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Disco Inmortal: My Bloody Valentine – Loveless (1991)
Creation Records, 1991.
Con un largo período de gestación a cuestas, Loveless, el segundo álbum de estudio del cuarteto dublinés My Bloody Valentine, fue grabado entre 1989 y 1991 en 19 estudios de grabación distintos; un período que no estuvo exento de complicaciones, ya que el disco dejó a Creation Records (su casa discográfica de ese entonces) prácticamente en la ruina, a los ingenieros de sonido (una larga lista de ellos) casi al borde de la desesperación y al subdirector de la casa discográfica, afectado por una crisis nerviosa. Con todo ello, el 4 de noviembre de 1991 (a sólo seis semanas del estreno de Nevermind de Nirvana), MBV lanzaba uno de los álbumes más distintivos e influyentes de la década de los 90’s. Kevin Shields, Bilinda Butcher en guitarras y voces, Deb Googe en bajo y Colm O’Ciosoig en batería; un verdadero torbellino musical que nacía para marcar la escena alternativa para siempre y con ello, instaurar las bases de todo un movimiento que se conocería después, como shoegaze.
Hablar de Loveless es referirse a todo un proceso, y en particular, a las etapas de la creación musical que generalmente suelen ser subvaloradas y por ende menos comentadas: la grabación, las mezclas de sonido y la producción en estudio. Fue precisamente aquí donde cobró importancia el perfeccionismo extremo de Kevin Shields, prácticamente el mentor del álbum. Loveless fue un proyecto sumamente ambicioso, del que se desprende genialidad, un sinfín de texturas sonoras, además de altas dosis de obsesión y venerable paciencia. Un álbum con un claro enfoque hacia la obtención de un sonido particular, que se basó en la innovación de Shields al crear el glide guitar, técnica que consistía básicamente en rasguear la guitarra (una Fender Jazzmaster que le prestaron para las sesiones de You Made Me Realize, EP de 1988) y a la vez sostener la barra de vibrato (o trémolo) para conseguir una fluctuación de tono; una práctica que acompañó muchas veces con un efecto de reverberación inversa. Junto a la co-guitarrista Bilinda Butcher, adoptarían esta nueva forma de tocar, mucho más apegada a la idea de producir atmósferas sonoras que a la creación de riffs de guitarra complejos.
La mayoría del disco se grabó monoaural y en él se hizo un uso extensivo de samples que incluyeron algunas piezas de batería, instrumentos de viento e incluso la voz de Butcher, que luego sería usada como instrumentación. Todo cautelosamente pensado para dar vida a un álbum que desde su inicio estremece de una forma muy particular. Luego de una vorágine de guitarras desenfrenadas, ‘Only Shallow’, tema de apertura del disco, presenta la voz de estilo onírico y lánguido de Bilinda Butcher que ayuda a contrarrestar el caos: “Sleep like a pillow /no one there/ where she won’t care/ Anywhere”. Así, nos invitan a entrar en una atmósfera de sonoridad surrealista y de guitarras afiladas, aún más notoria en ‘Loomer’, cuya carencia de batería, da paso a guitarras de densidad exorbitantes.
Un gélido submundo, casi abisal, emerge en una lacónica ‘Touched’ que se diluye en ‘To Here Knows When’, donde la voz de Butcher (en un plano sonoro intencionalmente secundario), pareciera cantar desde las profundidades de las aguas de un mundo mitológico.‘When you Sleep’, sale a la superficie con las voces de Shields y Butcher en superposición. Shields (que también fue ingeniero de mezcla) frustrado por no conseguir el sonido deseado, decidió incluir todas las tomas fallidas, consiguiendo el ensamble perfecto entre las voces. ‘I only said’ y ‘Come In Alone’ siguen los mismos patrones melódicos de voces, pero en planos sonoros sumergidos, mientras los riffs de guitarras se empapan de reverberación. ‘Sometimes’, es la cara de la diferenciación y el turno para combinar capas de sonidos dispares; guitarra acústica en nivel secundario y distorsión en primer plano, mientras emerge Shields con una lánguida y sufrida voz que canta “Close my eyes, feel me now, I don’t know how you could not love me now”. ‘Blown a Wish’ y ‘What you want’ destacan por su animosa rítmica, característica que no decae en ‘Soon’ tema que da fin al disco.
Loveless es un álbum único, intensamente creativo, íntimo y extremo, que tal vez exige varias escuchas para asimilarlo. Es una obra que invita a indagar y sumergirse en todas sus texturas sonoras y sus infinitas posibilidades. Por su vanguardia, MBV ha sido una fuente de inspiración para muchas bandas, como bien lo señaló el crítico Dele Fadele (NME) una vez: “Loveless dispara una bala de plata hacia el futuro, pidiendo a todos que se atrevan a probar y recrear su mezcla de estados de ánimo, sentimientos, estilos y, sí, innovaciones”. Desde sus contemporáneos The Cure, hasta bandas venideras, como The Smashing Pumpkins o Radiohead, han tomado como base su sonido particular. No cabe duda que MBV estableció preceptos musicales en términos de sonoridad y su contribución en la historia del rock jamás se podrá refutar.
El 31 de marzo de 2021, para el deleite de muchos, la banda subió toda su discografía a diversas plataformas de streaming y a partir del 21 de mayo de este año, todos sus álbumes estarán disponibles en ediciones físicas (CD y vinilo) vía Domino Records, con quienes además planean lanzar dos nuevos álbumes en un futuro, que esperemos sea cercano!