Dream Theater: «Distance Over Time» (2019)

Dream Theater: «Distance Over Time» (2019)

Inside Out Music, 2019

Los gigantes del Metal Progresivo están de regreso con su disco número 14, Distance Over Time, la situación de la banda era un poco complicada previa al lanzamiento puesto que muchos de sus fans tenían sentimientos encontrados por sus dos anteriores producciones que fallaron a nivel de sonido y conceptos, sin embargo, el quinteto fue muy consciente de ello a la hora de aislarse por dos meses en un establo de ubicación secreta y volver a componer este nuevo álbum juntos con todos aportando ideas, además parecen haber tomado nota de las críticas de su audiencia para corregir los fallos anteriores.

Al momento de revelar la portada del disco surgió una coincidencia bastante graciosa pues el periódico The New York Times publicó una imagen que se parecía demasiado al arte de Distance Over Time, lo que a algunos fans les divirtió y a otros menos tolerantes les decepcionó acusando a la banda y al diario de falta de creatividad, sin duda alguna Dream Theater es sinónimo de polémica incluso entre sus seguidores.

John Petrucci, guitarrista y productor ha dicho que el enfoque de la banda fueron los riffs pesados y un sonido lo más orgánico posible sin adornos, además que les favoreció mucho incluir a un ingeniero joven que está familiarizado con el sonido de la banda desde el punto de vista de un  seguidor, ya pasando a los temas comenzamos con  «Untheatered Angel», que sirvió como primer single mostrando las intenciones de la banda con melodías pegadizas y un sonido de bajo y batería aplastante, precisamente en esta última se notan las mejoras respecto a los discos anteriores que tantas críticas le valieron a Mike Mangini, la banda lanzó un video en pantalla dividida desde el estudio como forma de agradecer/ parodiar a todos los cover similares que existen de sus temas en YouTube, además dejando ver la buena vibra que hubo durante la grabación.

‘Paralyzed’ es un tema directo que cumple su función de sencillo en la onda de ‘Forsaken’ (Systematic Chaos, 2007), y el tercer track es ‘Fall Into the Night’ y es evidente la influencia de Metallica tanto en el riff del inicio como en la sección central muy melódica tipo One, ya desde acá el quinteto Neoyorkino nos envía un claro mensaje de que la esencia progresiva nunca se ha ido del todo.

A partir de acá el disco empieza a subir en intensidad con ‘Barstool Warrior’, que tiene un groove muy Rush pero del siglo XXI, en tanto ‘Room 137’, composición aportada por Mike Mangini donde habla de un hombre obsesionado con el número 137 como aquella película de Jim Carrey con el 23 y S2N, con una línea de bajo de John Myung muy pegajosa y un groove que recuerda al disco de 1997 Falling Into Infinity, muy fluida la dinámica bajo/ batería en este tema.

Con ‘At Wit’s End’ la banda entrega el corte más largo de este disco en 9:20 minutos, a simple vista parece corto para una canción de Dream Theater pero tiene todos los elementos que los caracterizan como riffs pesados, melodías hipnóticas y vale destacar una mejoría en el performance vocal de James LaBrie que en el último tiempo también traía bastante decepcionados a los fans. ‘Out of Reach’ se presenta como la «balada» del álbum sin que esto sea sinónimo de aburrida o canción de relleno, sino que muestra la sensibilidad que tiene DT para regalar este tipo de temas, pero esto dura poco ya que ‘Pale Blue Dot’ es la lluvia de riffs pesados a tiempos irregulares a los que Petrucci y compañía nos tienen acostumbrados con secciones rebuscadas y aunque LaBrie canta poco en esta no se nota forzado, se destacan las acrobacias técnicas en cada instrumento sin perder el sentido melódico.

El último tema es un bonus track bastante entretenido y diferente llamado ‘Viper King’, que graciosamente hace pensar en un juego de palabras: Dream Purple porque aquí apenas comienza a sonar la melodía de teclado de Jordan Rudess te traslada a los míticos Deep Purple y muestra que la banda puede mantenerse fresca aún mostrando sus influencias de rock clásico.

Dream Theater siempre ha tenido un fanbase exigente y parece haberse vuelto más intenso desde la partida de Mike Portnoy pero con este disco han logrado reconciliarse con la mayoría y desde ya cosechan críticas positivas, esperamos que esta nueva producción los traiga de vuelta por estos lares.

Alain Villarroel

Nacion Rock

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