Tras el larga duración Electric Conjuring (2016), calificado por algunos como New wave of Chilean…
“Electric Conjuring”: punzante heavy metal chileno de Iron Spell
Eat Metal Records, 2016
Oriundos de Santiago, Iron Spell pareciera haberse materializado por una combustión espontánea —tras colocar en YouTube su demo de cuatro canciones: Heavy Metal Witchcraft (2013), el cual terminó contando con formato físico. Pero lo cierto es que se trató de un proyecto puertas adentro que de a poco preparó el baterista Steelhammer, quien le inyectó su influencia por el rock pesado de los 80’s. Pese a la corta duración de aquella muestra, llamó la atención la alta calidad, además que desde ese primigenio punto ya tenía una estampa personal: la rubia, con camiseta a rayas blancas y rojas, que sin mostrar el rostro adornó la portada —tradición que se extendió, por ejemplo, a los afiches de conciertos; todos trabajos encomendados al artista nacional Claudio Bergamin, quien saltó a la palestra por hacerse cargo de la portada del último disco de Judas Priest —Firepower (2018).
Que además fuese extraño verlos en directo, sumó para aumentar el aura de misterio —junto que todos los integrantes ocupan seudónimos. Denominados como New wave of Chilean heavy metal, rotulación que les viene como anillo al dedo, liberaron vía YouTube su primer larga duración el 29 de febrero de 2016: Electric Conjuring —que en seguida fue distribuido también en formato físico, adjudicándoselo el sello griego Eat Metal Records; donde de nuevamente asomó la rubia, Explorer en mano.
Ave Zulbah, introducción de poco más de un minuto con cánticos de vibra sectaria, hace de puente para el primer gancho de derecha: Torches in the Wood. Acelerada y fresca, en contraparte al claro tópico por el que se inclina la canción y el resto de la placa: tintes hacia lo oscuro, a la Mercyful Fate, pero con marcado sonido hacia lo radial. The Night of the Mothman —referencia a un episodio de The X-Files; que sigue con el pie en el acelerador, ya enseña el potencial de los agudos de Merciless tras el micrófono —una pieza clave, a todas luces, de Iron Spell. Coro compartido a varias voces, con pasta de himno de grandes arenas y estadios; cuyo videoclip fue grabado en el Teatro Caupolicán, como número de apertura de Rata Blanca.
The Witch baja los tempos, pero no le resta potencia, junto con relucir las guitarras gemelas a cargo de Jason Ghost y Jack Fire —haciendo un paralelo con Judas Priest o Iron Maiden; quienes tienen más tiempo para distenderse con la instrumental Under the Iron Spell, acompañados desde atrás por Rocko Van Roman en las cuatro cuerdas.
El encendido de la motocicleta de Stormrider, el elemento mundano de la entrega, tuvo de invitado especial a Richie Faulkner —actual guitarrista de Judas Priest; y las rápidas pulsaciones de Black Candle Light despejan terreno para We Are Legion: de textura monolítica que llama a la cofradía, resaltando a Steelhammer en las baquetas. En tanto Evil Gypsy, re-grabada del ya nombrado Heavy Metal Witchcraft, resulta un tanto más condimentada en comparación con la primera versión. El tono, orientado a lo jovial, de Moonlight Maniac le encomienda el cierre a Castle of Punitore —la cual se toma el tiempo para desarrollarse. Incluyendo sonidos de lluvia, cadenas de mazmorras, quejidos y un órgano que podría recordar al Fantasma de la ópera —casi un apartado diferente, que retoma la temática oscura.
Un debut, con todas las de la ley, que no dejó elementos al azar —de igual manera que el demo; esta vez haciéndose muy presente un compositor externo, que pronto tomó la vacante del bajo: Ivo Pirovich, también vocalista de los viñamarinos Rival. Electric Conjuring, y su veta heavy clásica, resultó una potente inyección a la escena local poco acostumbrada a las facturas de este calibre; con un refinado acabado —en el cual tuvo mucho que ver TJ Jones, y la misma agrupación, tras las perillas. Lejos de tratarse de un revival viciado o cliché, es un honesto trabajo hecho por fans dirigido para fans; teniendo claro hacia donde debían dirigirse. ¡Que sea hierro! Como ellos mismos lo manifiestan.