Enciclopedias canónicas del rock: Deep Purple y Journey en Chile
El evento en el Estadio Santa Laura destacó por una revisión exhaustiva de grandes éxitos por ambas bandas
Fotos por Cristian Calderón (Aleste y Deep Purple)
Fotos por Miguel Fuentes (Journey)
Una de las fechas más esperadas este 2025 de manera transversal por las viejas y nuevas generaciones fue la presentación conjunta de Journey con Deep Purple, dos gigantes históricos del rock que vendrían una vez más a dar cátedra en torno a cómo se debe ofrecer un espectáculo del género. Ambas poseen ya más de 50 años de trayectoria, siendo inamovibles en reconocimiento mundial y también en performance. Con sonido sólido, estridente y un recorrido pleno sobre grandes hits, el concierto tenía prácticamente nulas chances de salir fuera de lo previsto.
A las 18.00 sube al escenario a telonear el grupo chileno Aleste, referente local del rock pop que tuvo un importante apogeo en los años 90, siendo de forma inmediata reconocido por los asistentes más afines a dicha época. Tocando algunas canciones nuevas de su último disco «1993» del 2023, un cover al grupo KISS «Sure Know Something» y el infaltable corte «Hay un límite», el grupo encabezado por Alfredo Alonso y Rodrigo Espinoza brindó una presentación sin inconvenientes, dejando con entusiasmo a los asistentes a lo que vendría después.
Ian Gillan y compañía ingresan sin mucha demora al escenario a recorrer lo mejor de su catálogo junto a la promoción de nuevas canciones provenientes de su último larga duración «=1» subido recientemente en julio del 2024 a difusión. Inicia «Highway Star», «A Bit on the Slide» e «Into The Fire». Las intenciones desde el inicio fueron la de darlo todo, y la de lucir a su actual guitarrista Simon McBride, quien a la vieja usanza utilizó varios momentos para ejecutar solos de guitarra estruendosos y llenos de punteos. Un homenaje a Jon Lord fue enunciado en «Uncommon Man«; «Lazy» sonó con psicodélicas imágenes de refuerzo; solos de teclado de Don Airey con guiños a canciones nacionales como «Gracias a la Vida» de Violeta Parra; y más clásicos como «When a Blind Man Cries» y «Smoke on the Water» son algunos de los momentos relevantes a mencionar. Por cierto, Roger Glover, el eterno bajista del grupo, estuvo impecable como siempre. «Hush», cover a Joe South y «Black Night» cerraron otra intachable presentación, pese a los años y el desgaste físico propio del paso del tiempo. Ya se ven ciertos temblores en las manos de Gillan y algunas dificultades en los tonos altos, pero no ha sido impedimento para querer seguir saliendo de gira, pues pareciera que no quieren detenerse en lo que mejor saben hacer.
El plato fuerte de la velada era Journey, quienes no habían realizado una parada en Chile desde el año 2011. El grupo se dedicó a repasar completamente lo mejor de la época de Steve Perry, por lo que el público simplemente coreó cada canción que iba apareciendo durante casi dos horas de presentación. Neal Schon se encargó además de dar nuevos matices a varias canciones con más solos de guitarra y extendiendo su duración, simplemente para más placer. «Only The Young», «Be good to yourself», «Stone in love», «Escape», «Ask The Lonely», «Still they Ride» y así iban uno tras otro saliendo los éxitos, el deleite era transgeneracional. Arnel Pineda desde su ingreso el 2007 ha tenido un importante papel y desempeño en el grupo, dando sólidas presentaciones a los registros de Perry en vivo, aunque no en todas las canciones: en segmentos como «Lights» el baterista Deen Castronovo hizo las voces principales rodeado de un juego de luces de celulares de los asistentes, y en «Girl Can’t Help it», el tecladista de apoyo Jason Derlatka tomó el micrófono bajo su responsabilidad.
En medio de la velada hubo un segmento cargado principalmente a baladas: «Send Her my love» con segmento final extendido, «Open Arms», «Who’s Crying Now», y «Faitfully» eran imprescindibles que fueron cantadas a todo pulmón. El tecladista Jonathan Cain usó una camiseta del equipo Colo-Colo durante el último tramo del concierto, y obviamente los asistentes querían más música. «Wheel in the sky», «Separate Ways», «Don’t Stop Believin'» y «Any Way you Want It» dieron cierre a esta noche canónica del rock, de referentes que definieron todo un marco sonoro y de influencias de grupos que vendrían posteriormente a mantener vigente el género. Como enciclopedias vivas, dichas bandas son siempre necesarias de volver a consultar cuando el momento lo amerite.