El después de “White Pony”: cruzar al otro lado con «Deftones»

El después de “White Pony”: cruzar al otro lado con «Deftones»

Maverick, 2003

Para Deftones es difícil pensar en la repetición. Luego de un  vitoreado “White Pony”, lo normal para ellos sería buscar algo nuevo, inspirarse con lo desconocido para integrar sonoridades que permitieran eso que les da vida: la renovación. Pero esto no siempre es inmediato, por lo que su álbum homónimo podría catalogarse como esa transición que tendió puentes hacia tierras más experimentales.

¿Cómo creas un álbum luego de uno que encabezó listas y expandió la música de una generación?. Con un disco más extremo y difícil y que ni siquiera tiene nombre propio.

Esto significaría un cambio estilístico que molestó a los seguidores de su primera etapa pero que, a la vez, les abrió puertas a un público más amplio. En “Deftones” encontramos una producción con una mezcla que se escucha cruda y más difícil que “White Pony” por el hiriente sonido de guitarras, la batería seca, un sonido más plano y un ambiente lleno de contrastes. Carpenter no renunció a su naturaleza metalera y Chino vocifera como si no hubiera un mañana. Entonces ¿por qué se dice que es “distinto”?, por el coqueteo que hacen con el pop y el triphop, sonidos que, aparentemente, eran insoslayables para una banda como esta.

Como escucha, “Deftones” es volátil. Hay una buena tanda de temas, cada uno desarrollado en plenitud y que no se sienten incompletos. Ahí está “Needles & Pins” con unos riffs insistentes y con Chino haciendo backup vocal genial con Cheng, y la batería tiene un toque a “Be Quiet and Drive” que le da mucha vida. “Minerva” es uno de los temas más especiales del disco. Irradia feeling, y aunque puede que suene a “Change”, luce mejor, por esa acústica del principio y el intenso coro “And God bless you all/For the son you saved us…”. “Good Morning Beautiful” se mueve entre la agresión y tranquilidad, con versos limpios y desgarros vocales sutiles. “Deathblow” es un paseo de la mano de  Delgado y las fantásticas líneas de Chi, en excelente conjunción con los punteos de Stephen.  “When Girls Telephone Boys” es la distorsionada, la “My Own Summer(Shove It)” del disco, con la intensidad graficada en ese grito “I hope we never do meet again”; es una canción muy destacada en la discografía de la banda, bastante única y brillante, mientras que “Lucky You” es todo electrónica, minimalista, con el bajo amenazante de Chi Cheng y Moreno adquiriendo una voz muy Robert Smith en “Disintegration”. Excelente tema. “Battle-Axe hace lucirse a Abe, mientras que “Bloody Cape” tiene tanta fuerza que se graduó como uno de los temas más pesados y bien logrados de los de Sacramento.

La capacidad de maximizar su pesadez usándola en ráfagas controladas, que Carpenter se mida entre el metal y acordes más aterciopelados, y Abe brille sin ningún esfuerzo, son puntos altos de este trabajo, evoluciones que, en 2003, confundieron a esos jóvenes noventeros que se derritieron con tantos trabajos monumentales y que ahora observaban un cambio que no entendían, menos tras el corcel blanco; pero ellos se sintieron cómodos en esa escala de grises, de hecho, Frank Delgado aportó mucha más riqueza al sonido con sus samplers y teclados, confesando en esa época que “en este disco es donde más me siento parte de este combo”. Renovarse o morir, es la clave para Deftones.

La portada también hace el juego con la unión de dos extremos. Rescata la esencia de lo “satánico” (el cráneo aún podía considerarse un símbolo de aquello) y lo romántico, a través de las rosas. El colorido contrastante con el blanco y negro también refiere a la incorporación de nuevos elementos.

Sabiendo que venían de un disco muy sólido, el resultado de “Deftones” generó cierta decepción en su momento por apoyarse en influencias triphop y shoegaze; eso invisibilizó este disco con respecto a sus triunfales antecesores, pero quien comprende que para superarse hay que sumar novedad, le ha tomado aprecio a este proyecto con los años. Como el mismo Chino Moreno declaró en 2003, “creo que la gente ya sabe perfectamente qué puede esperar de nosotros. Y creo que también saben que aunque hagamos cosas diferentes, cada nuevo disco siempre seguirá siendo Deftones”. El medio metalero los respeta por ese espíritu libre, donde la característica ha sido no reconocer límites creativos y estar por encima de las tendencias, cruzando el puente hacia tierras desconocidas para ampliar su registro.

Macarena Polanco

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