«Estoy en mi barrio, en mi territorio y feliz de cantar en Matucana 100» – Entrevista con Mauricio Redolés
No hay duda que Mauricio Redolés es una de las figuras más activas y llamativas del ambiente cultural local. Desde su trayectoria como músico, a sus incursiones profundas en la poesía, el artista ha sabido reinventarse y estar activo con diferentes lanzamientos que sirven para plasmar una visión contestataria y llena de creatividad. El próximo 19 de abril, en el Centro Cultural Matucana 100, se llevará a cabo el lanzamiento en vinilo de «Bello Barrio», una de las piezas claves de su discografía, y lo hará acompañado de la periodista Alejandra Matus como invitada especial.
Pudimos conversar con Mauricio acerca del significado de este disco para su vida, de lo relevante del territorio en que se desarrollará el concierto y de cómo se gestó el lazo colaborativo con Alejandra.
-El próximo 19 de abril se llevará a cabo el lanzamiento en vinilo de «Bello Barrio», uno de los discos emblemáticos de tu carrera y que es una buena muestra de cómo lo urbano puede servir de inspiración en la música. ¿Por qué escogiste este disco para re-editarse y qué significa para ti?
Primero que todo, muchas gracias por tu interés en querer entrevistarme. «Bello Barrio» es uno de mis discos favoritos y no había tenido la posibilidad de llevarlo al formato físico. Idealmente me gustaría poder hacer lo mismo con todos los discos que he publicado, pero hay que tomar en cuenta el costo que eso implica y las conversaciones que habría que tener con algunos sellos como Alerce.
-¿Crees que, de alguna forma, el perpetuar un formato como el vinilo vendría a ser una especie de declaración de principios?
En parte, ya que más que una declaración de principios, lo veo como algo más práctico. El sonido del vinilo es de otra calidad y calidez. Los coleccionistas de vinilo, que tienen sus tornamesas, pueden corroborarlo. El vinilo no ha muerto, y eso se puede ver en las distintas ferias que se hacen al respecto hoy en día. Hay gente a la que le gusta más el cassette, por ejemplo, por encima del CD y de la versión digital de un disco. Hay de todo.
Tengo un público que no sé si será muy grande, pero al menos ya llevamos unas 100 copias vendidas antes del lanzamiento. Hay una persona, por ejemplo, que me compró cinco vinilos. Yo creo que se venderán las 1.000 copias que enviamos a hacer. Después de esto, me gustaría editar en vinilo «Canciones de Cueto Road», que creo que es un gran disco, aunque la recomendación venga de cerca -risas-. «Canciones & Poemas» y «12 Thomas» también me gustaría lanzarlos en ese formato. La idea sería es ir completando la discografía de a poco, hasta llegar al deseo de tener todo lanzado en ese formato. Siento que la profundidad de la música y del sonido es otra; una experiencia bastante cálida.
-Mauricio, respecto a tus presentaciones en vivo, llevas más de 30 años compartiendo tu música. ¿Qué sientes en tus conciertos cuando ves cruces de generaciones con rango etarios tan diversos?
Es un fenómeno que me ha sorprendido mucho. La primera vez ocurrió en Chillán, hace unos 20 años atrás. Llegó una anciana desde el campo, del interior de Ñuble, que era fanática de mi trabajo. Estuvo sentada toda una tarde esperando a que tocara en un café. Si la señora ya era anciana en ese entonces, debe haber nacido por ahí en 1930, lo que es sorprendente. Si vamos más atrás aún, personas como José Miguel Varas, que nació en los 20s, también escribieron sobre mi música. Hay gente que nació en la segunda década del siglo XX y gente que nació en la segunda década del siglo XXI como, por ejemplo, un niño de 4 años al que le gusta mi música, y eso ya abarca 100 años de audición.
Hay gente que llega con libros míos y que me dicen «Este libro pertencía a mi abuelo que falleció hace un tiempo», y creo que es algo que seguirá pasando. Supongo que esto sucede porque no soy un artista de moda. Las modas pueden revivirse, como lo que está pasando con Los Tres, pero yo no soy una moda; soy un artista pasado de moda -risas-, pero que siempre está creando nuevas cosas. Bueno, Los Tres también lo hacen, pero la gente está anclada hasta «La Espada & la Pared». Lo mío empieza con «Bello Barrio», que es mi tercer disco, y llega hasta «Quiero Seguir Continuando», que es del 2022. Hay gente que llega a mi música a través de este último disco, y no a través de «Gaete», por ejemplo. Creo que mis discos no son «Best-sellers», sino que son «Long-sellers» -risas-. No hay una explosión inmediata cuando se publican, pero es algo que se va dando con el tiempo.
-Se te conoce como una figura destacada de Santiago Centro, sobre todo en la zona de Yungay y sus alrededores. ¿Qué significado emocional tiene para ti el lanzamiento de este vinilo en Matucana 100, estando tan familirizado con el barrio?
Es un gran premio para mi trayectoria el estar en Matucana 100. Como tú bien dices, este barrio es parte de mi biografía. De niño, recuerdo haber ido a la Quinta Normal, por el sector de Portales, atrás de Matucana 100, para ver la Feria Internacional de Santiago que posteriormente se mudó a Cerrillos. Era una feria agrícola, y recuerdo haber ido ahí. También recuerdo a mi padre, que me llevaba a la Gruta de Lourdes. Las primeras cimarras que hacíamos con mis compañeros por allá. El primer beso que le di a una muchacha fue en el Museo de Historia Natural. Fue justo frente al Niño del Plomo. Me acuerdo que me dijo «Todo el mundo anda pinchando y nosotros estamos como tontos acá», y me dio un beso -risas.
Luego de mi exilio, recuerdo haber estado caminando por ahí en Matucana 100 cuando aún no se instalaba como centro cultural. Había portón y lo moví, cuando de repente escucho que alguien grita «¡Ahí está Redolés!». Era el grupo de teatro de Andrés Pérez, luego que le hubieran pasado ese lugar para tener un espacio de trabajo. Posteriormente, se hizo una cena allá por la SCD y yo no sé cómo no me llevaron preso por los exabruptos que cometí, cuando comencé a imitar todo lo que hacía Luisa Durán de Lagos. Ella estaba con sus guardaespaldas y yo por detrás la seguía imitándola como monito mayor.
Pude presentar mi disco «One, Two, Tres Cuatro» en el centro cultural, y también pude tocar en su Explanada con Sonora de Llegar mi tema favorito de ellos, que es un cover de Los Blue Splendor llamado «Visión de Otoño», que cantaba cuando tenía 12 años. Estoy en mi barrio, en mi territorio y feliz de cantar en Matucana 100.
-Mauricio, para finalizar, ¿Cómo nace el interés y la admiracion por el trabajo de Alejandra Matus y cómo surgieron tus ganas de invitarla a ser parte de este concierto?
Creo que Alejandra es una periodista destacada e independiente, en este país tan lleno de periodismo genuflexo. Es una gran novelista, también. Fui a ver su obra de teatro, además, llamada «El asilo contra la opresión» y que es un delirio muy divertido. Se encuentran Allende, Pinochet, Lucía Hiriart y Juan Gabriel en un asilo de Miami, revividos por un invento que hacen los nortemaricanos con los rusos; una cuestón muy divertida y delirante. Es una mujer muy talentosa.
Un amigo nos presentó y después de tres meses de estar conversando, vino a un carrete en mi casa. Había un bandoneón y comenzamos a cantar. Me di cuenta que lo hacía muy bien y le pregunté si es que cantaba de vez en cuando, y me dijo que había tenido una banda en el colegio. Ella es un verdadero wurlitzer; le nombras cualquier canción y te la canta.
Le dije que podría cantar «Ciertos Especta Culos de Santiago de Chile» y «El Maestro Sandovar» porque iba a tocar «Bello Barrio», y me dijo que por su puesto.
-Siento que será muy interesante el ver esta fusión de personalidades, en vista de las similitudes que han presentado respecto a cómo se expresan artísticamente
Claro que sí. Quiero aprovechar de mencionar que chiste repetido suena podrido. No es que desde ahora en adelante vayamos a estar siempre unidos. Esta es una invitación muy especial para un evento muy particular y, posteriormente, ella seguirá con sus labores y yo con mi grupo. Por lo tanto, invito a la gente a que vea esta función única, y que no se volverá a repetir. Esta banda que es «Lavanda», como «Mauricio Redolés + Lavanda», o como quién dice «Le Sancy con olor a lavanda» -risas- es la banda que me está acompañando.
Invito a la gente, porque va a ser un espectáculo imperdible. Esperamos poder grabar la imagen o el audio de este recital para algún disco o documental. No me quiero adelantar, pero estamos pensando en hacer algo así, para que la gente pueda revivir el momento.
Fotos por Alejandro Olivares y Francisco Aguilar