Go! Discos, London Records, 1997 Llevar las cosas al extremo a su modo. Presentándose ante los…
Disco Inmortal: Mogwai – Young Team (1997)
Chemikal Underground, 1997
«Yes! I Am Long Way From Home» inicia el viaje. El viaje será largo y con paradas paradisíacas y dignas de quedarse por un buen rato. Y es que Mogwai en 1997 estaba decidido a distanciarse de la moda retro-rock predominante, Young Team mostró una vena nostálgica propia, particularmente para el momento anterior al Britpop de 1988-91, cuando bandas de rock indie tanto estadounidenses (Slint, Tortoise) como los británicos (My Bloody Valentine, Slowdive, Chapterhouse) estaban borrando los parámetros de la música rock convencionales, antes de que esos grupos se disolvieran o se volvieran más rock clásico y se quedaran detenidos en el tiempo.
Entonces, en cierto sentido, Young Team estaba tendiendo la mano a esos asuntos pendientes en términos de renovación, uniendo estrechos lazos con lo que que conectaba ese indie con la psicodelia del shoegaze con la estética anti-pop y el impulso rítmico del entonces emergente post-rock. Este álbum es un imprescindible de toda esa movida que solo estaba asomando sus primeros pasos. La fórmula era matemática e infalible: la precisión exacta de los tiempos, donde esperar y donde atacar, saber donde poner en hibernación las canciones para que la bestia se despierte con hambre voraz a devorar todo con un torbellino de riffs y potencia. Estábamos ante algo único en su especie. Solo había que poner play y dejar que este bello monstruo engendrado del post-rock se apodere de nuestros oídos.
Por eso, lo que distingue a Mogwai de la multitud de bandas instrumentales fue que su post-rock realmente fue genial y creativo. Y hasta el día de hoy, un gran ejemplo en su catálogo podría atestiguar tal vez este hecho más que la sorprendente segunda pista de Young Team, «Like Herod». Incluso cuando la escuchaste por primera vez, sabías que el impulso silencioso de la canción, guiado por la línea de bajo engañosamente melódica de Dominic Aitchison, desencadenaría una erupción de truenos de heavy metal que la banda quiso rescatar ante tantas otroras luces incandescentes y en baja del britpop, ya que Mogwai muy para bien quiso recuperar el rock, el metal, pero lo hizo por supuesto con las cuotas de art rock que se merecían. Partiendo todo de cero. El antecedente del primer track nos lo decía, pero la tensión de las canciones no radica en si la bomba va a caer, sino en cuándo, y vaya como truena sobre tu cabeza este disco cuando lo quiere hacer.
«Like Herod» parece algo muy de epopeya sónica, pero es en realidad sólo la segunda canción más larga de Young Team; ese honor del primer lugar pertenece al imponente cierre de 16 minutos «Mogwai Fear Satan», uno de los tracks más épicos de su trayectoria. En lugar de recurrir a cambios dinámicos repentinos, nos entrega sendas capas de distorsión, percusión y flautas sobre una progresión repetida y ascendente de tres acordes que, a pesar de la cacofonía que lo rodea, proyecta una notable sensación de calma. Estas dos pistas son titánicas. Al escuchar el álbum en su totalidad, lo que más te llama la atención no es tanto la fuerza bruta de Mogwai, sino que estos antiguos testamentos donde son capaces de momentos de gran belleza y sensibilidad: en la balada dorada con glockenspiel «Tracy» y los sublimes pianos que la anteceden, en «Radar Maker», porque también se dejan escuchar conversaciones se entrelazan en la mezcla, proyectando la charla mundana en una luz abrumadoramente melancólica, convirtiendo la pista como un réquiem para alguien que ya no está con nosotros.
En «RU Still In 2 It», la única pista vocal de Young Team, el cantante invitado es Aidan Moffatt de Arab Strap, que hace un dueto con Braithwaite en una devastadora canción anti-amor que captura vívidamente una relación sin salida que se une a las declaraciones de compromiso. Momentos que nos dejan de manifiesto que no es un álbum tan instrumental en toda su esencia, pero cuando romple la regla, lo hace con estilo, por lo que mantiene la prestancia del cuidado y belleza de todo.
Los escoceses no pararon de los noventa a la fecha. La banda sigue lanzando gemas y la sutileza no es dejada de lado para nada en sus discos. Tampoco han sido seducidos por parámetros de la industria o tentaciones comerciales al abordar su sonido. Young Team ha reclamado bien su paso de los años, sigue siendo una obra maestra y uno de los discos fundamentales al abordar el mentado post rock, incluso por primera vez en tu vida.
Por Patricio Avendaño R.