internas, sus abusos con las drogas, o por aquel estilo de vida tan distinto y revolucionario con el que estos 4 californianos de L.A se presentaron ante una escena musical, que por ese entonces estaba más bien dominada por un hard rock estereotipado, de hombres de cabellera larga y jactanciosa virilidad. Con una mirada transgresora y nuevos ingredientes, la agrupación se armó de minimalismo, naturalidad, menos pirotecnia y bellas artes, para comenzar una verdadera revolución en la que ellos terminarían siendo los grandes pilares del rock alternativo.
El lanzamiento de su disco homónimo en 1987, grabado en vivo en la sala The Roxy, en L.A, les sirvió para captar la atención y firmar contrato con los gigantes de Warner. Un año después daban vida a Nothing’s Shocking, primer album de estudio de los californianos. Producido por Dave Jerden y Perry Farrell, el disco no quedó fuera de discusiones. Con Farrell exigiendo mayor porcentaje de ganancias, los roces no tardaron en llegar y con ello, se generaba la primera fractura interna de la banda. Se sumó un polémico diseño de portada (de autoría de Farrell), censurada por gran parte de las principales disqueras, por presentar una escultura (también confeccionada por Perry) de dos gemelas siamesas, desnudas sobre una mecedora y con sus cabezas en llamas.
Con o sin altercados, fue imposible negar que Jane’s Addiction presentaba un sonido totalmente nuevo que para muchos fue difícil de asimilar, por no encajar bajo ninguna casilla rígida; una libertad que les permitió pasearse por el hard rock, el funk, el folk rock y la psicodelia con total desplante y originalidad. Basta con escuchar ‘Up the Beach’, tema inicial del álbum, para percibir versatilidad. Una línea de bajo solitaria a cargo de Eric Avery nos transporta a un lugar de aguas calmas, poco a poco perturbado por un oleaje de guitarras y voces de texturas filosas, oscuras e inquietantes: es el lado B de California. ‘Ocean Size’ y ‘Had a Dad’, como grandes masas de agua, traen consigo hacia la costa, el esplendor y la agudeza particular de Farrell en voz, el talento extraordinario de Dave Navarro en guitarras, el funk y Groove de Avery en bajo y la completa diversidad rítmica de Stephen Perkins en batería y percusiones.
‘Ted Just Admit it’, de inicio apacible, resulta ser una explosión de sonidos. Inspirada en el terrorífico accionar de Ted Bundy, asesino en serie que terminó confesando 36 femicidios (y presumiblemente muchos más), luego de más de una década negando sus crímenes. Complejidad hecha canción, que muestra el lado más lúgubre de California, donde no solamente hay playas, diversión y alegría, sino que también oscuridad, horror y perversión humana. Un lugar de show mediático enfermizo, encubridor de la brutal realidad y colaborador comprometido con la insensibilización de las sociedades: “It’s just like the show before, the news is just another show with sex and violence, Sex is Violent”. De toda esta contradicción y de la necedad humana, nace el título del disco; sacado de las líricas de esta misma canción: ‘(…) camera got them all, Nothing’s Shocking. Showed me everybody, naked and disfigured, Nothing’s Shocking’.
‘Standing in the Shower…Thinking’ continua con la incertidumbre. Farrell elige la ducha para abrazar el existencialismo mientras el agua caliente cae sobre su cuello: “I’m Thinking about power, the ways a man could use it. The water hits my neck and I’m pissing on myself”. Un corte repentino nos lleva a la quietud de ‘Summertime Rolls’ que trae consigo una sonoridad abierta, guitarras que invitan a una siguiente dimensión y líricas donde prima la libertad del ser y una mejor coexistencia con el resto del planeta.
Guitarras de texturas hard rock caracterizan a ‘The Mountain Song’, mientras que ‘Idiots Rule’, acarrea funk gracias a las líneas de bajo de Avery y una sección de vientos que incluyó al mismísimo Flea de Red Hot Chilli Peppers en trompeta. Prosigue ‘Jane Says’, canción emblema de la banda por su aire apaciguado y formato más acústico, que además logró posicionarse en el #6 del Modern Rock Track de la Billboard en 1988. Con ‘Thank you Boys’, un breve entreacto de texturas jazzeras llegamos a ‘Pigs in Zen’, tema que da fin al disco mostrando toda la destreza y tremendo trabajo de Navarro en guitarras, mientras bajo, voz y batería contribuyen armando magistrales atmósferas de diálogo.
A pesar de todos los obstáculos, los conflictos internos, la hipocresía y censura del Parents Music Resource Center (una especie de consejo de americanos puritanos encargado de alertar sobre “modas alarmantes” en música popular), Nothing’s Shocking adquirió reputación gracias a la transmisión boca a boca de un público que supo apreciar el trabajo sumamente transformador de una banda cuya calidad sonora simplemente dio mucho de qué hablar. Jane’s Addiction no solo marcó los inicios de nuevos estilos musicales, como el rock alternativo o el indie rock, sino que además abrió horizontes a otras maneras de disfrutar la vida y la música. Gracias a Farrell, un frontman controversial pero visionario, quien supo dar un giro a la organización de los festivales musicales existentes hasta ese entonces y concebir Lollapalooza por primera vez en 1991.