El Cruce en Teatro Caupolicán: bajo la calidez de un épico reencuentro

El Cruce en Teatro Caupolicán: bajo la calidez de un épico reencuentro

Desde cerca de las 18:30 de una luminosa tarde de sábado de marzo, tanto fans como prensa especializada se agolpaba a la salida del ya mítico Teatro Caupolicán de la calle San Diego con una ansiedad que solo un regreso a los escenarios puede otorgar a los corazones de una buena fanaticada. La gente se agolpaba sí, pero siempre respetuosos de mantener las medidas de precaución sanitarias, que ya se nos están haciendo costumbre en estos tiempos de rock and roll en pandemia; eso sí, siempre de la compañía de una cerveza fría con el fin de amainar la sed a la espera del añorado show, con el cual los chicos de El Cruce prometían volarnos la cabeza.

La espera no fue muy larga, a eso de las ocho de la noche comenzó, tal y como había sido estipulado previamente, una arrolladora exhibición de blues que no dejo indiferente a nadie dentro de las inmediaciones de un Teatro Caupolicán, que pese a estar a ¾ de su capacidad, hizo sentir el amor de la fanaticada por el ensamble de blues nacional. Y vaya que inicio nos brindaron, puesto que abrieron su show tocando de continuado los ya clásicos “Me gustan todas” y “A encender el blues” ambos temas de su icónica placa discográfica “770” (Oveja Negra, 2008), los cuales ya empezaban a prender a los espectadores llevándolos a un estado de euforia catártica que circuló en el ambiente hasta los compases finales del esperado recital.

A continuación de estos clásicos, vino un segmento dedicado a conmemorar los 20 años de su fundacional disco “A lo amigo…”(Independiente, 2001), el cual comenzó electrizante con su rockero single “Llévame” que mantuvo la fuerte vibra de los temas anteriores para luego transaccionar hacia un momento más romántico y de amaine del show con el clásico “Mi negra”, en donde la intensidad del show decayó ligeramente, pero no así el ánimo del público expectante que coreó de principio a fin este éxito de la banda. Este bloque, dedicado al disco editado a principios de la década del 00′, prosiguió con la interpretación de las canciones “Niña de Lluvia” y “Chica Ideal”, tema que con sus líneas de bajos símiles a las del funk y con un groove mucho más bailable, hicieron danzar sin parar a todos los bluseros que repletaban las butacas del Teatro Caupolicán y que terminó con el melancólico track “Hoy no lloraré por ti”, momento en el cual se vivió uno de los instantes más emocionantes del recital, debido a la espontánea participación del público que encendió las linternas de sus teléfonos, creando una ambientación idónea para el nostálgico tema que la banda ejecutaba.

Pero llegaba algo especial dedicado a su disco “A lo amigo”,  que lo siguió quizás uno de los más políticos de su extenso setlist, en donde a través de la interpretación de los éxitos “A mi país” de su disco del mismo nombre (2006) y “Continuar así” que aparece en su reciente EP “Yéndose a negro” (2019), los cuales acompañados de un refuerzo audiovisual en las proyecciones, proporcionaron un fuerte de carácter social claramente cargado a las paupérrimas situaciones materiales en las que se desempeña el quehacer artístico nacional, sumado con un alto componente de imágenes provenientes de manifestaciones y protestas callejeras, generando así un ambiente, que si bien era sumamente rockero, estaba lleno de un mensaje positivo de transformación social. Para bajar un poco las revoluciones, los bluseros nacionales nos deleitaron con una impecable ejecución de uno de sus más recientes hitazos “Se nos fue el amor” de su nuevo disco “Sin Mentir” (2019), levantando nuevamente al público de sus asientos, haciéndolos bailar al son del blues.

Continuando con su espectacular show, la banda presentó a Quique Neira, el primero de sus invitados estelares que los acompañarían a lo largo de su show, con el cual interpretaron otro éxito de su disco 770, siendo esta vez el elegido “Me tienes loco”, con el cual literalmente se comieron la tarima, otorgándonos una de las ejecuciones más sólidas y enérgicas de todo el show, deleitando a un Teatro Caupolicán que por esos momentos ya se encontraba repleto de un público que enardecido coreaba hasta la última estrofa de esta impecable exhibición de blues nacional, demostrando tanto su nivel como banda ya establecida en la escena criolla, así como también, haciendo brillar al invitado estelar que los acompañaba en esta ocasión. A esta sólida interpretación lo siguió un solo de teclado interpretado por Gustavo Albuquerque que dio paso a su romántica canción “La chinita y yo» del disco “A mi País” seguidos de los temas “El almacén de mi vecino” y “Voy a entrar en ti” ambas pertenecientes a su placa discográfica “Sin mentir”.

Continuando con los invitados, el concierto nos honró con la presencia el gran Pancho Rojas, guitarrista de memorables bandas como Mandrácula y La Banda del Capitán Corneta, quien se subió al escenario para ejecutar el que quizás sea uno de los temas más icónicos temas de la agrupación blusera nacional como lo es “Billetera o Puñalada”, de su disco 770; la cual fue interpretada de una forma espectacular suscitando la participación espontánea del público, esta vez, coreando el pegajoso estribillo de este tema. Posterior a esto, la banda procede a tocar el “Mi moto y un blues”(A mi país, 2006), en el cual el armonicista Claudio “Bluesman” Valenzuela toma rienda de las voces, entregándonos uno de los momentos más rockeros de toda la noche.

Luego de una emocionante interpretación de “Blues al Desaparecido”, subió al escenario el reputado cantautor nacional Nano Stern a interpretar la canción “No dejaré de pelear”(A mi país, 2006), acompañado al conjunto blusero nacional con el melodioso timbre del violín, generando un acompañamiento perfecto para esta combativa canción de El Cruce, que fue seguida del track del mismo disco “Yo no quiero prensa”, el cual potenciado de un lisérgico show de visuales y la utilización de una iluminación cargada a los verdes fueron dándonos algunos de los últimos compases de este concierto.

El último de los invitados de la noche fue el cantante nacional Joe Vasconcelos, quien entre los aplausos del público se subió a la tarima del Teatro Caupolicán a ejecutar las voces del clásico tema de 770 “Todo se devuelve”, interpretando a la perfección la línea vocal de esta icónica canción del conjunto blusero nacional, para el deleite del público espectador, quienes acompañaron al intérprete de “Hijo del sol luminoso” a cantar este himno del blues nacional.

La banda dejó el escenario entre los gritos de un público expectante, solo para regresar un par de minutos después con un esperado Bis que comenzó con el tema “La Gata” para dar paso al que definitivamente fue el momento estelar de la noche y también el cierre apoteósico que todos esperábamos, invitando al escenario a tocar en simultáneo a todos los invitados de la noche a jamear una versión de “Trato de hacer blues», de su primera placa discográfica “Peace,co” (Independiente, 1999), cerrando así un show de manera espectacular en medio de los gritos de éxtasis de un público que se dio por pagado con esta última chispa de blues en la oscura noche santiaguina.

Lo de El Cruce sirvió como acto consagratorio a la dilatada trayectoria de esta agrupación de blues criolla, llenando tanto sus propias expectativas como banda, previo a una etapa de internacionalización de su carrera; como también para el público, quienes se fueron a sus casas emocionados de poder haber visto en vivo después de tanto a tiempo a uno de los espectáculos más energizantes de la escena de blues nacional.

Por Cristian Calderón 

Fotos: Jerrol Salas 

Nacion Rock

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