El triste episodio en Le Bataclan: Atentado al alma de la música

El triste episodio en Le Bataclan: Atentado al alma de la música

Giras suspendidas, condolencias, saludos, reportes de buen estado de salud, petición de justicia….hemos leído tanto en tan poco tiempo sobre los terribles atentados ocurridos en Francia, y que sólo hablan del odio y fanatismo imperante en nuestra sociedad.

Y siempre hemos escuchado que la música (el rock en este caso) se escapaba a todo eso. Que una buena banda es capaz de reunir fans de todas las religiones y credos, y que frente al escenario el público olvida esas diferencias para disfrutar del mensaje universal de la música en total paz, derrochando la mejor energía al mundo. Por eso mismo, lo ocurrido en Le Bataclan, en pleno show de Eagles of Death Metal, me entristece profundamente pues podría habernos pasado a nosotros; los que allí fallecieron podrían haber sido cualquiera de nosotros que miles de veces hemos estado en esa situación con amigos, con familia….disfrutando de la música, porque nosotros sentimos que la vida se vive intensamente en ese momento: frente al escenario, escuchando las canciones de una banda.

¿Cuánto cambiarán las cosas luego de esto?, ¿Cuánta paranoia (comprensible) asumirán las bandas antes de presentarse en vivo?, ¿Cuánto resguardo policial habrá ahora en los recintos que albergan este tipo de shows?, ¿O todo seguirá relativamente igual? No lo sabemos.

Nick-Alexander
Nick Alexander, el tipo del merch de Eagles of Death Metal, asesinado en el tiroteo

Por eso digo que es un atentado a nuestra alma como seguidores de la música, porque siempre creímos que la música era capaz de pasar por encima de este tipo de diferencias….y creo que seguirá siendo así, la música como elemento seguirá siendo así…los que cambiaremos seremos los fans que ahora miraremos hacia el lado, hacia atrás, al techo, buscando algo que probablemente no exista. Qué decir de las bandas, que de ahora en adelante debieran ser el doble de exigentes con las productoras en materia de seguridad, privando a muchos fans de países en conflictos político-religiosos de sus shows por el miedo, evidente, a ser blanco fácil.

Utilizando un tema de los mismos Eagles of Death Metal de su último disco, su versión de Duran Duran: “Save a Prayer” por el mundo, pero también por la música, para que ésta siga siendo bastión de reunión para todos, de reclamo por la injusticia social, de justicia ante los terrores del mundo.(o cualquier tipo de música) en armonía, sintiendo que ese momento es el mejor momento del mundo no cambie y que, si bien, esta sociedad sigue demostrando su inmensa fragilidad, que este atentado terrible en Le Bataclan, donde falleció un músico chileno, un miembro del equipo de la banda, un periodista de música y muchos rockeros anónimos de tomo y lomo, no nos infundan el miedo ni la desconfianza…será difícil, pero debemos tratar de creer que la música no ha sido tocada en lo más sagrado: su eterna y mágica trascendencia.

Por Macarena Polanco G. 

Nacion Rock

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