Disco Inmortal: John Fogerty – Centerfield (1985)

Warner Bros., 1985

No era fácil alejarse de Creedence. Nacían los 80 y una oleada de rock pesado prometía tomarse el mundo, dejando en terrenos secundarios aquellas músicas melodiosas que fueron furor las dos décadas anteriores, y en las cuales los Creedence habían marcado pauta, creando un estilo que se identificó como “música de carretera” y en la que ellos fueron los mandamases. No queremos ahondar en las diferencias musicales que hubo entre John y Tom Fogerty, y que llevaron a la banda a la disolución a comienzos de los setenta, preferimos quedarnos con que su música suena hasta hoy siendo real influencia para muchas bandas.

John Fogerty es un creador innato. Inició su carrera solista sin gran éxito pero tuvo la paciencia para sacar, en 1985, su mayor aporte a la música: el disco “Centerfield”, el álbum más exitoso del músico después de la disolución de la Creedence Clearwater Revival.

Revisando los tracks, encontramos de todo un poco pero muy bien trabajado. Fogerty tocó todos los instrumentos que se escuchan utilizando sobre grabaciones. El disco lo devolvió al estrellato luego de que sólo supiéramos de él por sus líos legales con la ex casa discográfica.

“Centerfield” fue el primer trabajo de Fogerty en nueve años, y cuando lo escuchas queda claro que está muy bien tocado y producido. Para dejarte enganchado y con ganas de seguir, escogió un corte poderoso: “The Old Man Down the Road”. La guitarra suena poderosa, confundiéndose con una letra dirigida en el mismo tono: ¿Quién será ese viejo que está por el camino? El tema es tan extraño pero alcanzó mucha notoriedad, por lo que Fogerty se vio en la obligación, prácticamente, de hacer un video, algo sumamente necesario por esos días. El resultado fue algo súper extraño pero recordado por eso mismo.

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Seguimos y nos deleita “Rock and Roll Girls”, un tema muy al estilo Creedence pero con arreglos ochenteros. El coro es muy pegadizo, retumba todo el día en la cabeza, y el solo de saxofón le da un toque distinguido. “Big Train (From Memphis)” es una vuelta al mejor country del autor. Tanto así que suena un halo de nostalgia en el tema, es lírico, muy disfrutable.

En una década que se caracterizó, en parte, por las poderosas guitarras, Fogerty trata de acercarse al hard rock con “Mr. Greed”. El ritmo es vital, gigante, la letra va al hueso, es muy directa, acusatoria, te preguntas ¿a quién le habrán dedicado esto? Temazo.

Bajamos las revoluciones con “Searchlight”, que justamente sirve para calmarnos, para tomar un respiro, un tema más bien de transición, porque lo que viene a continuación es un machetazo, una impronta que queda para siempre en la historia y aportes de John Fogerty.

“Centerfield” puede definirse de tantas formas. Legendaria, abrumadora, con estilo único, con un mensaje motivacional. Está dedicada a sus héroes del béisbol (es fanático de ese deporte) siendo la única canción que ha sido inducida al Salón de la Fama del Béisbol. Yo no sé nada de este deporte, pero cuando la escucho me evoca inmediatamente esas imágenes y generó que mucha gente, seguidora de Fogerty y su música, se acercara al béisbol también.

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“I Can’t Help Myself” es un regreso a los ritmos frenéticos, decorado con una buena batería electrónica, recurso muy utilizado por las bandas new wave.

Y la canción que cierra el disco es “Vanz Kant Danz”. Es una afrenta, una batalla, una acusación para el tipo que, según él, mató a los Creedence: el propietario de Fantasy Records Saul Zaentz. La canción habla de “un cerdo que espera a que te descuides para robarte tu dinero”. Era más que obvio a quien iba dirigida, pues este personajillo se quedó con casi todas las ganancias de la banda. Una pesadilla total pero como tema está lleno de frenesí.

Pero no nos detengamos en las disputas que, por años, Fogerty sostuvo con Zaentz, sino que disfrutemos de este gran disco que está cumpliendo 30 años, y que devolvió al estrellato a un tremendo creador, gran instrumentalista y que se mantiene hasta hoy recorriendo la vasta historia musical de los Creedence, y eso ya es motivo de alabanza.

El disco “Centerfield” llegó al Número 1 en Estados Unidos y en varios países de Europa.