Radiohead ya ha estado haciendo costumbre esto de publicar shows en vivo y ahora la banda…
El luminoso recuerdo de la gira «In Rainbows» de Radiohead en Latinoamérica (2009)
No fue cualquier disco el que trajo a esta parte del mundo al quinteto de Oxford. Luego de una larga pausa y de despegarse definitivamente de la súper poderosa multinacional EMI, Thom Yorke y los suyos, de la mano de Nigel Godrich y Mark Stent, sacaban a la luz “In Rainbows”. El séptimo trabajo de estudio de la banda, y un disco que revolucionó el mercado. La estrategia fue simple: paga lo que quieras. Ese fue el concepto. El disco se lanzó el 10 de octubre del 2007 en formato digital, a fines de ese mismo año en que apareció también en formato físico, con sus respectivas ediciones de lujo.
El trabajo era una vuelta a las canciones de guitarra, aunque toda su historia experimental de sus trabajos anteriores se vio plasmada también en el uso de sintetizadores, ondas martenot y arreglos de cuerda. Un conjunto de canciones equilibradas, y como el mismo Yorke dijo en una entrevista, «algunas hasta sonaban sexys».
La atmósfera del álbum es un crisol de colores y texturas, donde el brillo multi instrumental de Jonny Greenwood se luce con sus interpretaciones y arreglos, sumado a los mantras sonoros del guitarrista Ed O’Brien (quien además destaca con sus colaboraciones en los coros) y la cuidada base rítmica aportada por Phil Selway, en batería y el hermano de Jonny, el bajista Colin Greenwood. A todo esto, sólo faltaba agregarle las voces de Yorke, que brillan tanto en estudio como en vivo. “House of Cards”, “Jigsaw Falling in to Place” y “Reckoner” hablan por sí solos como los puntos más altos de un álbum redondo y concreto. Un trabajo luminoso, como un arcoíris eléctrico de rayos de colores.
La gira comenzó en mayo del 2008 con un paso muy exitoso por Norteamérica, Europa y Japón hasta octubre de ese año. Si bien las canciones habían sido probadas en vivo ya (modalidad muy común en la dinámica de la banda), el sonido y la puesta se terminó de aceitar con el comienzo de la gira. De estas presentaciones previas se destaca el show sorpresa que ofreció la banda, en enero de ese mismo año. El mismo que en un principio iba a ser en la disquera Rough Trade East, y que por medidas de seguridad se cambió a último momento al 93 Feet East. Para la fortuna de un puñado de aficionados, que pudieron no sólo disfrutar de un show íntimo de la banda, sino que también escuchar todas las canciones de In Rainbows en vivo. En marzo de 2009 la banda inició la segunda parte de la gira la cual incluiría por primera vez un tramo latinoamericano. Tras 15 años de ausencia Radiohead llegaba a México, y por primera vez Chile, Argentina y Brasil.
México
La primera parada fue el estadio Foro del Sol, de la ciudad de México, donde asistieron más de 50 mil almas; y donde la banda desplegó todo su potencial con un setlist basado en su nuevo material, más un repaso por casi toda su discografía. La gran sorpresa fue la inclusión de la canción “Creep”, la cual no era interpretada hace bastante tiempo por la banda. Queda claro que no es del agrado del grupo, pero esta gira marcaría la reconciliación con el hit que los impuso en la escena allá por mediados de los 90’s.
Párrafo aparte para destacar la magnífica puesta en escena, tan acorde con las texturas del show y sincronizada con los climas de las canciones. Un rectángulo tridimensional de estalactitas luminosas, más el apoyo de pantallas gigantes frontales, hicieron del espectáculo visual un deleite para los asistentes a esas dos noches históricas. Llenas de música y color. Además, no hay que dejar pasar la participación especial como teloneros a los alemanes de Kraftwerk, quienes abrieron la velada, con un show contundente y muy bien acompañado por visuales de estética retro y su sonido impecable, al igual que la postura de sus intérpretes.
En cuanto al setlist las sorpresas de la primera noche estuvieron por el lado del disco “The Bends”; que aportó los clásicos “Fake Plastic Trees”, la eléctrica y guitarrera “My Iron Lung”, la triste y enigmática “Street Spirit (Fade Out)” y la rockera “Just”. La segunda noche se destacó por el cierre antes mencionado a cargo de “Creep”, para el delirio de los viejos y nuevos fans.
Brasil
La acción continúo en territorio carioca el 22, ya de lleno en América del Sur, donde se presentaron también por partida doble. En la ciudad se São Paulo, en el Parque Chácara de Jockey y también en el festival “Just a Fest”, Río de Janeiro, se dieron los conciertos donde mantuvieron el tono y la dinámica de los shows. Las canciones de In Rainbows como eje central, sumado a los —por decirles de alguna manera— grandes éxitos de la banda en vivo.
Se destacaron una íntima versión de “Faust Arp”, con Jonny y Thom muy animados con sus guitarras acústicas, como también la canción que formase parte de la película de Leonardo DiCaprio, Romeo y Julieta, “Talk Show Host”. Tanto en São Paulo como en su parada en Río de Janeiro, los conciertos terminaron con ese guiño a los fans al abrochar todo con “Creep”.
Argentina
Llegaría entonces el turno del Club Ciudad de Buenos Aires, en el marco del festival Quilmes Rock. La histeria y ansiedad del público local no se hizo esperar, y resultó en una avalancha de emoción y gritos desde el minuto uno de los ingleses, que con sus “15 pasos” abrían lo que sería sin dudas un show memorable y muy esperado para los fans. La lista de temas no varió mucho su condición de presentación oficial de In Rainbows, pero las joyas no se hicieron esperar. Como en cada parada, Yorke y los suyos, metieron mano en su amplio repertorio y ofrecieron excelentes versiones de “Kid A”; ese collage musical tan íntimo del disco del mismo nombre, la canción de The Bends “Planet Telex” (que no tocaban hace muchísimo en vivo una verdadera joya), pero también hubo lugar para lo más nuevo de la banda como el Lado B del disco con “Go Slowly”. El momento cumbre de la noche fue sin duda promediando el show cuando el guitarrista Ed O’Brien se hizo del micrófono, y dio un discurso dedicado a la conmemoración del día de la memoria; por el paso de la dictadura militar en ese país. Se pronunció así en un español bastante aceptable, para el delirio de la audiencia que aplaudió el gesto a rabiar, más aún viniendo de una banda que no es muy conocida por su comunicación y en que tienden a ser bastantes reservados.
Ya todos intuían el final con el clásico “Paranoid Android”, esa ópera rock en 3 movimientos que te lleva por todos los estados: melancolía, furia, emoción, y la hipnótica y experimental “Everything in Its Right Place”, donde tanto Ed como Jonny meten mano a todos sus recursos para filtrar tanto la voz como las teclas de Thom, apoyados siempre en la sólida base rítmica de un dúo dueño del groove, como lo son Collins y Phil. Y sí, el segundo gran momento quedó para el final. Y sonó la canción que todos querían escuchar. Para sellar una noche mágica, los acordes de “Creep” fue lo último que esa noche entregó el quinteto de Oxford.
Chile
El 26 y 27 de marzo el grupo arribó a Santiago de Chile, para lo que sería el último tramo de su paso por Sudamérica. El lugar elegido fue la Pista Atlética del Estadio Nacional; donde cerca de 50 mil almas disfrutaron, por primera vez, la música y los colores eléctricos que la banda propuso en dos noches mágicas. El primer día, sin embargo, hubo algunos problemas técnicos que por suerte se solucionaron y dejaron tranquilos a los de Oxford; tras diez minutos de incertidumbre. Luego de esto fue todo glorioso con una lista de temas que no desentonó con el resto de la gira.
Una vez más las canciones de In Rainbows sonaron en todo su esplendor, y el cierre una vez más fue con el clásico hit. Las sorpresas vinieron en la segunda noche donde sonaron joyas perdidas para esos fans contantes de la amplia discografía de la banda, canciones que no sonaban en vivo hace mucho tiempo; tal es el caso de la minimalista “Morning Bell”, donde Yorke hace una oscura metáfora de la separación cuando canta: “…corta los niños al medio…”, y también la canción que aportara letra y música Jonny para el disco “Hail to the Thief”, en la que Thom ensaya una especie de rap, lo que después deviene en un estribillo con síntomas de éxtasis. Esta vez el cierre estuvo a cargo de otro clásico del emblemático “Ok Computer”, la grandilocuente “Paranoid Android”, que dejó extasiados y notablemente conformes al gran grupo de fans que acudieron esa última noche a una cita demasiado esperada.
La gira sudamericana de Radiohead fue un éxito total a nivel de convocatoria. Si fue una llegada que se hizo esperar, tal vez demasiado, pero cumplió con creces y dejó a su público más que conforme. Luego pasarían casi 10 años para que volvieran por esta parte del mundo. Pero eso ya es otra historia.
Por Sergio Guarnera