Electric Callboy: Cuando la bola de espejos gravita sobre el metal

Electric Callboy: Cuando la bola de espejos gravita sobre el metal

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¿Qué pasa si a una base dance, groove, funky, disco o eurobeat le ponemos riffs demoledores o más aún, algunos guturales? 

Eso es justamente lo que pensaron los cabecillas de Electric Callboy (antes Eskimo CallBoy) cuando avanzaron con este proyecto formado en 2010 en Castrop-Rauxel, Alemania, que a estas alturas ya lleva desatando entretenidas y agitadas jornadas bailables pero al mismo tiempo densidad, peso, mosh y circle pits alrededor del mundo y en diversos festivales. Sumemos una colaboración impresionante (para muchas y muchos la mejor del año hasta el momento) con Babymetal y un video donde se sientan a comentar el impacto de la misma en base a las reacciones de Youtubers musicales; su gran «RATATATA» en todo el mundo. «Es nuestro mayor logro» comentan con orgullo y felices sus líderes Kevin Ratajczak y Nico Sallach. 

Sin embargo, su fórmula ya venía siendo exitosa y consolidándose a gran escala desde 2022 o inclusive antes, que fue cuando concretaron «TEKKNO», un álbum lleno de efervescencia discotequera, con reminiscencias del synth pop y disco ochentero, de clásicos como Flashdance de Giorgio Moroder o «Maniac» de Michael Sembello, combinándolo con metal, más una afinidad vocal al estilo Scissor Sisters que flirtea hábilmente con un vozarrón muy enfermo digno de un Danny Worsnop o Anders Fridén de In Flames («cuando siento que en mi boca sangra es cuando siento que está bien», dijo Nico, quizá medio en broma y en serio) confirmando que esta banda es una experta en la simbiosis. Y les ha quedado perfecta la receta.  

Así es, cintillos en la cabeza, gimnasia, aeróbica, actitud insana, voladas espaciales, headbangers, mosh y seductores movimientos. Todo está permitido. A diferencia de sus álbumes anteriores Electric Boy con «Tekkno» integra en su universalidad ese gustillo por la electrónica pero con breakdowns y riffs letales, sumados al gutural de la cepa Asking Alexandria, BMTH, o ahora Bad Omens y tantas otras. Metalcore indiscutible con mejoras electrónicas y algunas letras triviales, divertidas junto con algunas otras más conmovedoras. En comparación con sus álbumes anteriores y EPs, el sexto álbum de larga duración, Tekkno, trata de lo absurdo e inofensivo. Y juega más a la comedia audiovisualmente hablando. 

Está completamente palpable ese antiguo sonido metalcore pero espolvorea generosamente especies digeribles de techno y europop, dosis ochenteras. Lo de Electric Callboy puede ser discutible como propuesta por los puristas del metalcore, pero hay varios que van a tener que afrontar que en la mayoría de las bandas más «serias» o de raíz de firmamento del género desde hace mucho esto se viene haciendo y mejor aún, evolucionando. En este caso, que los alemanes hayan logrado combinar brillantemente estos sonidos opuestos y ofrecer un álbum diferente a todo lo demás en la escena actual, es algo que no se les puede refutar. Se han superado a sí mismos como compositores, intérpretes y son los anfitriones integrales de una fiesta asegurada, tanto en vivo, como en sus videos y su material de estudio. Y sí, los dueños de un nuevo género llamado Party Metal tienen nombre y apellido: Electric Callboy. 

 

Patricio Avendaño

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