Emo sinfónico: bienvenidos al desfile negro
Fotgrafías por Jerrol Salas
El evento que ya prometía ser un homenaje y una celebración de la cultura emo, adquirió una vibra muchísimo más emocional, pues el pasado 29 de noviembre nos confirmaron la noticia de que Bob Bryar, el ex baterista de la banda My Chemical Romance desde 2004 a 2010 había fallecido, aún se desconocen las causas de su deceso, sin embargo, el músico ayudó a componer uno de los discos más relevantes, el definitorio «The Black Parade» con el sentimiento a flor de piel, se da inicio a las 7 de la tarde al show con la canción «Helena» que se sintió en el recinto, algunos lloraron, otros corearon, pero el público sin duda reaccionaba a un setlist que se componía de los himnos del emo más queridos. En medio de una decoración a la luz de las velas, con rosas e iluminación tenue presenciamos el resultado de fusionar la maestría de la música clásica, con la oscuridad del emo, que nos entregó como resultado piezas con una interpretación única, llena de intensidad emocional.
La música tiene la capacidad de conectarnos con nosotros mismos y de revivir épocas del pasado, a veces despierta una nostalgia que prueba que los fenómenos musicales no son solo eso, sino, que hay quienes se identifican desde la esencia con acordes que nos han marcado para siempre. El movimiento emo, con sonidos crudos, líricas de profundo contenido y con una estética cruda sirvió como validación para miles, hoy en día es un género que hemos visto renacer, que llevamos (en muchos casos) tatuado en la piel, y la intensidad con que se viven esos sonidos desgarradores que cuentan en sus letras historias de amor, desamor, ansiedad e incluso temas sensibles como la depresión, ha teñido la noche del 30 de noviembre, sumergiéndonos una experiencia inmersiva y rítmica que no dejó a nadie fuera.
La emoción era palpable en todo momento, y es que claro, este concierto no era común, no era una proyección más de las canciones emblemáticas, era una combinación de arreglos sinfónicos que tomaron vida en forma de piezas que el público entonaba tratando de no quitarle el protagonismo al violín, el chelo y contrabajo que le dieron un toque diferente a «The Ghost Of You», «Miss Murder» «If It Means A Lot To You » «Sleepwalking» entre otras, que con la compañía de Alicia de HVNVBI y Tim de Killa Reviver pusieron a todo el Cariola a cantar.
Pero sin duda el momento de mayor clímax, fue durante el encore, donde la interpretación de «Welcome to the black parade» uno de los mayores himnos del emo, sin duda el momento más emotivo, que juntó a todos los presentes a medida que la complejidad de la pieza orquestal iba tomando fuerza, las voces se alzaron también, muchos crecieron con estas canciones, muchos se enamoraron con estas canciones e incluso vivieron sus primeras rupturas amorosas, y justamente esa nostalgia auditiva, los sucesos recientes, el ambiente, la energía hizo que se gritara con más fuerza que nunca: « We’ll carry on, we’ll carry on and though you’re dead and gone, believe me your memory will carry on.»