Disco Inmortal: Mother Love Bone – Apple (1990)

Disco Inmortal: Mother Love Bone – Apple (1990)

Stardog / Mercury Records, 1990

El árbol genealógico del grunge tiene un sinfín de ramificaciones y raíces, pero sin duda una de esas ramas más potentes, frondosas y sentimentales es la rama que se originó de la banda creada por Andrew Wood, un personaje que ha sido una imagen potente para la iconografía del movimiento y que, con el paso del años, lo hemos aprendido a conocer aún más, siendo reconocido y mitificado de la mano de bandas del calibre de Temple of the Dog, Pearl Jam, Alice in Chains y Candlebox. Esa muerte por sobredosis sufrida por tal figura, un golpe fuerte para la comunidad de Seattle, quizá sería uno de los bastiones para todo el sentir depresivo y existencialista de esta mágica música que evocó de ahí en adelante.

Con canciones en maquetas desde finales de los ochenta, este fue su único disco, que para 1990 tenía todo listo para brillar con luces propias y festejar todo ese trabajo anterior, pero días antes del esperado lanzamiento, Andrew Wood es encontrado en su casa por su novia, totalmente inconsciente, producto de una sobredosis de heroína, falleciendo el 19 de marzo y convirtiéndo este lanzamiento en un disco póstumo emblema del grunge.

Y es que no fue solo el fatal suceso, Wood dejó letras enormes y lazos inquebrantables, debido a un carisma absoluto en la forma, fondo y sentido de camaradería con sus pares, y en el disco encontramos versos sumamente notables, que se fueron replicando una y otra vez en el imaginario del estilo más adelante. Clásicos como ‘Far Behind’, ‘Would?» o el disco completo de Temple of The Dog están inspirados en la memoria del vocalista, y en esas canciones, que estuvieron llenas de sentimiento, estuvo también el denominador común de la banda donde además militaron los reconocidos Stone Gossard y Jeff Ament (Pearl Jam), que  derrochaba un espíritu de unidad y eso en gran parte lo hizo tan único.

Suena sumamente nostálgico: «Stardog Champion» que se mueve geográficamente por Virginia y San Francisco, con un sonido algo glam (la exportación de ese estilo es innegable, y hace mucho sentido con lo que le escuchamos con un peso más descomunal a Alice in Chains en Facelift y sus inicios). La emotiva «Man of the Golden Words» que derivó al nombre tomado por Temple of the Dog debido a sus versos encontrados y el aura blues de cosas como «Crown of Thorns» (el acierto de considerarla para la banda sonora de Singles aun se aprecia, ahí pegada junto a «Chloe Dancer»), o crónicas de autopistas perdidas como «Mr. Danny Boy» y la balada en más tono acústico que nos entrega»Stargazer» .

En muchas de estas canciones aún no teníamos el peso que se conoció en el estilo, pero si la sensibilidad. La importancia radica en lo que muchos consideraron esencial para el auge, no tan solo esta inspiración «hippie» y del rock/metal Zeppeliano o Sabbathico, sino las fibras emocionales que brotaban de las notas.

Es difícil imaginar el desarrollo de lo que conocimos por grunge sin este disco. MLB transformó la idea de llegar a conectar con el corazón de sus fans y sus integrantes sobrevivientes lo leyeron muy bien. El guitarrista Stone Gossard y el bajista Jeff Ament formaron después Pearl Jam y hay una gran exportación de este sonido, y la historia es clara: cambiaron su mundo, el de nosotros,  y la forma de sentir el rock para siempre.

Por Patricio Avendaño R.

Patricio Avendaño

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